Canarias tiene en estos momentos un serio problema de vivienda. Escasea, y la poca que hay en el mercado está a precios desorbitados, muy alejados de la realidad social del Archipiélago. Según un estudio reciente de la Fundación DISA, elaborado por Corporación 5, en las Islas existe actualmente un déficit de 40.000 viviendas y si el ritmo de construcción sigue tan bajo, la escasez de viviendas podría llegar a las 140.000 en 2031. Pero es que, además, el informe pone de manifiesto que haría falta construir unas 15.000 viviendas anuales para llegar a un equilibrio entre la oferta y la demanda en 2031, y unas 22.000 para lograrlo en cuatro años. En estos momentos, el ritmo es de 1.100 al año.
La directora del Instituto Canario de la Vivienda, María del Pino de León, reconoció en una entrevista a este periódico que no se puede ocultar que existe un serio problema de vivienda en el Archipiélago, pero aseguró que en dos o tres años estará resuelto, puesto que desde el Gobierno de Canarias se está haciendo todo lo posible para que en esos años se “equilibre la oferta y la demanda, lo que provocará una bajada de precios que abrirá, sin duda, el mercado de la vivienda a personas con menos recursos”.
A pesar de estos problemas de vivienda en todo el Archipiélago, De León recordó que la construcción y, en consecuencia, la vivienda, fue uno de los sectores más afectados por la crisis. Además, la Administración, también afectada por la crisis, vio reducido su presupuesto para construir vivienda pública y de protección oficial, y las inversiones del Estado se vieron asimismo mermadas. “Todo esto ha generado más de 10 años de inactividad; de no poner vivienda pública en el mercado, mientras las necesidades de la población iban aumentando. Ahora se nos pide que hagamos en dos años lo que no se ha hecho en diez, y es difícil, pero aun así hemos hecho muchas cosas”, declaró De León.
En este sentido, señaló que al llegar al Instituto se pagaron todas las deudas del plan de vivienda anterior 2009-2012, incluidas las de la hipoteca joven. Además, para el año próximo se han adjudicado y se están redactando proyectos para unas 3.000 viviendas públicas en Canarias, sobre todo en los municipios con mayor presión (Santa Cruz, Arona, Adeje, Telde, Las Palmas, San Bartolomé) y las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Además, dentro del nuevo plan canario de la vivienda, a la espera de aprobarse, se incluyen también ayudas al promotor para que haga viviendas protegidas, un tipo de construcción “muy necesaria” para las Islas que abarata el mercado.
“LA VIVIENDA PROTEGIDA ES LA SOLUCIÓN PARA EQUILIBRAR EL MERCADO”
Una de las problemáticas con las que se encuentra el Instituto Canario de la Vivienda a la hora de construir vivienda pública es la cesión de suelo. “En aquellos lugares donde el suelo es nuestro, no hay problema; pero en las zonas donde el ayuntamiento nos lo tiene que ceder, el trámite se alarga”. “Lo único que puede hacer el Gobierno es introducir vivienda en el mercado para que la oferta y la demanda se equilibren y así se abaraten los precios. Construir vivienda pública para las familias más vulnerables, y ayudar al promotor para que haga vivienda protegida. Cuando estén en el mercado estos dos tipos de vivienda habrá para satisfacer a las familias vulnerables y al resto de familias que no pueden acceder al mercado libre”. “Como consecuencia”, prosiguió, “el mercado libre bajará los precios, así que la solución es la vivienda protegida”. Más medidas: subvenciones para que los propietarios saquen su vivienda al mercado asegurando sus rentas y con ayudas a la rehabilitación. También se han firmado acuerdos con la Sareb y varios bancos, para sacar al mercado más de 150 viviendas para familias en situación de emergencia.
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