Combaten la plaga que está matando a las tuneras con ayudas a su fruto

La plaga de la cochinilla mexicana se ha extendido por buena parte de La Palma afectando a las tuneras desde que en el año 2010 se detectara por primera vez la presencia en el sur de la isla del Dactylopius opuntiae, que es mortal para la planta. Expertos que han participado en unas jornadas celebradas en La Palma sobre esta plaga, procedentes de otros lugares de España donde también se registra, como Murcia o Andalucía, coincidieron en señalar que es prácticamente imposible erradicarla del todo.

Desde el Cabildo de La Palma han promovido una línea de ayudas para la comercialización de su fruto, el tuno, como una de las formas de hacer frente al efecto devastador de esta plaga y tratar así de salvar su pervivencia en la isla. Una planta que aunque no es endémica de Canarias está muy arraigada al paisaje y la actividad agrícola y ganadera insular, sin olvidar la importancia que ha tenido en la industria como colorante natural.

Así lo confirmó el consejero insular de Agricultura, Basilio Pérez, quien detalló que en la primera anualidad que sacaron esta línea de ayudas, que acaba de concluir, sólo se presentó un agricultor. Ahora se va a aprobar para esta nueva anualidad la misma línea de subvenciones para la comercialización de tunos, a la que confía que se presenten más personas interesadas que en 2018.

Basilio Pérez destaca que se trata de ayudas destinadas no al cultivo de la planta sino a la comercialización del fruto, que “es de una gran calidad y tienen mucho potencial”. Indica además que entre las condiciones para acceder a esta línea de subvención, las tuneras deben estar sembradas en parcelas, por los que la fruta no puede ser recogida de las zonas donde se dan de forma salvaje. “Así se vigila y controla la calidad de la planta”, subraya el consejero del Cabildo.

Cabe recordar que el pleno del Parlamento de Canarias aprobó en los últimos meses del año una propuesta de la parlamentaria socialista palmera, María Victoria Hernández, para que el Gobierno canario hiciera frente a la afección que se estaba produciendo de la plaga de cochinilla mejicana en las tuneras de las Islas.

Una situación que la parlamentaria socialista concretó que despertaba mucha preocupación entre los “ganaderos, agricultores y productores de quesos, que utilizan las palas secas de las tuneras para ahumar el tradicional queso palmero con denominación de origen” porque así lo recoge el reglamento del consejo regulador.