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“Las Administraciones reaccionan obligadas por los vecinos de Añaza, porque hasta podían tumbar el Gobierno municipal”

Entrevistamos a Ramón Trujillo Morales, concejal de Santa Cruz y coordinador general de Izquierda Unida en Canarias
El concejal de Santa Cruz de Tenerife y Coordinador general de Izquierda Unida en Canarias, Ramón Trujillo. DA

Le avala su sólida formación, como le prestigia una reconocida capacidad de trabajo. No en balde algunos llegaron a preguntarse en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por el tipo de gofio que desayuna, dado su nivel de actividad y la solidez de sus intervenciones. Tras lograr una concejalía más que valiosa para Izquierda Unida en las elecciones de 2015, ahora Ramón Trujillo (Santa Cruz de Tenerife, 1966) aspira a que la confluencia de fuerzas de izquierdas logre un resultado histórico en la capital tinerfeña.

-¿Ya sabe si va a presentarse a las elecciones de mayo?
“Lo terminaré de decidir este mes. En este enero clarificaremos los acuerdos con otras fuerzas políticas, pero Izquierda Unidad en Santa Cruz se va a presentar en coalición con toda seguridad, aunque no sabemos todavía cómo será, porque no hemos cerrado la forma”.

-En 2015 IU se presentó en solitario y logró entrar en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, pero entiendo que usted es partidario de la confluencia con otros partidos.
“Sí. Nuestro escenario ideal es que confluyamos las fuerzas afines que en principio tenemos respaldo suficiente como para obtener representación: Podemos, Sí se puede e Izquierda Unida”.

-Por separado lograron cinco concejales (el de Izquierda Unida y cuatro de Sí se puede), lo que no está nada mal para una ciudad de tradición conservadora como la capital.
“Es verdad que Santa Cruz es una ciudad con cierta tradición conservadora, o al menos moderada en las formas, y con un componente conservador en las políticas que han sido hegemónicas hasta el día de hoy, generadas en las elecciones”.

-¿Qué esperan de la confluencia? ¿Mejorar esos cinco?
“En 2019 hay un escenario más favorable a las izquierdas que estamos a las izquierdas del PSOE. Las perspectivas que fragmentaron tanto el voto en 2015, con aquel contexto de la indignación generada por la crisis que llevó a mucha gente a presentarse por su cuenta y luego no obtuvo representación, ya no se dan ahora, y en mi opinión se va a generar una concentración del voto de la izquierda. Si nos agrupamos lo más posible, se obtendrá siempre algún concejal más que si nos presentamos por separado. O algunos más. Para tener un concejal en solitario, se requiere entre el 5 y 6% del voto, pero cuando son más ya basta con el 3% para seguir sumando”.

-Usted no duda en hablar de los aspectos positivos de sus adversarios políticos, algo llamativo en estos tiempos en que impera el sectarismo.
“No me gusta hacer descripciones catastrofistas de la vida política, porque entiendo que son un poco infantiles. Hay que ser más objetivos y más maduros, políticamente hablando”.

-¿Me dice algún aspecto positivo de la gestión de CC-PP en Santa Cruz de Tenerife?
“Cuestiones como la reducción de la deuda o del absentismo escolar, incluso en asuntos tan polémicos como las ayudas al sector del taxi, que si bien no han sido todo lo amplias que deberían, han resuelto parte del problema”.

-Eso no quita para que usted haya sido un crítico implacable. ¿Dónde suspenden CC y PP?
“Hemos constatado las deficiencias en materia laboral que se han dado en las subcontrataciones municipales, como, por ejemplo, los trabajadores de seguridad que han estado meses sin cobrar, o los retrasos en el personal de Piscinas, o en los de Sinpromi en los aparcamientos del Estadio, que han visto peligrar sus puestos de trabajo porque el Ayuntamiento ha dejado de utilizar unas plazas y la viabilidad económica de los aparcamientos ha quedado en duda. También los trabajadores de Mantenimiento han estado en peligro de perder sus empleos, aunque ahora parece que se ha arreglado con la nueva subcontratación. Tenemos una conciencia clara de que la externalización de servicios municipales provoca un deterioro en las condiciones laborales, incluso en la percepción de salarios, lo que jamás ocurre en quienes son contratados directamente por el Ayuntamiento. También tenemos una frustración con lo sucedido con el contrato de servicios más importante del Ayuntamiento, como es el de la limpieza diaria y recogida de las basuras, donde se elige a la empresa que menos empleos genera y se descarta a otra que ofrece crear 80 puestos de trabajo más. Incluso tenemos el caso de Enmasa, donde durante su privatización hemos comprobado que se perdieron puestos de trabajo…”.

-¿Cómo entiende que se gestiona el tema de la vivienda?
“Resulta muy frustrante la absoluta falta de planificación en un Ayuntamiento que no crea vivienda social desde 2009 y que ahora, por fin, se plantea unas promociones, si bien bastante modestas dada la magnitud del problema”.

-¿Estamos llegando tarde?
“Tardísimo. De hecho en Santa Cruz, por la presión de los propios afectados y por la presión de la izquierda con representación en el Ayuntamiento, se han incrementado de forma importante las ayudas al alquiler, porque si no habría mucha más gente sin techo en la ciudad, donde ya hay una cantidad muy importante de okupas, aunque el Ayuntamiento sigue sin saber cuantificarla. Los problemas de la vivienda son muy potentes aquí, y siguen sin ser reconocidos en toda su magnitud. Existe un estudio reciente de la Fundación Alternativas donde se plantea que para 2030 habría que tener unas ratios de viviendas destinadas a protección social que, extrapoladas a Santa Cruz, significan que la capital debería tener unas 11.600 viviendas destinadas al alquiler social en ese año. Pero hoy tenemos 4.800 y pico. O sea, que deberíamos dotarnos de unas 500 viviendas cada uno de los próximos doce años, pero el alcalde, en unas declaraciones recientes, se planteaba comprar unas 90 viviendas. Son medidas de desarrollo de vivienda pública escandalosamente insuficientes. Santa Cruz tiene un grave problema de acceso a la vivienda a precios razonables, y ese problema, a medio plazo, no se va a resolver. Creo que ni siquiera hay conciencia de la magnitud del problema y, por lo tanto, tampoco hay un planeamiento político para resolverlo”.

-¿Ustedes qué han propuesto en el Ayuntamiento?
“Hace unos meses llevamos una propuesta bastante modesta para conseguir unas 70 viviendas cada año en los próximos cuatro, pero al grupo de gobierno le pareció una propuesta excesiva. Es lo que hay”.

-¿Qué le ha parecido lo de Añaza, con esas 358 familias amenazadas ante un posible desalojo masivo?
“Lo primero que hay que decir es que los vecinos, amenazados por ese posible desalojo masivo, pero también por el aumento injustificado de sus alquileres, han demostrado que, al haberse movilizado, al haber mostrado su fuerza en un momento preelectoral, tienen el potencial, prácticamente, de tumbar un Gobierno municipal, de evitar que pudiera repetirse en el próximo mandato. Y el Gobierno de Canarias, cuando ahora plantea la compra de las viviendas, está haciendo lo que tiene que hacer. Si acaba cumpliendo con lo que ha prometido, sería una solución correcta, porque hay una presión social de los propios afectados que, entiendo, deben ser conscientes de la enorme fuerza que tienen. El hecho de que se hayan organizado, que se hayan movilizado y que hayan logrado el respaldo de los medios de comunicación, ha obligado a las Administraciones a reaccionar”.

-¿Cómo ha sido este mandato respecto al tema de las personas sin hogar?
“En cierta medida, en materia de sinhogarismo ha sido un mandato perdido para Santa Cruz de Tenerife, porque se termina y el problema está en condiciones parecidas a cuando empezó el mandato. El sinhogarimo sigue siendo un problema grave en Santa Cruz, y es verdad que el Ayuntamiento debería contar con el apoyo de otras administraciones públicas, e incluso la implicación de otros municipios, a la hora de generar infraestructuras para atender a las personas sin hogar en su territorio, porque Santa Cruz recibe a parte de las personas sin hogar de otros municipios. Es una queja reiterada del grupo de gobierno en la que tienen razón, pero también es cierto que la capital ha aumentado el gasto social de forma importante, en gran medida gracias a la presión, una vez más, de la izquierda presente en el Ayuntamiento. Me parece importante resaltar esto último porque hay gente que piensa que solo es importante estar en las instituciones si estás gobernando, pero se olvidan de que, desde la oposición, se condiciona a quien gobierna. Este es un buen ejemplo”.

-¿Ha sido suficiente ese aumento del gasto social?
“No, ha sido claramente insuficiente, porque no llega ni al 10%, que es el mínimo que recomienda la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, cuando Santa Cruz de Tenerife presenta unos indicadores de desempleo, pobreza, etc. el 50% superiores a la media estatal. Por lo tanto, para plantear un criterio de gasto mínimo en lo social tendríamos que hablar del 15% del Presupuesto. Probablemente, si tuviéramos ese gasto social no sé si se habría resuelto plenamente el problema del sinhogarismo, pero sí de una manera perceptible e importante”.

-¿Celebra la alternancia en Andalucía, tras tantos años en el poder por un mismo partido?
“(Sonríe) Si la mejoría es a peor, yo no la celebro”.
-Traslado la pregunta a Canarias. ¿Sería buena la alternancia por estos lares?

“En el caso de Canarias hay un desgaste de la formación que también lleva un desgaste de décadas, Coalición Canaria. Es un desgaste muy importante, también lo creen ellos así, y la expectativa es que sigan debilitándose en las próximas elecciones autonómicas. Desde luego, se pueden abrir escenarios de gobierno sin CC, y espero que sea con PSOE, Unidos Podemos y Nueva Canarias, porque sería un cambio en positivo”.

-¿Qué me dice de Vox?
“Siempre hay que preocuparse porque la ultraderecha tenga unos resultados como los de Vox en Andalucía. Vox es un partido ultraliberal que quiere hacer en cuatro años lo que el PP y Ciudadanos harían, en lo económico, en 25 años, y eso conlleva unas políticas autoritarias que pasan por desmantelar el estado de bienestar con sus correspondientes chivos expiatorios, que son la inmigración, falsos culpables del deterioro del mercado laboral en nuestro país, y lo que es la gran lotería que le ha tocado a las derechas de este país, que es el procés en Cataluña, sin duda el denominador común en este fortalecimiento de las derechas, pero también clave en el debilitamiento de las izquierdas, que debemos reflexionar al respecto, porque es muy difícil, en este país, llevar a la vez una agenda de redistribución de la riqueza y una agenda de replanteamiento de los problemas territoriales que incluya la posibilidad de secesión. Las dos a la vez debilitan a la izquierda, y le doy un dato del CIS: solo el 18% de los votantes de Unidos Podemos están de acuerdo en reconocer a una autonomía la posibilidad de la secesión”.

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