Los actos vandálicos en zonas turísticas no cesan de producirse. A las pintadas y daños que ha sufrido parte del patrimonio cultural de núcleos urbanos tan relevantes como Santa Cruz de La Palma, donde el alcalde llegó a recibir una carta de amenaza pidiendo un cambio en la política medioambiental y de generación de energías no contaminantes, y que se sumaron al listado de atentados contra bienes públicos del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente, en puntos de información turística y miradores, con el consiguiente coste económico para su restauración, se suman ahora otros en puntos turísticos con daños contra el mobiliario y los accesos en la Paya de Echentive, en el litoral de Fuencaliente.
El listado de daños contra bienes públicos, algunos de los cuales han sido denunciados por los respectivos ayuntamientos y por parte de los responsables del Parque Nacional de La Caldera, incorpora también los destrozos que hace unos meses sufrieron los baños públicos de la zona del Pino de la Virgen, también en Fuencaliente, donde se destrozó la puerta de acceso y donde las agresiones al mobiliario interior obligó al consistorio a llevar a cabo una inversión para su restauración.
Desde el Centro de Iniciativas Turísticas Tedote, la entidad de la patronal con mayor representación a nivel insular, se expresa abiertamente la preocupación por esta situación, que consideran “lesiva para el conjunto de la isla de La Palma y para nuestra imagen como destino”. La organización empresarial considera necesario un abordaje integral de esta problemática, planteamiento que propondrán tanto a los ayuntamientos como al Cabildo palmero.
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