Desde primera hora el de este miércoles, 2 de enero, personal de una empresa especializada en trabajos verticales se encuentra trabajando en la TF-42, la vía que une Icod y Garachico que tuvo que ser cerrada después de que el pasado día 31 se produjera un desprendimiento de rocas.
El objetivo es sanear la zona para evitar nuevos desprendimientos. Se trata de una tarea compleja, porque los operarios trabajan suspendidos del talud, desde donde retiran las piedras que han quedado sueltas o en riesgo de desprenderse, para posteriormente demolerlas, según ha explicado el director insular de Movilidad, Miguel Becerra.
De momento, no se puede dar una fecha para la reapertura de la vía, ya que no se puede precisar cuándo terminarán los trabajos y lo prioritario, ha destacado Becerra, es garantizar la seguridad de los usuarios.
El director insular de Movilidad y Fomento, Miguel Becerra, quien visitó a primera hora de hoy la zona, resaltó que la vía se volverá a abrir al tráfico en cuanto sea posible y siempre que se puedan garantizar las condiciones de seguridad para las personas que transitan por ella. “Desde el Cabildo somos conscientes de que se trata de un vía muy demandada por los ciudadanos que residen, sobre todo, en la Isla Baja. Por ello trabajamos con la mayor celeridad posible para que pueda estar operativa en el menor tiempo, siempre garantizando las condiciones de seguridad de las personas que circulan por ella y de los trabajadores responsables de la obra”, indicó Becerra.
Durante el tiempo que permanece cerrada al tráfico la carretera, el Cabildo ha habilitado desvíos alternativos que se encuentran señalizados en la propia vía. Así, los usuarios pueden utilizar la vía del cierre del anillo, en dirección a El Tanque, y la carretera de Las Cruces (TF-421).
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