Los activistas contrarios al TMT en Hawái están en “alerta roja”

Mientras el Ayuntamiento de Puntagorda ultima las gestiones para conceder esta misma semana la licencia al Telescopio de Treinta Metros (TMT) en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, en Hawái, los activistas nativos están preparados para hacer frente y tratar de paralizar, como ya lo hicieron en el año 2015, las obras de construcción de este gigante de la investigación astronómica que vuelve a contar con autorización judicial para reiniciar los trabajos en el volcán Mauna Kea.

“En este momento, todo el mundo está en alerta roja, mirando las carreteras. Y cuando veamos esos camiones, nos dirigiremos a la montaña”. Estas declaraciones, recogidas en diversos medios de comunicación hawaianos, son de uno de los líderes que se oponen al TMT, Lanakilaoka Mangauil, director del Centro Cultural de Hamakua, y hacen referencia al temor de que se inicien las obras en breve en un montaña que consideran sagrada los aborígenes, cuya protesta no solo paralizó la obra hace cuatro años, sino que sirvió para que la isla de La Palma sea la alternativa para su instalación si se prolonga durante mucho más tiempo esta incertidumbre en Hawái.

Es precisamente este rechazo social que existe para que se construya este telescopio de treinta metros de diámetros en el volcán Mauna Kea lo que mantiene un hilo de esperanza para que finalmente se emplace en el Observatorio del Roque de los Muchachos esta infraestructura científica que desarrolla una cooperación científica internacional donde participan, entre otros países, Estados Unidos, Canadá, Japón, China e India.

Para ello, el pleno de Puntagorda aprobará un cambio en el reglamento de la tasa de construcción para adaptar el convenio que firmaron con los promotores del proyecto. Una vez se produzca este acuerdo municipal, se procederá a dar la licencia conforme el acuerdo previsto entre el Ayuntamiento y el TMT, según informó el alcalde, Vicente Rodríguez.

Así las cosas, la isla de La Palma tendría, si no se produce un contratiempo de última hora, todo listo para que pudieran comenzar las obras desde ya en la Isla. Mientras que en Hawái, que es la opción prioritaria del consorcio que dirige este proyecto, continúan manteniendo estas dificultades que proceden del choque se produce con el universo religioso y cultural de los aborígenes.

“Mauna Kea es lo que llamamos wao akua, el reino de los dioses altos”, dijo Mangauil. “Muchas de las deidades que reconocemos viven en la montaña, y no subimos a su cima a menos que tengamos que hacerlo”, añadió en unas declaraciones publicadas por el diario Voice of America .

Pero desde estos colectivos conservacionistas no solo apuntan al lado sagrado que encierra este volcán donde se encuentra un observatorio en el que ya operan trece telescopios, sino que también es un punto clave para el acuífero insular, así como un espacio en el que se concentran especies de plantas y animales exclusivos de ese lugar.

De implantarse en La Palma, el municipio de Puntagorda se vería beneficiado notablemente en inversiones relacionadas con la educación, mediante becas, y la creación de nuevos recursos turísticos y culturales.