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“Hay un hartazgo en Canarias y un caldo de cultivo para un cambio como en Andalucía”

Entrevistamos a Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la junta de Andalucía

Vino a Canarias para arropar, tanto en las elecciones generales como autonómicas, a sus compañeros del Partido Popular (PP), donde milita desde muy joven, y especialmente a Asier Antona, a quien le augura los mejores resultados. Es el líder que ha sido capaz de poner fin a 36 años de gobierno socialista en Andalucía, una tarea compleja, porque le supone una presión permanente ya que se siente responsable de ser el depositario de la confianza mayoritaria de los ciudadanos y teme fallarles. Pero al mismo tiempo, el presidente del PP andaluz confiesa que le hace mucha ilusión poder contribuir a mejorar su tierra.

-¿Fue un reto difícil sacar a Susana Díaz del Gobierno?

“Sí, muy díficil porque son muchos años de gobierno en los que el socialismo había tejido una poderosísima red de influencias con un aparato que hacía impensable e impenetrable la posibilidad de una alternancia política en Andalucía”.

-¿No teme que le pase factura haber pactado con Ciudadanos y Vox?

“No, y estoy convencido de ello por una razón, porque el cambio político era muy deseado en Andalucía. Era la única comunidad autónoma de España en la que nunca se había producido la alternancia desde la constitución de la democracia y había ganas de cambio. El acuerdo con Cs es muy razonable y sensato y con Vox, que fue un acuerdo de investidura, se hizo bajo los principios del PP y los principios constitucionales, que para nosotros era un valor fundamental”.

-¿Comparte con esta última formación alguna de sus propuestas, como la más reciente, el uso de armas para defenderse de una amenaza real?

“Vox no ha entrado en el gobierno y es evidente que es un partido y el PP es otro y por lo tanto, tenemos diferencias en muchas cuestiones. Pero en el ámbito de Andalucía hemos buscado la fórmula para sumar en lugar de restar. Pero hay cosas en las que no estamos de acuerdo, como en el uso de armas, una propuesta absolutamente extemporánea y fuera de lugar. En España no hay un problema de seguridad y tampoco cultura de las armas como para que haya necesidad de que los ciudadanos las tengan. Por lo tanto, ha sido un patinazo, una iniciativa que no encaja con el deseo y con el sentir de la sociedad española”.

-Una de las exigencias para apoyar su investidura fue que expulsara a los 52.000 inmigrantes irregulares que hay en Andalucía y sin embargo usted le plantó cara e incluso confirmó que no les quitará la sanidad…
“Nosotros tenemos un valor fundamental en Occidente, en España y en Andalucía, que es preservar la vida y eso significa que también tenemos que hacerlo con las personas que buscan un horizonte mejor intentando cruzar el estrecho para llegar a territorio europeo. Otra cosa es que esté a favor de una inmigración regulada, organizada, transparente, con contratos de origen, donde haya un espacio de cooperación al desarrollo con los países que necesitan un empujón y sin hacer demagogia, como hacen el Partido Socialista y la izquierda. Creo que flaco favor le hacemos a todas esas personas, por el contrario, contribuimos a que las mafias se nutran”.

– ¿Qué opina de la propuesta de su presidente, Pablo Casado, respecto a su plan de adopción para mujeres inmigrantes?

“Con esta iniciativa ha habido mucho interés político y mucho fake. Ha sido distorsionada completamente por parte de la izquierda con un objetivo fundamental: herir al PP y a su líder. Lo que dijo Pablo Casado iba en la línea de una experiencia que se había aprobado con éxito en Madrid y ese era el objetivo, no otro”.

-¿Es posible que en Canarias ocurra lo mismo el 26 de mayo y se ponga fin a más de 20 años de CC en el Gobierno regional?

“Estoy convencido de ello. Canarias tiene los mismos ingredientes que tenía Andalucía antes del cambio: hay un hartazgo, un cansancio del monopolio en el poder de los mismos partidos, y hay un caldo de cultivo para que se produzca una alternancia política. Si en Andalucía, que parecía imposible, es hoy una realidad, estoy convencido de que en Canarias lo será a partir del 26 de mayo”.



-¿Confía en que puedan hacerlo los líderes de su partido?

“Estoy convencido. Conozco muy bien a Asier Antona y es una persona capaz, que ama Canarias como yo he conocido pocas, solvente, son entusiasmo, muy conocedora de la realidad isleña, muy bien relacionada y sobre todo, con unas ganas y una ilusión de transformar Canarias a mejor”.

-¿Conoce los graves casos de corrupción que hay en Canarias, como el denominado ‘Caso grúas’, en el que se investiga al presidente del Gobierno, Fernando Clavijo?
“Lo conozco por los medios de comunicación, por eso veo mucha similitud entre Canarias y Andalucía. En esta última comunidad se daba una pésima gestión, había un problema de corrupción y un hartazgo, porque la clase política se creía impune. El PSOE pensaba que pasara lo que pasara siempre iba a seguir en el poder, y aquí también está pasando algo parecido y eso es negativo para Canarias. Hay un problema de modelo de gestión, hace falta un gobierno limpio, que devuelva la ilusión que se ha perdido. Eso es lo que le pasó al socialismo andaluz. Muchas veces no es un problema de dinero sino de gestión. Andalucía es de las comunidades que más recursos destina a Educación y sin embargo tenemos malos resultados”.

-En su opinión, ¿un presidente que está imputado debe presentarse a las elecciones?

“Me parece una cosa sorprendente porque no recuerdo ahora mismo que haya antecentes en el ámbito autonómico. Desde mi punto de vista se le hace un flaco favor a la credibilidad de las instituciones”.

-Canarias y Andalucía también tienen en común ser las comunidades autónomas con más paro y más listas de espera en la sanidad pública. ¿Cómo se combaten estos dos problemas?
“Con otro modelo de gestión. Hacen falta cosas que no se están haciendo en ninguna de las dos comunidades, como una evaluación de las políticas públicas. Eso es fundamental, por eso nosotros hemos hecho auditorías de órganos instrumentales, pero no para fiscalizar ni perseguir a nadie, sino con el objetivo de evaluar si las políticas públicas que se están aplicando y la manera en que se están haciendo, están dando resultados. Hay que reorganizar toda la parte del sector servicios públicos, evaluándose de manera constante, de manera que lo que no funcione se deseche y se corrijan los errores, y en lo que se acierte se siga avanzando. Ese es el modelo que funciona en los países más avanzados del mundo, el que estamos poniendo en marcha en Andalucía y el que le hace falta a Canarias, donde no se politice ni la sanidad ni la educación”.

-¿Es cierto que Susana Díaz dejó sin gastar 75 de cada 100 euros para mujeres maltratadas?
“Así es. Ese dinero se quedó sin ejecutar y cada euro que no se gasta es un paso atrás en materia de lucha contra la violencia machista. No se pueden hacer grandes discursos, frases ni titulares cuando desde el ejercicio de la responsabilidad no se es capaz de gestionar los recursos que se disponen para ello. Se hablaba de que el socialismo y la izquierda eran un ejemplo de servicios públicos y sin embargo, la peor sanidad de España, la que menos invertía por habitante, era Andalucía. En educación exactamente igual y en servicios sociales hemos descubierto 36.000 personas en listas de espera dependientes y otro medio millón en listas de espera quirúrgicas o diagnósticas. El socialismo manejaba muy bien la propaganda y la publicidad, pero no era capaz de gestionar los intereses públicos”.

– ¿Es partidario de un pacto a la andaluza en España o considera que el PP debe tener libertad para formar acuerdos de gobierno con quien lo estime oportuno?

“En cada territorio hay circunstancias distintas y por lo tanto, los acuerdos lo tiene que marcar cada territorio con su líder. Se ha abierto un horizonte, una posibilidad real de un gobierno PP-Cs con un apoyo desde el Parlamento de Vox. Ese pacto es posible en muchos territorios de España e incluso en el gobierno de la nación. Somos tres partidos distintos y cada cual tiene sus propuestas. Lo que hemos buscado en Andalucía es lo que nos une en lugar de lo que nos separa y lo hemos hecho con un objetivo fundamental: la alternancia en el poder. Creo que esa fórmula es exportable a otros territorios de España y por qué no a Canarias”.

-¿Qué balance hace de sus dos meses de gobierno?

“Aunque son los ciudadanos quienes tienen que evaluarlo, en Andalucía se ha abierto una ola de ilusión y de esperanza. En 60 días hemos puesto en marcha cien iniciativas, casi dos por día. Nunca en la historia ha habido un gobierno que haya trabajado tanto en tan poco tiempo. Hemos tomado medidas en todos los campos y considero que lo que ha notado el ciudadano es un gobierno con las ideas claras, ganas de trabajar, que tiene determinación, planificación y coraje y que está yendo a los asuntos que le importan a la gente, que son el empleo y la calidad de los servicios públicos esenciales”.

-¿De veras cree que Pablo Casado será el próximo presidente del Gobierno?
“Sí, porque tiene mucho talento, frescura, capacidad, solvencia, una larga trayectoria política y tiene la impronta de lo que necesita España en términos de revulsivo económico y territorial. España se enfrenta a problemas muy graves, como una falta de rigor en las políticas económicas que llevó al país a un grave crisis y estamos empezando ya a ver indicios de que con Pedro Sánchez se está reproduciendo ese modelo. Y por otro lado, tiene la determinación para evitar lo que están intentando los independentistas que es romper un proyecto común y compartido que es España. Es la persona más preparada para afrontar estos dos problemas con determinación y sobre todo, con garantía de éxito”.

-¿Si finalmente lo consigue, usted seguirá siendo el presidente de la Junta de Andalucía o se irá con él al Ejecutivo central?

“Por supuesto que estaré en el gobierno de la Junta de Andalucía. Tengo un compromiso muy sólido con los andaluces que es inquebrantable. No hay nada que me haga más ilusión que ser su presidente”.

-¿Se atreve a hacer un vaticinio de los resultados de las elecciones generales?

“Es muy complicado porque hay mucha fragmentación política y formaciones inéditas. No sabemos qué reacciones va a haber con Vox,si va subir mucho o poco y tampoco cómo se va a comportar Cs. Lo que sí sé es que el PP tiene vocación de liderazgo y de mayorías y estamos trabajando para conseguirlo en estas elecciones y para construir un proyecto político. Aquí hay dos bloques, el de Pedro Sánchez, que va a tener que pactar sí o sí con Podemos, la izquierda radical y los independentistas para poder llegar al poder, como hizo en la moción de censura, lo intentó en los presupuestos, y lo hará si gana las elecciones, o un gobierno centrado y equilibrado PP-Cs con apoyos puntuales de Vox. Esas son las dos alternativas, no hay otras”.

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