El gerente de la Asociación de Enfermos Renales de Tenerife (Erte), Avelino Parrilla, aseguró ayer que las políticas de prevención, potenciadas por falta de hábitos saludables en la sociedad y por desigualdades sociales, “han sido hasta ahora un fracaso”. Así lo expresó en una rueda de prensa celebrada en la sede del Colegio de Farmacéuticos de Tenerife con motivo del Día Internacional del Riñón, que se celebrará el próximo 14 de marzo.
A pesar de que España es el “mejor país del mundo” en donación de órganos, cuyos datos alcanzaron el año 2018 en Canarias los 200 trasplantes (de los cuales entre 120 y 130 de riñón), la prevención de las enfermedades renales “siempre es lo mejor” y pasa por evitar el consumo de bebidas azucaradas, las dietas perjudiciales o el sedentarismo, así como controlar el sobrepeso, factores todos ellos que contribuyen a su “aparición silenciosa”.
“Aunque el perfil del enfermo renal es una persona mayor de 60 años”, en los últimos años “los debutantes, entre 40 y 50 años, también se elevan”, alertó Parrilla, quien lamentó además que casi el 60% de las personas que acuden a las unidades de diálisis en las Islas presentan “diabetes descuidada”, generalmente de tipo 2, que se puede prevenir con ejercicio y una dieta sana. En Canarias hay alrededor de 2.000 enfermos renales en cada provincia, de los cuales tan solo el 30% padece la dolencia por razones genéticas.
El tesorero del Colegio Oficial de Enfermeros de la Provincia, Óscar Rey, indicó que las patologías renales también están relacionadas directamente con la pobreza, “según la evidencia científica”, al disponer de menos cobertura sanitaria, accesibilidad a los medicamentos que han de aplicarse de por vida y capacidad para adquirir alimentos saludables. Casi 13 millones de personas en todo el mundo están afectadas por estas dolencias, que suponen la sexta causa de fallecimientos, entre 2 y 4 millones de muertes. Es necesario un abordaje “multidisciplinar” de problemas como la diabetes o la obesidad infantil.