Tras más de cuatro meses reclamando al Estado los ocho millones de euros para el agua de riego, y con una amenaza de manifestación sobre la mesa, el sector agrícola ha decidido acabar con este conflicto después de que el Gobierno central aprobase, el pasado 29 de marzo, el real decreto por el que se autoriza la transferencia de estos fondos. Meses de tira y afloja y de tensión entre el campo canario y el Estado que finalmente han acabado con la desconvocatoria de la protesta prevista para el pasado viernes, aunque desde el sector afirman que “estarán vigilantes” porque, dice la presidenta de Asaga en Canarias, “no nos fiamos”.
-¿Se acabó la batalla del campo canario o han quedado cosas en el tintero?
“Bueno, todavía está pendiente la publicación del real decreto con la ayuda del 100% para el transporte de mercancías agrícolas, así como la transferencia de los 15 millones de euros contemplados para el Posei adicional”.
-De ahí la fecha del 10 de mayo por si se vuelve a incumplir, ¿no?
“En este punto quiero aclararle un par de cosas. Nosotros, como Asaga, no hemos puesto fecha a una nueva manifestación. Lo que hemos dicho es que la quitamos porque de las alegaciones presentadas por la Asociación durante el periodo de exposición pública al que fue sometido el borrador, un trámite administrativo que, por cierto, no se contempló con la anterior partida de seis millones de euros destinadas al mismo fin, se tuvieron en cuenta todas. Y como no tenemos ningún interés político en este asunto, si se cumple con nuestras demandas, nosotros tenemos que responder suspendiendo la protesta que estaba prevista para el pasado viernes 5 de abril. Eso sí, vamos a estar muy vigilantes a que el dinero llegue, porque, si le digo la verdad, no nos fiamos nada. El año pasado se tardó 22 días en transferir el dinero y el secretario del PSOE en Canarias, Ángel Víctor Torres, dijo la semana pasada que en tres semanas el Gobierno regional recibirá el dinero. Estaremos pendientes de que así sea, y si no llega, entonces empezaremos a hablar, porque la gente está enfadada y será mucho más fácil convencerla para salir a la calle. Calentar los motores al campo cuesta mucho, pero una vez que se calientan, no se nos puede frenar”.
-¿Sienten que han ganado la batalla?
“En esta situación no ha habido ni vencedores ni vencidos, simplemente se ha resuelto a última hora un derecho legal que podía haberse solventado mucho antes”.
-¿Cree que puede haber gente en el sector que esté descontenta porque al final no salió la protesta y por eso se mantiene la fecha del día 10 de mayo?
“Seguramente, pero somos una organización seria y coherente y si cumplen con lo que pedimos no tenemos por qué seguir con esto adelante. Aun así, le insisto en que estaremos pendientes de que la transferencia se haga a la mayor brevedad posible, porque, de lo contrario, la protesta continuará”.
-Pero una vez transferido el dinero, será el Gobierno de Canarias el que tenga que hacérselos llegar lo más rápido posible, ¿no? No tardar 14 meses, como ha ocurrido con los 6 millones de 2017.
“Por su puesto, cuanto antes transfiera el Estado el dinero, antes le caemos nosotros al Gobierno de Canarias. Yo entiendo que esta vez será más fácil, porque ya están las bases hechas. Se pusieron alegaciones por parte nuestra y de algunos partidos políticos sobre la manera en la que se repartían los fondos, pero eso ya está arreglado, así que entendemos que el dinero tardará mucho menos en llegar a los agricultores”.
-¿Tiene la sensación de que se han politizado sus reivindicaciones por el momento electoral en el que estamos?
“Nuestras reclamaciones no son de ahora. Llevamos cuatro meses pidiendo que se cumpla la ley. Y si se ha enquistado no es por nuestra culpa, sino porque no se nos ha hecho caso. La gente del campo somos gente seria. Reclamamos algo que nos corresponde y ahora se ha cumplido y por eso suspendemos la protesta. Lo que desde luego tengo claro es que si no hubiéramos amenazado con la protesta, no nos habrían hecho caso, y todavía estaríamos hablando del agua de riego”.