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La historia hace un guiño a la actualidad

Cuarenta años atrás ya se celebraron en España las elecciones generales y las locales en un mes: 1 de marzo y 3 de abril de 1979
Adolfo Suárez (UCD) convocó las elecciones generales para el 1 de marzo de 1979, a un mes de las locales. / DA
Adolfo Suárez (UCD) convocó las elecciones generales para el 1 de marzo de 1979, a un mes de las locales. / DA
Adolfo Suárez (UCD) convocó las elecciones generales para el 1 de marzo de 1979, a un mes de las locales. / DA

Hace cuarenta años ya se celebraron las elecciones locales y generales con apenas un mes de diferencia. Así como Pedro Sánchez convocó las legislativas para el 28 de abril, cuando estaban previstas las del 26 de mayo, Adolfo Suárez señaló en el calendario el 1 de marzo. El 3 de abril de 1979 fueron los primeros comicios municipales una vez restaurada la democracia en España, aprobada la Constitución en el referéndum del 6 de diciembre de 1978. Aquel martes se votó para cubrir los cargos de: concejales de los municipios con una población superior a los cien residentes,  salvo los que por tradición hubiesen adoptado el régimen de concejo abierto; los alcaldes de los municipios de menos de cien habitantes y de quienes  por tradición hubiesen adoptado el régimen de concejo abierto; alcaldes pedáneos u órganos unipersonales de las entidades de ámbito territorial inferior al municipal; consejeros de los cabildos insulares de Canarias; los consejeros de los consejos insulares de Baleares; los miembros del Parlamento Foral de Navarra; los apoderados de las juntas generales de Guipúzcoa, y los apoderados de las juntas del Señorío de Vizcaya. La composición de las corporaciones siguió la estela de las Cortes: ganó la Unión de Centro Democrático (UCD), aunque el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se impuso en ciudades como Madrid, con Enrique Tierno Galván; Barcelona, Narcís Serra, y Sevilla, Luis Uruñuela. Canarias no se desmarcó de la tendencia nacional: la UCD obtuvo el 42,77% de los sufragios (209.334) a los ayuntamientos (591 concejales). A continuación, el PSOE logró el 17,62% (86.242 papeletas) y sumó 214 actas. La Unión del Pueblo Canario (UPC) alcanzó el 11,40% (55.779) y contabilizó 30 concejales, a una distancia sensible del Partido Comunista de España (PCE): el 4,96% (24.291) y 38 ediles. Coalición Democrática (CD), de Manuel Fraga, José María de Areilza y Alfonso Osorio (Alianza Popular, Acción Ciudadana Liberal y Partido Democrático Progresista) se estancó en el 1,84% (8.993), lo que se tradujo, sin embargo, en el mismo número de representantes que la UPC.  La Agrupación Libre de Electores de Tenerife (AL) registró el 1,80% (8.815), con cuatro concejales. Por debajo quedaron en el recuento global de Canarias Asamblea de Vecinos (2), Asociación de Vecinos de Telde (7), Asociación Electoral Independiente de Gáldar (11), Asociación de Vecinos de SLT (12), Asamblea Majorera (31), Partido País Canario (8), Agrupación Independiente de La Orotava (8) y Agrupación de Vecinos de SBT (9). Coalición Democrática no concurrió en Santa Cruz de Tenerife. Como consecuencia de estos resultados, Manuel Hermoso ejercería de alcalde chicharrero hasta 1991. Dos años después de dejar el puesto se convertiría en el cuarto presidente del Gobierno de Canarias (1993 y 1999). A principios de 1983, los regidores de Santa Cruz; La Orotava, Francisco Sánchez, y El Rosario, Elías Bacallado, entre otros, impulsaron la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), germen de Coalición Canaria.   

En Las Palmas de Gran Canaria asumió el bastón de mando Manuel Bermejo Pérez (UPC), con el apoyo del PSOE y de un concejal de Asamblea de Vecinos. En agosto de 1980, el PSOE abandonó el pacto para secundar una moción de censura de la UCD. Bermejo dimitió antes de la votación. Lo reemplazó Francisco Zumaquero García (UPC) y finalmente accedió Juan Rodríguez Doreste (PSOE) con el respaldo de la UCD. En La Laguna también destacó la UCD (13), que dobló al PSOE (6) y aplastó al resto: UPC (4), AEAL (2), PCE (1) y CD (1). No obstante, gobernó el socialista Pedro González (1979–1987). En el Puerto de la Cruz sorprendió Francisco Afonso Carrillo, del PSOE, que, tras “fundirse en un abrazo en la puerta de la Casa del Pueblo con el candidato de la UCD, Celestino Padrón Molina, declaró a DIARIO DE AVISOS: “Siento una alegría enorme y, al mismo tiempo, una gran responsabilidad, porque, sinceramente, no lo esperaba. Es el hito político más importante en el municipio en los últimos años”. En Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga (PSOE) acumula 32 años consecutivos desde que relevó a Juan Manuel Bello Ledesma (ATI), a quien precedió José García Casañas, de la UCD (1974-1983).   

La UCD controlaría todos los cabildos a excepción de El Hierro (Tomás Padrón Hernández, de AHI) y Fuerteventura (Gerardo Mesa Noda, de AM). En Tenerife, José Miguel Galván Bello (1979-1983) retomó el cometido que había desempeñado entre 1964 y 1971. En Gran Canaria se sucedieron José Macías Santana (1979) y    Fernando Jiménez Navarro (1979-1983). En La Palma entró Gregorio Guadalupe Rodríguez (1979-82); en La Gomera, Antonio Plasencia Trujillo (1979-1986), y en Lanzarote, Antonio Lorenzo Martín (79-83).  

“La abstención y UPC, protagonistas de la jornada electoral”, tituló el decano de la prensa canaria. “Moderada euforia en UCD y desencanto en el PSOE y AL”, apostilló. “En UPC, los vivas, las canciones y el jolgorio, como puede suponerse, era tal vez el de mayor intensidad. Los resultados en cada mesa se recibían con aplausos y entusiasmo de los militantes, al ver la progresiva línea de ascenso”.   

Entonces como ahora, se presumía decisiva la política de pactos para dilucidar “la preponderancia de la izquierda, el centro o la derecha”. Tal cual. 

Contraste significativo entre el voto rural y el urbano

El Revista Historia Autónoma (2014), Domingo Garí, del departamento de Historia de la Universidad de La Laguna, escribe que “el voto del nacionalismo radical en Canarias fue de naturaleza urbana”. El profesor observa un significativo contraste en el resultado de las elecciones de la época entre lo rural y lo urbano, con la circunstancia de que, si bien el voto radical más amplio en España se dio en Las Palmas de Gran Canaria y en tercer lugar en Santa Cruz de Tenerife, el de la UCD anotó porcentajes más altos en este archipiélago. En las generales de 1979, el apoyo a las derechas rebasó el 60%, junto a Galicia, Baleares y Castilla y León. 

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