canarios sin fronteras

Juan Manuel, saxofonista tinerfeño en México: “Los jóvenes canarios tienen mucho talento, solo tienen que creérselo”

"El pueblo canario es de gente trabajadora y puede salir adelante en cualquier lugar del mundo". El músico chicharrero nos cuenta cómo se enamoró de una de las ciudades con mayor población del planeta, en plena crisis económica
Juan Manuel Gómez. DA
Juan Manuel Gómez. DA
Juan Manuel Gómez. DA

La de Juan Manuel Gómez, de 42 años, es una historia más de talento canario que se encuentra fuera de las Islas por culpa de la crisis. Tinerfeño de nacimiento, se crió en Los Cristianos y después de estudiar Saxofón en el Conservatorio de Tenerife se quedó sin oportunidades a la vista. En su primera cita con Ciudad de México, en el año 2009, quedaron prendados el uno del otro. Allí se sintió arropado por su gente, a la que define como muy abierta “con el extranjero”. Nos cuenta que México es mucho más que traficantes, balaceras y feminicidios. Él prefiere destacar su sabor, cariño y vitalidad.

-Ahora mismo usted está trabajando en México, cuénteme un poco su experiencia.
“Yo llegué aquí tocando nada más que música tropical, lo que se toca también en los bailes de Tenerife. Me di cuenta de que había que tocar de todo un poco. Empecé en un grupo de blues, donde me enseñaron muchas cosas que no dominaba, como improvisación, acordes… Luego me uní a un grupo de eventos que tocaba de todo, desde jazz hasta rock o pop. Actuábamos en bodas, celebraciones de 15 años, graduaciones, etc. Por otro lado, fui metiéndome poco a poco en acompañamiento de artistas, transcripción de partituras para otros grupos y, sobre todo, seguí estudiando más. En mi época, el Conservatorio estaba muy enfocado a la música clásica y aquí tuve que aprender otras cosas. Hoy en día me conocen más o menos (entre risas) porque Ciudad de México es enorme.”

-¿Se define como un enamorado de la música?
“Sí. Sobre todo de la que me gusta hacer, la música tropical: merengue, salsa…”

-¿Qué es lo que más le llama la atención de Ciudad de México?
“Que es inmensa. Solo en esta ciudad hay casi la misma población que en todas las de España, casi 25 millones de personas.”

-Imagino que cambiar Tenerife por un lugar en el que viven millones de personas habrá sido chocante para usted.
“Pues sí. Cuando llegué me instalé en una zona bastante céntrica. Era muy agobiante. De repente me metí en este mundo y era como ‘Wow’. Al principio me asusté un poco. De hecho, cuando salí del aeropuerto y me subí a un taxi eran las 18:00, la hora en la que hay más tráfico. El taxista se metía entre los coches, aceleraba y daba brincos mientras yo estaba asustado, la verdad. Me decía: “pero como puede manejar así, no respeta ni los semáforos”. Después de esa experiencia preferí coger el metro o metrobus para evitar el estrés que me generaba el tráfico, aunque a los tres años de vivir aquí me compré un coche.”

-Yo no sé si podría convivir entre tanta gente…
“Después de un mes me dije que “esto no es para mí”. Entonces me trasladé a una zona del sur de la ciudad que se llama Coyoacán. Es una especie de pueblito que está más aislado de todo el caos. Yo creo que eso fue lo que hizo que mi adaptación fuera mejor. Ahora vivo en otro barrio que se llama Mixoac (Benito Juárez) y, aunque ya como algo de picante, no llego ni a la mitad de lo que comen las personas que son de acá. Cuando voy para Tenerife el mojo picón no me pica nada.”

-Supongo que el picante de nuestro mojo les parecerá una broma.
“Sí (entre risas). Pero es verdad que lo que les gusta a ellos de nuestro mojo es la mezcla de sabores, porque las salsas de acá no están tan condimentadas ni mezclan tantos sabores.”

-Me gustaría que me hablara de la gastronomía local.
“Cuando iba las primeras veces a los restaurantes me encontraba con cosas muy raras. Nosotros cuando decimos “voy a un mexicano” no sabemos que la comida no tiene nada que ver con esto aquí. Es decir, los burritos y esas cosas no es lo que come normalmente el mexicano. Aquí se comen más tacos, quesadillas, enfrijoladas… A mí lo que más me gusta es ‘taquear’. Hay muchos tipos de tacos. El que llaman ‘al pastor’ me encanta. Es una carne adobada de una manera especial. Se pone en una especie de trompo, como si fuera la carne de los kebab, y le echan piña. Después hay mucho tipo de comidas.”

-¿Qué fue lo que le llevó hasta allí?
“Vine para acá en 2009, cuando estaba empezando la crisis. Veía que estaba afectando mucho a mi trabajo y mi estilo de vida. Tenía en mente pasar en México solo 6 meses. Al principio me pareció un buen lugar, pero no estaba seguro de renunciar, en parte, a mi familia y amigos. El caso es que al final me quedé casi un año. Cuando regresé a Tenerife me di cuenta de que había algo que me hacía querer volver.”

-Vamos, lo de usted y Ciudad de México fue un amor a primera vista.
“Sí. Dejando a un lado lo de la cantidad de gente y el caos que se forma en la ciudad, ves que la gente de aquí da un trato muy especial a los extranjeros. Más allá de esto, es una ciudad que para sobrevivir tienes que adaptarte a algunas cosas. Yo la primera vez que me subí a un taxi, el conductor notó que no era de aquí, me dio una vuelta muy grande y me aplicó otro tipo de tarifa. Después de eso tuve que adaptar el acento; además, a los músicos se nos pega muy rápido. Ciudad México se divide en demarcaciones, que son como mini ciudades, y dentro de ellas hay muchos municipios.”

-¿Cómo es su día a día?
“Depende. No tengo una rutina específica. Doy clases de merengue para tocarlo en el saxofón, que me lo piden mucho, y vienen alumnos los martes y los miércoles. Luego toco en varios grupos. Ahora estamos preparando un concierto con un artista muy joven que estuvo en ‘La Voz’ de México, Lucho Aguilera. Había que elegir un repertorio muy especial con algunos temas que son de él y otros cover de artistas y hemos estado ensayando mucho tiempo. También viajo mucho. Mis días son muy locos. El domingo intento no trabajar para poder pasarlo con mi hija.”

-Ha comentado que da clases de saxofón. ¿Le preguntan sus alumnos por Canarias?
“Sí. Les llama mucho la atención. No me creen cuando les digo que soy español. El concepto que tienen del español es el de “hostia, tío”; es decir, el del peninsular. Entonces ya les digo que soy de Canarias. Curiosamente, hay mucha gente de aquí que ubica a Canarias, incluso Tenerife. Aquí el CD Tenerife fue muy famoso en la ‘época de oro’, cuando estaban Valdano y Redondo y estábamos en Primera División. Era un fútbol muy bonito. Otra gente ubica la Isla por una novela muy famosa de aquí, que se llama ‘La reina del sur’, y sale un fragmento de Tenerife. El otro día también fui con mi hija al acuario de aquí, y se habla de las corrientes marinas que vienen de Canarias. Parece mentira porque somos un territorio pequeñito en el mapa, pero hemos salido hasta en ‘Los Simpson’.”

-Vamos, que se fue por la crisis y ahora no para de trabajar, ¿Volverá a instalarse algún día en Tenerife?
“Por lo pronto, donde tengo que estar es aquí. Lo que sí tengo pensado es, cuando me jubile, pasar la mitad del tiempo en Tenerife y la mitad del tiempo aquí. La verdad que el estilo de vida de México es diferente, pero tiene algo mágico. Igual Tenerife no lo tiene por la insularidad. No hay tantos conciertos, tantas cosas. Se complica el trabajo y el ocio.”

-¿El país es realmente como lo pintan los medios de comunicación extranjeros?
“Mira, te voy a responder con una anécdota. Llevo aquí diez años y jamás me han asaltado. La segunda vez que mi mamá y mi papá vinieron para acá los asaltaron. Ya no quieren venir ni en pintura. Lo que quiero decir es que México es como toda gran ciudad. Casi cuatro veces más grande que Madrid. Entonces, todo lo bueno y todo lo malo que sucede en Madrid pues también hay que multiplicarlo por cuatro. Muchas veces las malas noticias son las que venden periódicos. Eso sí, hay lugares a los que no voy solo ni en broma. Simplemente, tienes que tener cuidado. Cuando uno escucha casos de feminicidio, balaceras entre traficantes y este tipo de cosas es que han pasado, pero no suelen darse aquí, que también, sino en Ciudad Juárez.”

-¿Cómo definiría al pueblo mexicano?
“Es un pueblo muy cariñoso, muy cercanos. Es como un ritual. Primero te dan la mano, luego un abrazo y te vuelven a dar la mano. Yo lo tengo tan asimilado que cuando voy a Tenerife y lo hago se quedan como diciendo “¿Qué estás haciendo?”. También hay gente que no es tan afortunada y tienes que estar un poco vivo con ellos. A mi nunca me ha pasado nada, pero porque yo sé lo que puede pasar. Solo tienes que tener cuidado. Aquí tengo buenos compañeros y buenos amigos. Es un pueblo que por lo general abre las puertas a los extranjeros.”

-¿Qué consejo le daría a los jóvenes que terminan de estudiar y no tienen oportunidades laborales?
“En la música, los canarios somos gente muy talentosa. Hay tanto talento… Pero no solo en la música. Cuando subo vídeos de algunos amigos canarios tocando con Manny Manuel o Elvis Crespo aquí me preguntan, ¿Pero de verdad que son Canarios? Hay demasiado talento. Yo les diría que le echen ganas. Que vengan a México o a donde quieran. Lo que tenemos es que creérnoslo un poco más. El pueblo canario es de gente trabajadora y puede salir adelante en cualquier lugar del mundo.”

TE PUEDE INTERESAR