entrevista

José Luis Rivero Ceballos: “Me parece una barbaridad que alguien vaya a la cárcel por un asunto fiscal”

José Luis Rivero Ceballos es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna, es uno de los más reputados especialistas españoles en su especialidad. Ha impartido e imparte docencia en economía del trabajo y economía política, en política regional y en gestión del patrimonio
Entrevista de Andrés Chaves (I) a José Luis Rivero Ceballos. DA
Entrevista de Andrés Chaves (I) a José Luis Rivero Ceballos. DA
Entrevista de Andrés Chaves (I) a José Luis Rivero Ceballos. Fran Pallero

El profesor José Luis Rivero Ceballos (Santa Cruz, 1953), catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna, es uno de los más reputados especialistas españoles en su especialidad. Ha impartido e imparte docencia en economía del trabajo y economía política, en política regional y en gestión del patrimonio. Ha sido presidente del Consejo Económico y Social de Canarias y es miembro del Patronato de CajaCanarias. Y ha formado parte de las comisiones para la Reforma de la Administración de Canarias y para la Unión Europea. Reconocido autor de libros y artículos, publica, entre otros periódicos, en El País. Fue miembro del sindicato Comisiones Obreras y del Partido Comunista. Hoy mismo se va a Montevideo, a impartir docencia, y después a Ecuador. Fue vicerrector de la Universidad de La Laguna. Actualmente ejercita su labor docente en la Facultad de Derecho lagunera, en diversas materias relacionadas con su especialidad. Estamos, como siempre, en Los Limoneros, José Luis ante una merluza y yo con la ropa vieja del personal. Lo que va a comer el personal siempre está bueno, por la cuenta que le tiene. La merluza también, que conste.

-Conocí a tu padre, que fue promotor de festivales taurinos.
“Yo heredé esa afición. Tengo que reconocer que a mí los toros me gustan, aunque respete a los que opinan lo contrario”.

-Entremos en materia. ¿Estamos ante una nueva recesión económica, como aseguran algunos gurús?
“No, lo que sí se producirá en los próximos años es un menor crecimiento, pero no necesariamente una recesión, que es un crecimiento negativo. A lo mejor pasamos de crecer un 2,7 a un 1,0, por ejemplo, pero a esto no se le puede llamar recesión”.

-O sea, que como lo de 2008, no.
“Qué va, la crisis de 2008 fue comparable solamente, en la historia, a la del crack del 29, si dejamos aparte las situaciones posteriores a las grandes guerras”.

-Lo que nos ocurrió en el 2008 fue terrible. Dímelo a mí que la viví de lleno en mis carnes.
“Es que hasta empresarios de 40 años, prósperos, que habían desarrollado actividades muy rentables no eran recibidos por los directores de los bancos. La cosa pasó de alguien que recibe constantes llamadas de los bancos para ofrecerle dinero, a no ser recibido. Es que las entidades no tenían ahorro, no había dinero, porque hasta ese momento lo pedían y les llegaba. Y habían concentrado demasiado su riesgo en las operaciones inmobiliarias y pasó lo que pasó”.

-¿Y qué fue lo que realmente le ocurrió a nuestra CajaCanarias, José Luis?
“La nuestra era una entidad conservadora, pero el Banco de España presionó y presionó, bajo la amenaza de ahogarla. Y tuvo que fusionarse”.

-Las rurales, no.
“Porque tienen más limitaciones y, con excepciones, eran más pequeñas. Cajasiete, por ejemplo, funciona muy bien”.

-¿Se terminó el negocio bancario?
“El gran negocio bancario está terminado, sí. Ahí tienes la rentabilidad de las acciones de los bancos, que cada vez es menor”.

-¿Qué te parece el nuevo Gobierno de coalición en Canarias?
“Siempre se dice que todos los gobiernos son de coalición entre el presidente y el consejero de Hacienda. Dar a Román Rodríguez Hacienda es entregarle el poder. Román es un político pasional, que mandará mucho en Canarias, si se confirma este nombramiento”.

(Hablamos algo de literatura. José Luis regala mucho El Quijote traducido al español actual por Andrés Trapiello. Y le digo que me parece una gran idea. Yo lo he leído y es una delicia. Ahora estoy leyendo otra cosa de Trapiello sobre la literatura y la guerra civil. Interesantísimo. Tengo que decir que mi entrevistado es un lector empedernido y apasionado, sobre todo de literatura moderna).

-¿Crees que es necesaria la tasa turística, que produce legión de detractores y defensores?
“Cuando se establece un nuevo impuesto es siempre por algo. El motivo es recaudar, si es necesario. ¿Están financiadas las instituciones públicas canarias en este momento? Yo creo que sí. O sea, que el impuesto hoy no haría falta”.

-¿Pagamos demasiados impuestos en España?
“Hombre, yo lo que digo es que si el impuesto de sociedades funcionara, si se recaudara con él lo que se tenía que recaudar, pues Hacienda debería suavizar la renta. Pero fallan las inspecciones, no hay recursos suficientes. Porque si el impuesto de sociedades lo comparamos con otros países de Europa, el español es mucho más bajo”.

-¿Y en Canarias?
“La media de imposición en Canarias es de un 10% menos que en el conjunto de España. Pero, en general, en toda España, la presión sobre sobre las rentas medias o medias bajas sí me parece intolerable”.

-¿Y la famosa lista de morosos con la Hacienda pública?
“Un disparate, que se da de bruces con la Ley de Protección de Datos. No se debe gobernar imponiendo el terror. Que una persona vaya a la cárcel por un asunto fiscal me parece una barbaridad. Cóbrales como puedas, pero no lo encarceles. Las acciones fiscales hay que llevarlas a cabo con sosiego y sin publicidad. Además, con relación a algunos de los condenados a cárcel o a fuertes multas, primero les abres las puertas de sus sociedades, que eran legales, y luego se las cierras de golpe. Es lo que le ha ocurrido a los famosos que están encausados, artistas, futbolistas. No, hombre, con el terror no se gobierna”.

-Italia lo ha comprendido así. Ahora los represaliados fiscales en España, sobre todos los famosos, tributarían en Italia 100.000 euros al año y se acabó.
“Se ve que Italia lo ha entendido”.

(Hablamos de los viejos profesores de La Laguna que José Luis conoció: don José María Hernández-Rubio, don Felipe González Vicén (que tradujo a Nietzsche). Y me cuenta algunas anécdotas)

“Una vez, mi padre invitó a don José María a dar una conferencia en el Club Taurino e impartió una charla completamente antitaurina, con gran cabreo de los asistentes. Y en otra ocasión recuerdo que dio una conferencia en el Paraninfo sobre derechos humanos y lo que hizo fue enfocarla en sentido contrario: anti derechos humanos. Era un personaje. Otra vez invitó a su casa a cenar a todo su departamento y a mí. Era muy amigo de mi padre. Cuando estaban todos sentados a cenar, me dice. “Rivero, venga conmigo”. Me llevó a la cocina y cenamos los dos en la propia cocina, solos, mientras el resto seguía en el comedor”.

(Y entonces yo le recuerdo lo ya conocido del Casino de Santa Cruz. Cuando se presentó allí del brazo de dos prostitutas y el conserje le dijo que no podía entrar en el Casino con aquellas señoritas de dudosa reputación. A lo que el profesor Hernández-Rubio contestó: “No, estas son putas; las que son de dudosa reputación son las que están dentro”. Almorzando en un restaurante de Santa Cruz, Hernández-Rubio me confirmó que la anécdota era cierta. Una vez estaba yo en el bar de Salvador, en la vieja universidad, desayunando junto a él, que era también profesor en la Escuela de Periodismo. Y me dijo, mientras leía algo en la Hoja del Lunes: “Este periódico es el más interesante del mundo, ¿sabe usted por qué?”. “No, don José María”, le respondí: “Pues porque no dice nada”). El profesor Rivero añade:

“Cuando alguien le preguntó a Hernández-Rubio por qué no usaba un ordenador personal, respondió: “No, yo lo que necesito es un desordenador personal”.

-José Luis, tú formaste parte de un equipo para la reforma de la Administración canaria. ¿Se sacó algo en claro?
“Muchas cosas. Elaborábamos informes cada tres meses. Hicimos una comparativa, institución por institución, con las otras comunidades de España: funcionarios, asesores, leyes, normas, todo. El trabajo está ahí, aunque habría que actualizarlo. La Ley de Dependencia fue también una norma muy bien elaborada”.

-¿Y la reforma electoral que algunos se empeñaron en meter con calzador?
“No sirve para nada, ahí la tienes”.

-¿Qué pasará si un día nos falla el turismo?
“Mejor no plantearlo porque un tercio de nuestra economía depende del turismo. Esta sería una hipótesis trágica. Dentro de 100 años vete tú a saber de lo que vamos a vivir, pero ahora es impensable. Llevamos 60 años viviendo del turismo y estamos en la tercera ola del desarrollo del sector, superadas las dos primeras iniciales. Todavía habrá una cuarta ola, que se refiere a las islas que aún no lo han desarrollado y que tendrán un turismo distinto, de acuerdo con las nuevas tendencias mundiales. Pero las perspectivas no son malas”.

(Podríamos estar hablando horas. Pero nuevamente cambiamos de tercio (por usar un símil taurino, que gustará a mi entrevistado) y José Luis cuenta otra anécdota de Hernández-Rubio. Apareció por aquí un catedrático llamado Landrove, que quería enchufar a una adjunta en Derecho Penal, sin decir que era su mujer. Pero todo el mundo lo sabía. Presentó el currículo de la candidata ante la Junta de Facultad, lleno de méritos. Y quería cargarse a los profesores Ángel Isidro Guimerá y Federico Aledo, que ejercían como ayudantes de Derecho Penal. Tras leer los méritos de su esposa, Landrove vociferaba: “Que conste en acta”. Y entonces pide la palabra Hernández-Rubio, sentado en un rincón, y solamente dijo esto, con aquella vocecilla: “Mi familia también es estupenda”. Se originó tremendo jolgorio en la Junta y el tal Landrove se fue al poco tiempo, sin lograr colocar a su mujer y con el rabo entre las piernas).

Terminamos con un whisky en el fresco de Los Limoneros, bajo la carpa de los limones. Ha sido un placer conocer de cerca al profesor Rivero. Nunca habíamos hablado. Seguro que volveremos a mantener una conversación, tan distendida como la de hoy.

TE PUEDE INTERESAR