sanidad

La enfermedad de Chagas y la leishmaniosis, olvidadas por las firmas farmacéuticas

La investigación y tratamiento de las patologías es “poco rentable”, ya que afectan especialmente a Sudamérica, pero también a Europa
Jacob Lorenzo, Fernanda Frank, Patricia Petray y José Enrique Piñero, en el Instituto de Enfermedades Tropicales. DA
Jacob Lorenzo, Fernanda Frank, Patricia Petray y José Enrique Piñero, en el Instituto de Enfermedades Tropicales. DA
Jacob Lorenzo, Fernanda Frank, Patricia Petray y José Enrique Piñero, en el Instituto de Enfermedades Tropicales. DA

La enfermedad de Chagas y la leishmaniosis son dos de las 17 patologías tropicales que la Organización Mundial de la Salud calificó como “desatendidas”, ya que afectan a poblaciones muy empobrecidas o no resultan de interés para que las farmacéuticas inviertan en su investigación por ser consideradas “poco rentables”.

Tanto la leishmaniosis como el chagas afectan especialmente a Sudamérica, pero también tienen presencia en Europa, cuya investigación y tratamiento protagonizan el seminario Nuevas estrategias para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades tropicales desatendidas, dirigido por los investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL) José Enrique Piñero y Jacob Lorenzo, y que cuenta con la presencia de las expertas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina Fernanda Frank y Patricia Petray. Frank habló sobre la búsqueda de metodologías que mejoren el diagnóstico del chagas, mientras que Petray se centró en las terapias, explorando la viabilidad del uso de nanopartículas.

Piñero recordó que el chagas es una patología que se desarrolla de forma crónica en seres humanos a lo largo de muchos años, ya que el parásito ejerce su acción poco a poco hasta desembocar en patologías cardiacas graves e incluso mortales. Posee un componente congénito, al poderse transmitir de madres infectadas a sus fetos, y esa ha sido una de las vías por las que ha podido entrar en España, Francia, Italia y Alemania, a través de la inmigración.

“En España hay alrededor de 50.000 personas que podrían tener el parásito del chagas, sin saberlo, por eso es importante el cribado para detectarlos y, si se trata de embarazadas, hacer un control para que no pase al feto”, explicó el investigador.

En el caso de la leishmaniosis, en Europa está asociada a los perros y canes en general, que son su reservorio principal. “En la Península hay un brote activo en Fuenlabrada (Madrid) de cuatro o cinco años y ha afectado a más de 1.000 personas. Se originó en un ecosistema silvestre, porque había liebres que pudieron servir como reservorio y las moscas la transmitieron a humanos”.

La denominación de enfermedades tropicales quedó anticuada, ya que con el cambio climático, los viajes y la importación de alimentos ya no se da exclusivamente en los trópicos. Piñero explicó que muchos de los medicamentos utilizados para estas enfermedades son tóxicos y tienen problemas de solubilidad.

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