reportero de diario de avisos por un día

La ‘fotocrónica’ de Gustavo Matos como reportero de DIARIO DE AVISOS

El presidente del Parlamento de Canarias estrena una nueva sección de DIARIO DE AVISOS y ejerce de reportero durante una jornada para captar con su cámara las imágenes que nos explica de puño y letra

Por Gustavo Matos

Cada día amanece sobre el Atlántico y las islas se convierten en un balcón hacia el mar. Es un espectáculo diario que muchas veces nos perdemos porque nos hemos acostumbrado a verlo y ya nos hemos olvidado de mirarlo. Pero es un lujo que nos brinda esta tierra en la que nos ha tocado vivir. Igual que el cruzar ese mar, sobrevolarlo para vencer los límites de nuestra insularidad. Las vistas de nuestras huellas agrícolas que se ven desde el cielo son un testigo de nuestro pasado y un reto de cara al futuro. Nuestras cafeterías se llenan de color y de conversaciones. En pocos sitios se desayuna como en las islas. Es algo que se echa en falta cuando salimos fuera. La vida cotidiana es dura para mucha gente de nuestra tierra, especialmente para las mujeres que desempeñan su trabajo como camareras de piso. Por eso, he fotografiado uno de esos carros que vemos en los pasillos de los hoteles, símbolo de lo dura que es su labor. Mi despacho en casa, con una buena parte de los libros que heredé de mi padre, constituye ese rincón para la reflexión y el trabajo que es tan necesario para centrar ideas y proyectos. Como el despacho de trabajo de la Presidencia del Parlamento que en poco tiempo ya se ha convertido en el epicentro de toda mi actividad al frente de la Cámara y con la complicidad de que, cuando levanto la cabeza, al fondo un lagunero me observa a través de su obra, un maravilloso lienzo de Pedro González que mira a otro lagunero. Igual que me observa y está en un sitio destacado de mi biblioteca en casa el carnet del PSOE de mi padre que me recuerda permanentemente su compromiso y su entrega a un proyecto que yo trato ahora de cuidar con los valores que él me enseñó. Esa ciudad que tanto me ha moldeado. Como su Facultad de Derecho en la que estudié mi carrera y en la que me formé como jurista, profesión a la que me he dedicado desde el año 1997. Una ciudad universal que dio a luz al Padre José de Anchieta, fundador de Sao Paulo y cofundador de Rio de Janeriro y cuya casa está en la plaza del Adelantado. Otra imagen desde mi sillón de la presidencia del Parlamento es un hemiciclo en silencio y vacío que aguarda ya el inicio de la nueva legislatura y que es testigo mudo de grandes debates de figuras insignes de nuestra historia política. Y antes de acabar el día, volver a la lectura. Al libro que ahora tengo sobre la mesilla y que trata de explicarnos cómo en estos tiempos que vivimos alguien como Donald Trump pudo convertirse en presidente de la primera potencia de este planeta.

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