Cuando apenas quedan unos pocos días para que se cumplan los simbólicos 100 de gracia, se muestra durante esta entrevista como alguien concienciado de la responsabilidad asumida sin que parezca menguado por la misma, sino más bien todo lo contrario. Como es habitual en él, su sentido del humor está presente en determinados momentos de la conversación, pero en otros se le nubla el rostro al recordar a los más desfavorecidos. Sabe bien que, por si fuera poco ser el nuevo alcalde de La Laguna, carga igualmente sobre las espaldas del socialista Luis Yeray Gutiérrez (La Laguna, 1985) haberse convertido en un referente de la nueva política en Canarias y en la esperanza del socialismo por recuperar sus laureles en la Ciudad de Los Adelantados.
-Respetemos la costumbre y demos esa gracia por los primeros cien días como alcalde de La Laguna. ¿Qué balance hace de los mismos?
“Han sido cien días bastante complejos, de sacar el trabajo que estaba estancado desde hace mucho tiempo. y ha sido una tarea que nos ha costado muchísimo poner al día, entre otras cosas porque todos los días nos hemos encontrado con gente que venía y viene a tocar en las puertas de las Concejalías para preguntarnos por las cuestiones que tienen con el Ayuntamiento. Por ejemplo, que si hace años que esperan por cobrar tal servicio, pero también gestiones sociales de primera necesidad que hemos tenido que sacar adelante… Ha sido bastante complejo, pero estoy convencido de que lo estamos haciendo muy bien y seguiremos así”.
-Es cierto que, lamentablemente, el Ayuntamiento de La Laguna ha distado mucho de ser una administración puntual a la hora de abonar sus contrataciones, con el daño que ello conlleva a trabajadores y empresas. ¿Ha logrado cambiar las cosas?
“La verdad es que ha sido así. Sobre este tema, el concejal de Hacienda me detalló hace unos días que el total de facturas adeudadas por el Ayuntamiento se elevaba hasta los 23 millones de euros”.
-¿En facturas a proveedores?
“Sí, sí. En facturas a proveedores”.
-Estamos hablando de facturas no abonadas a, como se comprobó en un pleno de hace dos años, los acomodadores del Teatro Leal o al que allí había afinado un piano, y que no le habían pagado cuatro años después.
¿Es así?
“Así es. Ahora mismo recuerdo el caso de una persona que había sido contratada para pintar caras en una actividad en la calle y que, pasado el tiempo, seguía sin cobrar los 150 euros pactados. O, por citarle otro ejemplo, un curso de ajedrez impartido en tres días por un monitor y que estaba esperando todavía por sus 600 euros. En definitiva, asuntos que no se les daba importancia cuando sí que la tiene”.
-Insisto. ¿Se han puesto a ello?
“Sí. En estos 100 días hemos bajado de las 3.200 facturas a proveedores aún pendientes que tenía el Ayuntamiento de La Laguna a unas 1.600 y pico. Estoy convencido de que, de aquí a final de año y si seguimos trabajando igual de duro, podremos poner al Ayuntamiento a un nivel propio de la gran ciudad que es”.
-Me consta de su interés por dedicar sus energías al trabajo por hacer y no a contemplar el pasado, pero esos 23 millones en facturas impagadas son una muestra de la herencia recibida en un Ayuntamiento donde el agujero económico llegó a superar los 100 millones de euros. ¿Sigue siendo una losa pesada ese lastre económico, a pesar de que Hacienda ha forzado una disminución notable de dicho agujero?
“Sigue siendo una losa importante, sí. Es una tara que tiene este Ayuntamiento, sencillamente porque la gente no quiere trabajar con este Ayuntamiento. Ni los trabajadores por cuenta ajena ni las empresas. Nos responden que cómo va a contratar otra vez con La Laguna si todavía no le han pagado su anterior trabajo. De cualquier modo, será que no soy un político al uso, pero no vengo aquí a reprochar el pasado, porque el pasado solo nos sirve para saber qué no se debe hacer. Aquí estoy para ofrecer soluciones a los vecinos, porque a ellos no les sirve de nada que les cuenten los problemas heredados. Y eso es un mensaje claro a mi equipo”.
-Permítame al menos una pregunta más al respecto. ¿Cómo van las cosas con Hacienda respecto a lo que resta del agujero económico del que hablábamos?
“Hemos llegado a unos acuerdos con Hacienda para poder pagar de forma fraccionada, como también hemos pactado con instituciones importantes del municipio como la Universidad de La Laguna, a la que le hemos facilitado los pagos de lo que adeuda al Ayuntamiento y que no tengan que abonar también los intereses. Lo mismo hemos hecho con determinados bancos siempre en el afán de que esos intereses de demora no nos ahoguen. Por esta parte, estoy contento del balance en estos 100 días”.
-Me habla de su equipo de gobierno. ¿Cómo funciona ese pacto a tres?
“Lo decíamos al principio del mandato. Si queríamos que este proyecto fuera hacia adelante teníamos que ser un equipo en todas sus vertientes. Desde el primero hasta el último, todos tenemos que tener presentes que somos un equipo, que no caben partidos porque somos el gobierno de La Laguna, el de todos los laguneros. Como es obvio, hay debate, y dura horas. Ahora mismo estamos trabajando en los presupuestos del próximo año, y hay que recordar que tenemos las cuentas prorrogadas desde 2018. Pero estamos llegando a acuerdos entre todos”.
-Ahora viene una campaña, y partidos como el PSOE y Podemos serán rivales directos en las próximas elecciones…
“Aquí siempre hago un matiz, que no es otro sino la diferencia entre el municipalismo y el ámbito estatal, porque es mucho más sencillo llegar a acuerdos a nivel local, donde las ideologías pesan menos. Lo tengo muy claro, y así se lo hemos trasladado tanto a Avante como a Unidas Podemos. Tenemos un pacto estable en el municipio de La Laguna y no tenemos por qué dejarnos intoxicar por lo que suceda a nivel nacional”.
-¿Es consciente de la importancia que tiene La Laguna como símbolo político en Canarias, y más en esa hora de regeneración democrática, tras cuatro años tan tristes y polémicos como los vividos en la Ciudad de Los Adelantados con el precario gobierno de José Alberto Díaz (Coalición Canaria)?
“Soy plenamente consciente. Y no solo es así, sino que el hecho de haber vivido esas incertidumbres, ese fango al que se ha visto arrastrada La Laguna en los últimos mandatos, nos ha dejado claro que no se pueden repetir esos errores del pasado. Cuando nos marcamos las pautas para este nuevo equipo de gobierno, quedó bien claro que todo eso se terminó y que ahora hay que imponer un nuevo modo de hacer y de entender la política, donde no sea noticia que se alcancen acuerdos entre todas las fuerzas políticas. Incluso con la oposición, por supuesto”.
-¿Y ha dado sus frutos esa nueva política de la que me habla, más conciliadora?
“La verdad es que sí, y se ha podido comprobar en los últimos plenos, donde, por primera vez desde hacía mucho tiempo, no se llevaban mociones que fuesen aprobadas por unanimidad. Son cuestiones importantes, porque nos lo piden los vecinos en la calle, que nos pongamos de acuerdo, que seamos capaces de entendernos. Y es nuestro objetivo que así sea, obviamente salvando las diferencias que puedan haber. Al final, esto es un municipio grande, de los más importantes de Canarias. Hay que estar a la altura”.
-Siguiendo el mismo hilo, lo dicho también se puede aplicar a su propio partido, que viene de representar en La Laguna tantas carencias como han sufrido los socialistas durante los últimos tiempos en una Isla como Tenerife.
“Soy secretario general del partido desde hace dos años, y alcalde desde hace poco más de tres meses. Desde que llegué, tenía clara la importancia de ofrecer una imagen de cambio a la ciudadanía”.
-¿Entiende que ha calado ese mensaje de cambio en el socialismo lagunero?
“Totalmente. Se lo garantizo. No se imagina la de compañeros que, decepcionados, se habían alejado del proyecto y que, poco a poco, están volviendo al partido. Estamos muy contentos en ese sentido”.
-¿Cómo vive, desde lo personal, los cambios propios de estos 100 días que lleva como alcalde?
“No cabe duda de que aquel chaval de La Cuesta, del barrio de La Candelaria, con inquietudes políticas para ayudar, ha cambiado radicalmente porque ahora es el representante político de la tercera ciudad más importante de Canarias. Es un salto brutal y, claro que sí, mi vida ha cambiado muchísmo”.
-Dígame la verdad. ¿Todavía le reconocen en casa o ha podido, en lo posible, conciliar?
“[Ríe brevemente] Le reconozco que en casa, lógicamente, también han cambiado muchas cosas, y es verdad que, siendo como soy una persona muy familiar, lamento no poder compartir más tiempo en casa, con mis hermanos, con mis padres, con todos en general… Estos 100 días ha sido prácticamente imposible porque cuando no es una llamada es un correo…”.
-O una procesión, porque vaya fechas le han tocado para debutar como alcalde lagunero…
“Empezamos con el Corpus Christi nada más llegar a esta casa, y solo teníamos cuatro dias para prepararlo en una Concejalía de Fiestas dotada con 3.600 euros para afrontar seis meses de festejos en este municipio. Imagínese, que luego han venido las Fiestas del Cristo, como estamos preparando la Noche en Blanco, y luego viene la Cabalgata de Reyes, solo por citar lo más importante”.
-¿Cómo se las han ingeniado?
“Priorizando y haciendo modificaciones presupuestarias dentro del marco que se nos permite. También solicitamos ayuda y fuimos más creativos para, con menos dinero, trabajar más de cara a la aceptación de las propuestas que nos hacía la ciudadanía, que no necesitan tanta inversión solo haciendo partícipes a los colectivos”.
-Ayer [la entrevista tiene lugar el pasado viernes para el lector] sale un nuevo informe sobre la pobreza en Canarias y los datos, de nuevo, son pésimos. ¿Cómo lo afronta, dadas sus nuevas responsabilidades, desde lo personal?
“Desde hace muchísimos meses repito una y otra vez que el cambio se tiene que notar entre las personas más necesitadas del municipio. A medida que van pasando los días desde que soy alcalde, le confieso que se me cae el alma a los pies cuando vas conociendo los testimonios de quienes vienen al Ayuntamiento porque no llegan a final de mes, no pueden pagar el alquiler o la situación en su casa es extrema. Hay unas 1.300 familias en este municipio que lo están pasando francamente mal, y lo que podamos hacer nosotros por ellos pasa por el presupuesto, que es la herramienta adecuada para salvar estas carencias sociales. Queremos darle un vuelco a esta situación”.
-Habrá que ir paso a paso. ¿Tiene algo ya en lontananza?
“Sí. En los próximos meses, en aquellas viviendas donde lo están pasando mal buscamos la manera de al menos apoyarles con esos gastos corrientes sean a coste cero. Por ejemplo, y me llamaban loco cuando lo prometía en campaña, queremos que no existan más desahucios hídricos en el municipio de La Laguna”.
-¿A qué se refiere?
“A que cuando una familia de La Laguna abra el grifo de casa, vamos a garantizar que salga agua por muy mal que esté económicamente. Como vamos a garantizar lo mismo con la luz. Nosotros no podemos mirar hacia otro lado, y eso lo vamos a conseguir”.
-¿Qué pasará con los problemas de Las Chumberas?
“Es fundamental para nuestro proyecto político, porque esos vecinos llevan 12 años sin que nadie haga nada por ellos. Lo primero ha sido solicitar los expedientes, para saber su estado actual; lo segundo fue dar conocimiento a los afectados de lo que pasaba realmente y de los desahucios, que estaban comunicados ya dos meses antes de llegar nosotros pero no se les había dicho. Les hemos escuchado, y saben ya que se abrirá una oficina de Muvisa para atenderles. En realidad, lo que más piden es que les tengamos informados. Cuando se firme el convenio comenzaremos las obras, pero con seriedad, dejando claro cuándo empezarán y, sobre todo, cuándo terminarán”.
-¿Y en El Cardonal?
“Trabajamos para que no se pierda esa subvención de 1,5 millones para hacer las catas, porque el Gobierno de Canarias estuvo mucho tiempo esperando una respuesta del Ayuntamiento que no llegaba. Lo hemos conseguido, y con ese dinero sabremos a qué atenernos. También trabajamos para saber el estado de los bloques en Princesa Yballa, pero según nuestros informes son temas distintos”.
-Gracias al caso Grúas, pero sobre todo al caso Reparos, sabemos del irregular modo de contratación imperante en este Ayuntamiento hasta ahora. ¿Lo tiene claro?
“Muy claro, Hasta aquí llegamos. No podemos seguir con irregularidades manifiestas”.