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Miguelina Martín, socia número uno del Tenerife: “Voy al Heliodoro con mis hijos, con mi nuera y con mis nietos”

Socia número uno del CD Tenerife, ante el derbi
Miguelina Martín: “Voy al Heliodoro con mis hijos, con mi nuera y con mis nietos; somos una saga blanquiazul”. DA
Miguelina Martín: “Voy al Heliodoro con mis hijos, con mi nuera y con mis nietos; somos una saga blanquiazul”. DA
Miguelina Martín: “Voy al Heliodoro con mis hijos, con mi nuera y con mis nietos; somos una saga blanquiazul”. DA

Lleva 64 años viviendo la pasión blanquiazul. Ella es Miguelina Martín Olivera (30/09/39, Santa Cruz de Tenerife), la socia número uno del Club Deportivo Tenerife. “Llevo más años siendo socia del club que edad tiene el presidente”, dice sonriendo esta acérrima seguidora tinerfeñista, que además tiene el número 21 en el listado general de socios de la entidad. Con 80 años que tiene, muy bien llevados, Doña Miguelina no se pierde ni un partido de su equipo, ese que empezó a seguir cuando apenas tenía 16 años. Fue con tan tierna edad cuando comenzó a acudir al viejo estadio, siendo de las pocas mujeres que por ese entonces iban a ver los partidos de fútbol. En plena década de los 50, el deporte rey estaba casi destinado por completo a los hombres, pero siempre hay valientes que abren camino para que hoy en día el fútbol sea una cuestión tanto masculina como femenina.

-¿Cómo fue que le picó el gusanillo del fútbol?
“Mi marido, que ya ha fallecido, era socio y cien por cien seguidor del club. Si hubiese estado vivo creo que sería el socio número uno, porque me llevaba mucha diferencia y yo soy ahora mismo la socia número 21. Él fue el que me me hizo socia, pero fui yo quien se lo propuse. Él se iba al estadio a ver el fútbol y yo me tenía que quedar en casa un domingo sí y otro no. Entonces le propuse que me hiciera socia para yo también salir. Así empecé a ir a los partidos y la verdad es que me gustó y me quedé para siempre”.

-¿Cuál era su grada por aquel entonces?
“La de Herradura, pero no la Herradura de las tablas, sino la anterior. Cuando arreglaron San Sebastián Baja, fue cuando me cambié de grada y la verdad es que tenemos unos sitios privilegiados. Estamos en el mismo centro del campo, en la fila 10, aunque a ya me empieza a costar subir las escaleras. Allí no nos llueve y tampoco nos da el sol. Es un sitio fabuloso”.

-¿Qué le decían sus amigas cuando usted decía que iba a ver el fútbol al estadio?
“Yo no tengo amigas. La tuve cuando era pequeña, pero desde que me casé, siempre he estado con mi marido y con mi familia. Nada más. No soy de salir, ni de quedar con alguien para vernos en algún sitio y tomar algo.

-¿Ahora acude a todos los partidos que el equipo juega como local?
“Sí, por supuesto. A todos, salvo que esté ingresada en el hospital, que he estado una o dos veces. Me acuerdo una vez que salí un viernes del hospital y esa misma noche jugaba el Tenerife. No dejé de ir. Y voy con mis hijos, con mi nuera y con mis nietos. Ya lo nuestro es una saga blanquiazul. Uno de mis nietos es socio del club desde que nació, porque su padre le hizo socio. Cinco de la familia somos socios del Tete”.

-Cuando usted se hizo socia, no era normal que las mujeres fueran al fútbol. Ahora, como es lógico, ya es lo más natural del mundo.
“Es verdad. No era normal, pero hoy sí. Hoy incluso somos más nosotras que ellos. Pero a mí nunca me dijeron nada. Nosotros íbamos muy tranquilos y jamás tuvimos ningún problema. Y como lo pasaba bien, seguí acudiendo a mi asiento y realmente me gusta”.

-¿Nunca le miraron mal ni le dijeron algún comentario?
“Nunca. Sería porque siempre iba acompañada o porque estarían fijándose en el partido”.

-¿Con qué partido se quedaría? Uno que tenga especialmente guardado en su memoria.
“Pues hay muchos. El Tenerife ha jugado grandes partidos en el estadio, pero me quedo con aquellos de Primera División o de la Copa de la UEFA. Aquellos encuentros son especiales”.

– ¿Y en lado negativo?
“Uff, también hay muchos que son para decir, no vuelvo más. Tengo guardado aún el que jugamos contra el Getafe hace dos temporadas. Nos jugábamos el ascenso y no lo logramos. Fue una pena enorme. Dolió mucho, porque lo teníamos en la mano y se nos escapó”.

-¿Y este año cómo ve al equipo?
“Pues más o menos como el año pasado. No me está gustando algunas cosas que estoy viendo. Subir a Primera no van a subir, pero por lo menos que no nos hagan sufrir tanto como la temporada pasada, que íbamos a un partido y era como acudir a un juicio. No vas al estadio a disfrutar. Ante el Numancia íbamos ganando 2-0 y ellos metieron dos. Menos mal que logramos ganar. Y el otro día cuatro. Cuando vi el 2-0, me fui a mi cuarto y no quise saber nada más”.

-¿Le gusta el entrenador y la plantilla que hay?
“De momento, a ambos se les ha visto muy poco. Esperemos que ofrezcan algo más. En realidad tampoco ha habido muchos partidos, por lo que hay que tener algo de paciencia y dar un margen de confianza”.

-Y con ese clima que usted comenta, llega el derbi. ¿Cómo cree que llega el Tenerife a uno de los partidos más importantes del año?
“Ufff, me tiene bastante nerviosa, porque con ellos la derrota me sabe mucho peor que contra nadie. Pero hay que afrontarlo, ir con optimismo y esperar que ganemos. El año pasado les tratamos de tú a tú y llevan muchos años sin ganar, por lo que espero que siga la racha”.

-¿Son favoritos ellos?
“Pues no lo creo, porque no han hecho nada en los tres partidos que han jugado. Yo creo que están nivelados, pero de todas maneras, este tipo de partidos son muy diferentes a todos los demás”.

– Habrá vivido muchísmos derbi. ¿Se queda con alguno?
“Muchísmos, pero solo aquí. Nunca me he ido a Las Palmas a ver un derbi. Aquí he visto todos los que se han jugado desde el año 1955, que fue cuando me hice socia”.

¿Qué opina de la directiva? ¿Qué le parece la gestión que está realizando Miguel Concepción al frente del Tenerife?
“No me quiero meter mucho en ese tema, pero entiendo que su puesto es muy complicado. Por donde yo me siento, no escucho gritos en su contra. Un poco más allá, sí que le corean cosas en su contra, pero es muy difícil estar ahí. Es complicado hacer equipos buenos, porque es el dinero el que manda sobre los futbolistas. Mire Javier Pérez, que para mí ha sido el mejor presidente que ha pasado por el CD Tenerife. Él trajo a lo mejorcito del mundo, ¿pero cuánto le costó al Tenerife eso? Acabó endeudado por todos lados, pero pasamos unos cuantos años viendo lo mejor del fútbol mundial. Miguel Concepción tuvo un detalle muy bonito conmigo que nunca olvidaré. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el club me invitó a ver el partido Tenerife-Oviedo (3-1) en el palco de honor. Pero no solo eso. También hice el saque de honor, ya que llevo toda una vida toda siendo blanquiazul y soy abonada que más tiempo lleva vinculada al CD Tenerife. Además, el presidente me hizo entrega de la tercera camisa oficial de la temporada pasada. Fueron unos gestos que nunca llegaré a olvidar”.

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