La Policía de Nigeria ha informado este sábado de que ha liberado a casi 150 estudiantes de un internado coránico en la que se perpetraban abusos contra los menores.
Se trata del cuarto caso de este tipo destapado en el último mes y supone que la cifra total de menores liberados en el norte de Nigeria en escuelas religiosas a más de un millar.
Estos sucesos incrementan la presión sobre el presidente Muhammadu Buhari para que tome medidas ante la laxa regulación de las escuelas coránicas o Almajiris responsables de la educación de millones de menores en el norte de mayoría musulmana.
El gobernador del estado de Kaduna, Nasir El Rufai, ha sido quien ha ordenado la última operación en una escuela coránica de Rigasa, han informado fuentes oficiales. Los menores han sido trasladados a un campamento cercano donde han formado antes agentes de las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, este caso difiere de los de las anteriores en que al menos 22 de los 147 liberados eran chicas, ha explicado el comisario de Derechos Humanos de Kaduna, Hafsat Baba, en declaraciones a Reuters.
Fuentes oficiales han explicado que el colegio pertenecía a un hombre también propietario de otra de las escuelas intervenidas, un centro de Katsina que fue destapado esta misma semana. El individuo está ya detenido.
La Presidencia ha apuntado este mismo sábado que “ningún gobierno democrático responsable toleraría la existencia de cámaras de tortura y abusos físicos de internos en el nombre de una rehabilitación de las víctimas”.
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