El comienzo de temporada de Michelle Alonso está siendo especialmente alentador. En una campaña en la que tiene como foco principal de atención la cita de Tokio 2020, la nadadora del Midayu Tenerife está demostrando que está a un nivel superlativo. En la tercera jornada de los INAS Global Games 2019, que se están celebrando del 12 al 19 de octubre en la ciudad de Brisbane, Australia, la sirenita tinerfeña se colgó la cuarta medalla de la competición. Con un tiempo de 0.32.03, logró un metal de bronce en los 50 metros mariposa. Con este registro se quedó a una centésima de batir su propio récord de España en la modalidad.
Esta es su cuarta medalla en esta competición internacional. El primer día logró el campeonato del mundo Inas en los 50 libres femenino con un tiempo de 0.28.76. Además, ya contaba con una de bronce en el relevo 4×50 libre femenino en el que compitió con el resto de componentes de la Feddi(Federación Española de Discapacidad Intelectual). En la segunda jornada logró el campeonato del mundo Inas en los 100 braza femenino con un tiempo de 1.16.18.
Su entrenador, José Luis Guadalupe, realiza una valoración realmente positiva del nivel que está demostrando su pupila en Australia. “La valoración es bastante positiva, porque se han logrado registros importantes y varias medallas que no esperábamos a estas alturas, porque Michelle está empezando la temporada”, asegura a DIARIO DE AVISOS.
Recuerda que la deportista llega a esta cita después de haber tenido mucha presión en el Mundial de Londres y después de que en Yokohama también haya estado a gran nivel. “Luego estuvo ocho días seguidos sin tocar el agua y que ahora esté en su nivel, la verdad que es sorprendente”, recuerda el preparador del Club Midayu Tenerife, quien insiste en que “ha hecho marcas que casi han rozado sus récords personales en pruebas cortas y una marca muy buena en los 100 braza”.
Respecto al día a día, Guadalupe admite que estos días de competición se están convirtiendo en una verdadero maratón, hasta el punto de que “nos estamos planteando que no nade más relevos, ya que los nadadores están muy cansados y apenas tienen opciones de conseguir medallas”. “Los días son muy exigentes, ya que las competiciones se alargan mucho. Pasamos casi 14 horas fuera del hotel y estamos todo el día en el piscina, que eso agota bastante. Por la mañana tenemos las pruebas clasificatorias y por la tarde las finales. Encima, ella nada casi todos los relevos”, indica el preparador, quien ya tiene fijada la próxima hoja de ruta de Michelle: “Después de este campeonato, intentaremos que esté otros siete u ocho días parada, ya que no puede parar más y enfocar ya todo el trabajo físico y de rendimiento deportivo para Tokio 2020. En febrero del año que viene tiene que refrendar la mínima, que es bastante asequible teniendo en cuenta las marcas que ha logrado en Australia”, concluye el técnico.
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