Durante las últimas semanas ha sido objeto de duras críticas por parte del Gobierno insular (PP-PSOE), que lo culpabiliza de haber llevado a cabo una “lamentable gestión” en la pasada legislatura como consejero delegado de la empresa pública Sodepal, propiedad del Cabildo palmero. El nacionalista Jordi Pérez Camacho (Los Llanos de Aridane, 1988) dice no ser partidario del “y tú más”, aunque en este caso, arremete contra el actual vicepresidente, Anselmo Pestana (PSOE), al que acusa de ser copartícipe y conocedor de las prácticas que se hacían en la citada sociedad.
-¿De dónde proceden los 1,4 millones de déficit en Sodepal?
“Esa deuda no está aprobada en el Consejo de Administración de Sodepal, es una información que solo maneja el Gobierno y de la que a nosotros no se nos dan detalles. Solo nos entregaron dos documentos muy simplificados: una cuenta resultado y una cuenta de pérdidas y ganancias. Y en medio de la reunión, nos enteramos que se han imputado en el déficit de 2018 los créditos de dudoso cobro que había frente a terceros, así como se sumaba la cantidad correspondiente a una póliza de crédito con la que trabajaba Sodepal; lo que han hecho es computar como gasto real algo que no es exigible hasta 2020”.
-¿A qué se refiere al decir créditos de dudoso cobro?
“Existen desde 2009. Son empresas que han recibido servicios de Sodepal y que no han pagado. Nosotros estábamos personados en muchas ocasiones ante el concurso de acreedores a la espera de poder cobrar, porque muchas de esas mercantiles estaban declaradas en quiebra”.
-¿Cómo se explica que Sodepal presupuestara una cosa y el Cabildo otra? ¿Qué ha fallado?
“El presupuesto aprobado por el Consejo de Administración es, por ejemplo, para proyectos como Agrodiversidad, de 72.000 euros, y, finalmente, solo se ingresaban 65 mil. Esta táctica se reiteraba en el tiempo y en el año 2019 volvió a producirse. Era una situación que José Luis Perestelo (CC) conocía sobradamente, y sé de buena tinta que lo habló en reiteradas ocasiones con el presidente [Anselmo Pestana], con el objetivo de regularizar la situación económica de Sodepal, que dependía absolutamente de la voluntad política del Cabildo. Y esa circunstancia nunca llegó”.
-Entonces, según usted, ¿la culpa sería de Anselmo Pestana?
“Él era el presidente del Cabildo, y a su vez era el presidente de Sodepal. Yo, a pesar de ser consejero delegado de la empresa, tenía el 50% de la firma compartida con él. Ninguna operación se podía hacer sin su firma. Anselmo Pestana, como máximo responsable del Cabildo, tenía que procurar que finalmente esas aportaciones se hicieran. El gran problema económico que tiene Sodepal se llama Cabildo Insular de La Palma; es su principal deudor”.
-Pero, suponiendo que fuera cierta la falta de voluntad, ustedes, CC, llevaban Hacienda, ¿por qué no ejercieron presión?
“Porque era una cuestión sencilla del día a día a la que no se prestaba atención; se esperaba por la aprobación del presupuesto o del remanente. Situación que, año tras año, se iba solventando a última hora. Yo no era ni un alcalde ni una persona con cargo dentro de Coalición Canaria. Era un consejero con problemas de financiación en mi Área porque ocurría una práctica que me limitaba. Y ante la circunstancia donde yo planteaba esto a mi partido, mi partido hizo o no hizo lo que tenía que hacer. No lo sé”.
-¿Qué hay de la Ley de Contratación? El presidente actual, cuestionó que se cumpliera.
“Sodepal tiene sus normas de contratación aprobadas por el anterior grupo de Gobierno, que establecen unos criterios para ello. Lo que sí que es verdad es que hay contratos de carácter artístico, que contempla la propia Ley de Contratos Públicos, que no necesitan ir a licitación pública. Vienen justificados por la necesidad de que, por ejemplo, si quieres a Maná, aunque cueste más de 15.000 euros, puedes contratarlo. Es una previsión legal que está. Aparte, todos los contratos que se hacen en Sodepal tienen un informe técnico y otro jurídico para las cantidades económicas significativas”.
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