Existen ocasiones en las que influencers y youtubers sobrepasan una serie de límites con el único propósito de conseguir visibilidad y, por consiguiente, rentabilidad. Aunque para ello, tengan que menospreciar la integridad moral de quien se les plazca.
Esto fue lo que ocurrió hace unos años con un joven que se hacía llamar ReSet, quien ofreció a un mendigo galletas rellenas de pasta de dientes y colgó el vídeo en YouTube. Posteriormente, fue condenado a no usar la red social durante cinco años y a 15 meses de cárcel. Asimismo, la sentencia recogía que ReSet debía indemnizar por daños morales con 20.000 euros al mendigo, que ese día ingirió las galletas, causándoles vómitos y mareos.
En su canal también se encontraron otros vídeos en los que vejaba a personas “indefensas y vulnerables”, en los que les ofrecía un bocadillo relleno de excrementos de su gato, sin conseguir que nadie lo comiera.
Lamentablemente, existen casos similares que vuelven a generar un debate moral. Y es que la youtuber del canal Elvasomediolleno, llamada Maribe, ha compartido un vídeo denominado 24 horas haciendo feliz a los demás que consistía en tirar magdalenas por la ventanilla de su vehículo en “barrios pobres y conflictivos de Valencia”, según afirma la propia autora. “¿Es que a la gente se le ilumina la cara, verdad?”, afirmaba la conductora del vehículo que acompaña en la grabación a la youtuber tras lanzar un paquete de bizcochos.
El vídeo, que ya ha sido eliminado de la red social por Maribe, ha suscitado la polémica en Twitter, cuyos usuarios aseguran que la acción solo pretende burlarse de las personas sin recursos. A continuación, compartimos un hilo de esta última red social que recoge algunos fragmentos de la grabación.
Clasismo y romantización de la pobreza en estado puro.
HILO:
(Advierto que es muy bestia) pic.twitter.com/guaUaWPUnK— janistopia (@janistopia) January 18, 2020
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