Ryanair ha informado este martes de que poco más de 200 empleados de las tres bases que cerró el pasado 8 de enero en Canarias han sido despedidos, mientras que en torno a un centenar han sido recolocados en otras bases europeas manteniendo su antigüedad.
Así lo ha confirmado el director de Recursos Humanos de Ryanair, Darrell Hughes, durante un desayuno informativo en Madrid, donde ha detallado que las recolocaciones en otras bases europeas de la compañía se han realizado según las preferencias de los trabajadores.
El pasado 8 de enero la aerolínea consumó el cierre de sus bases en Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote aludiendo a los problemas con el modelo 737 MAX de Boeing, que tiene prohibido el vuelo tras los dos accidentes que provocaron la muerte de 346 personas.
En cuanto a la base de la aerolínea en Girona, cuyo cierre llegó a plantear, la mayoría de los trabajadores han aceptado los nuevos contratos estacionales, mientras que unos 20 se han acogido al ERE.
Según la aerolínea, los despidos y los nuevos contratos temporales en Canarias y en Girona se han regido por la legislación española, aunque han apuntado que la semana pasada se reunieron con la Inspección de Trabajo de la Generalitat y con inspectores de Girona, tras lo que han asumido que tendrán que matizar algunos aspectos terminológicos de los contratos.
Esto se produce semanas después de que saliera a la luz un informe de la Inspección de Trabajo de Cataluña en el que se constataba que los nuevos contratos firmados tanto por tripulantes de cabina como por los pilotos de la base de Ryanair en Girona no se ajustaban a la legislación nacional vigente.