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Bern Walser, uno de los turistas del hotel de Adeje: “Es muy aburrido, nos gustaría explorar la maravillosa Isla”

Un ciudadano alemán confinado en el interior del H10 Costa Adeje Palace lamenta que “hemos gastado dinero” en unas vacaciones “para nada”, aunque prefiere quedarse con que “la gente del hotel es muy agradable; hacen realmente un gran trabajo”. Además, asegura que él y su familia no tienen “miedo”
El pasado sábado, Bern, Katrin, Clara y Laura llegaron a Tenerife. El domingo no salieron del complejo por la calima, y el lunes dieron una vuelta por La Laguna. Sergio Méndez

“Hago esto por vuestra preciosa isla y su increíble gente”, afirma Bern Walser al ser contactado por DIARIO DE AVISOS. Este ciudadano alemán planificó viajar a Tenerife, a donde había ido de vacaciones el año pasado, para celebrar su 60 cumpleaños. “Parecía una buena idea”, dice apenado, aunque “resultó ser un desastre”. Se refiere a que tanto él como su esposa Katrin y sus dos hijas, Clara y Laura, que llegaron hace justo una semana a Canarias, eligieron para alojarse el hotel H10 Costa Adeje Palace, un complejo de cuatro estrellas en el que esperaban encontrar relax y confort. No obstante, por avatares de la vida, acabaron en una cuarentena por el Covid-19.

Explica que la familia arribó a la Isla el pasado sábado en avión. Dado que lo hicieron por la tarde, quisieron tomarse la jornada vespertina para descansar. “El domingo había calima y nos quedamos en el hotel”, indica. Al fin el lunes pudieron dar una vuelta por La Laguna. “Ese fue un gran día. Tomamos algo en un bar que hacía esquina y disfrutamos de música en directo”. Pero al despertarse el martes, “vimos la hoja de papel debajo de la puerta y hasta ahora no hemos sabido nada”. Les notificaron que iban a permanecer en aislamiento porque algunos huéspedes habían dado positivo en un test para el coronavirus de Wuhan. Sus vacaciones, aparentemente, se habían arruinado.

Pero, como dice el refrán, no todo el monte es orégano. “Los primeros días fueron muy duros. Ahora, al menos, podemos salir al jardín y comer en el restaurante con el resto de huéspedes”, asegura, por lo que también “intentamos ver lo mejor de la situación”. A pesar de ello, reconoce que si bien “mi mujer y las chicas toman el Sol en la piscina”, para él “es muy aburrido”.

Cuestionado por lo que más extraña de salir al exterior, asevera que “me gustaría explorar la Isla. Nuestro coche está aparcado fuera del hotel y nadie nos ha dicho cuánto tiempo vamos a estar. Hemos gastado dinero para nada”. Aún así las cosas, recalca que “estamos bien y el personal del hotel es muy agradable; hacen realmente un buen trabajo y debemos estarles muy agradecidos”.

“Creo que debemos ser cuidadosos y hacer lo que nos diga el Gobierno español. La embajada nos ha facilitado su dirección de contacto y el número de teléfono de la oficina que tienen en Madrid por si tuviéramos alguna duda. No tenemos miedo, nos tomamos la temperatura tres veces al día y hemos hablado con amigos y gente de nuestro trabajo. Lo que sí es triste es no poder ver la Isla”, concluye.

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