“Mientras todos mis compañeros centraban su atención en los genes de nuestro genoma, yo me dedicaba a buscar en el ADN basura”. Y ahí encontró el doctor Jose M.C. Tubío, director del grupo ‘Genomas y Enfermedad’ del CiMUS de la Universidad de Santiago de Compostela, “varios tesoros” que le permitieron descubrir el hallazgo cuyos resultados publican hoy Nature y Nature Genetics.
Se trata de un mecanismo de mutación implicado en el desarrollo de los cánceres humanos que pone en el punto de mira a los retrotransposones, regiones de ADN hasta ahora ignoradas que explican el origen y progresión de ciertos tumores y abren nuevas vías de prevención y tratamiento de esta enfermedad.
El trabajo, el mayor realizado hasta la fecha en el campo de la genómica del cáncer, incluye el análisis genómico de tumores en casi 3.000 pacientes y 38 tipos diferentes de cáncer. Se enmarca en el consorcio internacional Pan-Cancer, una iniciativa de enorme envergadura para el estudio de las bases genéticas del cáncer, en la que participaron durante siete años cerca de 1.000 investigadores de todo el mundo.
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