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Antonio Rico Revuelta: “La crisis está aquí y ya no es solo sanitaria, estamos ante una crisis humanitaria”

Este médico de familia de 60 años está encantado de estar otra vez en primera línea, una tarea que lleva con orgullo
El presidente autonómico de Cruz Roja, Antonio Rico Revuelta. Fran Pallero
El presidente autonómico de Cruz Roja, Antonio Rico Revuelta. Fran Pallero
El presidente autonómico de Cruz Roja, Antonio Rico Revuelta. Fran Pallero

Antonio Rico Revuelta afronta una nueva etapa al frente del Comité Autonómico de Cruz Roja. Llegó a la institución hace más de 40 años, siendo un adolescente. Este médico de familia de 60 años está encantado de estar otra vez en primera línea, una tarea que lleva con orgullo.

– Con toda la experiencia que tiene a sus espaldas, ¿pensó alguna vez afrontar un reto como el que se le presenta ahora?
“No llegué a pensarlo. Nuestra generación nunca llegó a vivir una situación similar y si alguien nos dice hace menos de un año que iba a pasar esto, le diría que no, pensaba en mi jubilación y en irme a la playa. En Cruz Roja estamos viendo que hay gente en Canarias con menos oportunidades, que tienen una vulnerabilidad permanente, casi heredada, ya que es mucho más difícil salir adelante desde una familia en tales circunstancias. Hablamos de las personas en paro crónico o las familias monoparentales, que tienen más dificultades para salir adelante. Sus hijos tienen más opciones de dejar de estudiar si hay un revés”.

– ¿Cuáles son las labores fundamentales que desarrolla Cruz Roja en las Islas en esta crisis por la Covid-19 y los sectores poblacionales que atienden?
“Tenemos unas 1.800 personas trabajando diariamente en Canarias, unos 500 profesionales y unos 1.300 voluntarios, realizando diversas labores. Tenemos una media de ocho ambulancias cada día a disposición del 1-1-2 para reforzar la actividad. La Covid-19 obliga a una limpieza especial de las ambulancias del SUC y, para ello, hay que sacarlas del circuito. En esos momentos, si hay una urgencia, acudimos y así el afectado no tiene que esperar tanto para ser trasladado a un centro de salud o un hospital. Además, trasladamos muestras para analizar el virus. También hemos colaborado en la instalación del hospital de campaña del Recinto Ferial. Tenemos los equipos ERIE de Intervención Psicosocial por si somos requeridos. Asimismo, estamos dando kits de aseo, ropa y mantas en los cuatro albergues que hemos instalado para las personas que no tienen hogar en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, y hemos facilitado a diferentes ayuntamientos camas, almohadas, sábanas, mantas y artículos de higiene para que pudieran ampliar sus albergues. Toda nuestra flota de vehículos está dedicada al reparto de medicinas y alimentos para aquellas personas que no pueden salir de sus domicilios y, además, tenemos el Centro Logístico de Tenerife y el Centro de Coordinación de Las Palmas disponibles. Por tanto, estamos luchando a brazo partido con nuestro personal y nuestras infraestructuras para conseguir dar la mejor atención a los ciudadanos de las Islas. Pero no hemos dejado de hacer nuestras actividades habituales: la atención de inmigrantes y a las personas mayores, la teleasistencia a 40.153 personas, la atención a las mujeres que sufren violencia de género, los cursos de formación online para desempleados y jóvenes para que cuando pase todo esto tengan mayores habilidades, o la formación sanitaria ahora frente a la Covid-19 en Canarias y África”.

-Hemos tenido escasas oportunidades en diferentes épocas, lo que obligó a muchos canarios a emigrar. Ahora llegan pateras a nuestras costas y hay que prestarles ayuda…
“A ellos les pasa igual que a nosotros cuando emigramos a Cuba o Venezuela, no teníamos ninguna oportunidad aquí y lo único que nos podía esperar era la hambruna. Recuerdo los inmigrantes que regresaban sin triunfar con la moral por los suelos. Incluso estos viven una situación peor. Nosotros tenemos una estructura social y familiar que, en un momento, podría aguantarnos. Sin embargo, ellos están solos y no tienen nada que perder. No pueden volver atrás y por eso afrontan una de las rutas más peligrosas. Dicen que en las últimas semanas podrían haber 250 personas que han salido de las costas africanas y no han llegado. Lo que buscan es sobrevivir y debemos ofrecerles una acogida adecuada y permitirles su integración en nuestra sociedad”.

-Parece que no nos ponemos en la piel de los inmigrantes que buscan mejorar su vida…
“Desde el punto de vista humano es nuestra obligación como personas poder ayudar a otras que en un momento determinado sufren o lo necesitan. Cuando llega una persona a una playa hay que ponerse en su lugar. Solo pongámonos de cuclillas durante más de 15 minutos y luego intentémonos ponernos de pie, imagínense lo que puede ser eso en una patera durante cuatro o cinco días, en un espacio con muchísimas personas hacinadas, donde no se pueden mover, porque si lo hacen le dan al de al lado. Donde quizás puedan comer o beber poco o nada, donde deben hacer sus necesidades, soportar el frío, es totalmente inhumano. Por eso, hay que ayudarlos. Cuando llegaban a pie de playa o al muelle, les aseamos, les damos de comer y beber, les hacemos, junto con el Servicio de Urgencias Canario, una valoración de salud para si están enfermos trasladarlos al centro de salud o al hospital. Si están sanos y recuperados, se hace cargo de ellos la Policía, que tiene 72 horas para proceder a su identificación y abrir un expediente para devolverles a su país. Un juez toma la determinación de enviarlos a un Centro de Internamiento de Extranjeros, de repatriarlos, o ponerlos en libertad. Ahí nos hacemos cargo de ellos. Atendemos a unos 800 inmigrantes. El problema es que algunas instalaciones para su acogida creadas en 2006 se habían deteriorado al no mantenerse. La llegada continuará, por lo que debemos prepararnos para atenderlos adecuadamente”.

-Cruz Roja está implantada en casi todos los municipios realizando diferentes actuaciones. Cuentan con 22 millones de presupuesto y recientemente ha recibido 500.000 euros del Gobierno de Canarias, de la Consejería de Hacienda. ¿A qué irán destinados estos fondos?
“Tenemos una gran implantación y una amplitud de nuestras redes muy importante en las Islas. De los 22 millones de presupuesto, el 65% lo ponen nuestros socios, un dato importante porque nos da libertad de acción. Después, aproximadamente el 10% lo obtenemos de la prestación y venta de servicios que realizamos, como el Hospital del Carnaval, conciertos, fútbol, etc. Y el 25% restante viene de subvenciones para realizar una labor concreta encomendada desde el Gobierno regional, cabildos y ayuntamientos. Nuestras fortaleza es relativamente importante. Es verdad que si quieres tener músculo para atender diferentes necesidades, catástrofes o crisis que pueden haber en las Islas debemos contar con recursos disponibles. Parte de nuestro parque móvil de ambulancias, todoterrenos, vehículos y camiones de transporte ha envejecido. Nuestras ambulancias cada 10 años deben renovarse por ley. Es importante tener esa ayuda del Gobierno para poder remozar todas las estructuras que se nos van quedando viejas, algunas guardadas en un almacén esperando a poder ser utilizadas si ocurre una necesidad, como se demostró con el hospital de campaña que tenemos en Tenerife. A quién se le iba a ocurrir que lo necesitaríamos, pero lo teníamos. De los 500.000 euros, 200.000 irán destinados a gasto corriente y 300.000 a inversión”.

-Con el turismo y la mayoría de las empresas cerradas, los que subsistían en la economía sumergida no tienen recursos.
“Debemos reflexionar que si con más de 14 millones de turistas teníamos el 18% de paro, ¿qué va a pasar ahora? Tenemos que prepararnos urgentemente porque el nivel de desempleo y de catástrofe social que se avecina será muy importante. Tenemos que darles respuesta a través de las administraciones, con una eficacia y efectividad importante y con mecanismos muy ágiles para que las ayudas lleguen a las personas. Las ONG tenemos que dar respuesta y comprometernos con los más vulnerables, y la sociedad también tiene que hacerlo con sus familiares y amigos en apuros, y con las ONG que vertebran la respuesta social a los que más lo necesitan”.

-¿Se puede hablar de retos futuros con la que está cayendo?
“Todo pasa por cambiar la sociedad. Tenemos que dar oportunidades a las personas para que la sociedad sea más justa y equilibrada, para llevarla a un punto más humano, superando todos los obstáculos posibles. De esta crisis debemos sacar varias conclusiones, la primeras es dar respuesta a la soledad y al aislamiento, porque los seres humanos somos personas que necesitamos socializarnos, y la segunda es hacernos fuertes en el empleo y la formación, ofreciendo a nuestra gente una formación de calidad para que puedan desenvolverse no solo en Canarias, sino en el mundo. Cuando hablamos de solidaridad es importante que lo hagamos con el corazón”.

-Preside la Plataforma del tercer sector en Canarias que realiza una labor indispensable. ¿Cómo está la salud de las ONG?
“Las Organizaciones No Gubernamentales llegan hasta los sitios más recónditos donde las administraciones muy difícilmente pueden llegar. En el fondo, las ONG vertebramos la sociedad de forma que les llegue una mano amiga a las personas vulnerables que tienen carencias y necesitan ayuda. El tercer sector es frágil, pero no es débil. Tienen la capacidad y el músculo justo para las actividades que realizan, pero ante cualquier desequilibrio económico pierden parte de esa capacidad. Las ONG se nutren del compromiso económico de las personas y empresas y de las subvenciones que, cuando se retrasan o no llegan, impiden que se puedan pagar los compromisos con los trabajadores o proveedores. En la situación actual, en la que hay que dar una rápida respuesta, las administraciones tienen que ser ágiles para liberar las subvenciones, porque la crisis está aquí y ya no es solo sanitaria, estamos ante una crisis humanitaria que será importante”.

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