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Darias: “En los primeros días tenía miedo, no sabía cómo iba a evolucionar el virus”

“Creo que esto nos va a cambiar mucho, nos va a impactar y nos va a enseñar a cuidarnos más”, asegura la ministra

La ministra de Política Territorial y Función Pública, el 13 de abril de 2020. / LA MONCLOA

Carolina Darias reaparece al mes de vigencia del estado de alarma. Fue la segunda ministra en dar positivo por coronavirus. Es una de las muchas personas en España que ya se han curado. En esta entrevista, testimonia la esperanza y apela a “un gran pacto para la reconstruccción social y económica”.   

-¿Qué tal esta experiencia?
“Ha sido una experiencia complicada; sobre todo, los primeros días. Aunque nunca dejó de ser una afección entre leve y moderada, es verdad que había miedo. Lógicamente. Quien haya pasado por la enfermedad me entenderá. No sabía cómo iba a evolucionar. Después, como no me atacó al pulmón, ya me iba tranquilizando. La sintomatología fue llevadera”.  

-La retirada de la actividad pública ha sido relativa, ¿no?
“No ha habido una pausa laboral, porque, a pesar de haber estado treinta días de aislamiento, en la mayoría de los días he seguido trabajando. Lo peor fue estar tanto tiempo. Pero te vas mentalizando y confías en tu propia resistencia al virus. En realidad, que haya gente que continúe así después de las dos semanas está siendo mucho más habitual de lo que parece. El virus permanece en el organismo y cada cuerpo reacciona de una manera diferente”. 

-Diferente es la situación de la ministra de Igualdad…
“Es asintomática, sigue dando positivo y, por tanto, lo que tienes que hacer en esta cultura de protección, a la que debemos habituarnos cada vez más, es no solamente aprender a protegerse uno mismo, sino a los demás”.   

-Este es uno de los países con más recuperados…
“Sí, en España hay un número muy importante de personas que, afortunadamente, están superando la enfermedad. Lamentablemente, hay muchísimos fallecidos. Hemos rebasado los 20.000. Son datos que producen un inmenso dolor, porque detrás de cada cifra hay alguien que se ha ido, una familia que se ha roto. La pérdida de un ser querido siempre es dolorosa y, en estas circunstancias, mucho más, porque la familia ni siquiera ha podido despedirse. Desde aquí envío un mensaje de solidaridad a las familias afectadas, de esperanza, de ánimo para quienes están ahora mismo luchando y de fortaleza al conjunto de la ciudadanía, que está siendo ejemplar. Estoy convencida de que saldremos de esta más pronto que tarde”. 

-¿Por qué Portugal registra tantos fallecimientos en el global como España a diario?
“Eso requiere la explicación de algún experto, y yo no lo soy. Lo desconozco. Lo que sí tengo claro es que las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno de España han sido duras, con la declaración del estado de alarma, y que el confinamiento reforzado está dando resultados. Hemos doblado la curva, tanto de personas que se han contagiado como de las que salen de la UCU. Se ha rebajado la presión. Se ha producido un incremento notable de tets para cortar la propagación del virus.  La clave está en diagnosticar a las personas positivas, porque hay muchas que son asintomáticas.  Cuando a mí me hicieron la prueba, yo era asintomática y, sin embargo, di positivo. Desde que se decretó el estado de alarma, el 14 de marzo, el conocimiento que se ha ido teniendo de este virus es cada vez mayor”. 

-De alguna manera, gobernantes y expertos se han vacunado…
-El objetivo prioritario es buscar la vacuna, porque hasta entonces no estaremos a salvo. Lo que sí sabemos hoy es que las medidas de protección son fundamentales, que la cultura de la protección ha llegado para quedarse. El distanciamiento social es imprescindible. A menos de dos metros de distancia no podemos estar de nadie. Debemos mantener una higiene exquisita y usar mascarilla”. 

-Cuando recuperemos la normalidad, habrá que habituarse a nuevas costumbres…
“Me pregunto cuándo podremos volver a abrazarnos, saludarnos, a socializar, hacer lo que nos gusta, a vernos con amigos, a encontrarnos en asaderos, ir al cine, acudir a un musical, asistir a un concierto. ¡Cuánto lo echamos de menos! Hay quien dice que nada será igual. ¡No lo sé!  Sí creo que esto nos va a cambiar mucho, nos va a impactar y nos va a enseñar a cuidarnos más. Ese será uno de los aprendizajes de esta crisis sanitaria, al igual que el de estrechar los lazos de cariño y de amistad. No solamente en lo personal y lo familiar. También, en lo institucional.  De esta situación tenemos que salir juntos. Necesitamos entendernos e intentar desde las administraciones, desde sus respectivos ámbitos competenciales, ser consecuentes con la demostración de ejemplaridad de la ciudadanía española”. 

-¿Qué ambiente se respira en la Moncloa?
“Lo vivimos con muchísimo trabajo, con días sin horas.  Se está poniendo de manifiesto un compromiso espectacular de los empleados y empleadas públicas. Quiero hacer un reconocimiento a su entrega; especialmente, al personal sanitario. Esos aplausos de todos los días están de sobra justificados”. 

-¿Cómo está siendo la interlocución del Gobierno con las comunidades autónomas?
“Desde mi punto de vista, la interlocución es buena. Ha sido un acierto la homogeneidad de las medidas adoptadas, con un equilibrio exquisito. El Gobierno de España ha ido tejiendo una red sin precedentes, con una lluvia de miles de millones de euros, para no dejar a nadie atrás. Ayer [el viernes], cerca de un millón de autónomos recibieron su prestación. El ICO pone a disposición de las empresas líneas de crédito de hasta 100.000 millones de euros y el último Consejo de Ministros autorizó 20.000 solo para autónomos. El bono eléctrico, viviendas, empleo… Una amplísima gama de acciones para proteger a unos cuatro millones de trabajadores afectados por los ERTE, a cerca de un millón de autónomos… Y más medidas que se adoptarán para proteger a la ciudadanía”. 

-¿Habrá una desescalada territorializada del confinamiento?
“Hay un equipo técnico que dirige la vicepresidenta Teresa Ribera para preparar la desescalada, que va a estar coordinada con las comunidades autónomas. Cada una ha designado a una persona experta. La máxima será la protección de la salud y de la ciudadanía, con todas las precauciones posibles”. 

-¿Canarias será una avanzadilla en ese camino?
“Será una región más. Se hará con coordinación y llevándonos por los expertos”. 

-¿Se está preparando el fin de la reclusión infantil?
“El estado de alarma permite que los niños salgan acompañados para actividades esenciales, no con carácter general. Viene siendo una demanda que comprendo, pero el criterio principal es la protección de la salud”.  

-Analizado desde la distancia en el tiempo, ¿fue un error haber consentido actos de masas como las manifestaciones del 8M, concentraciones políticas o partidos de fútbol?
“La información de la que disponemos actualmente no es la que había al principio y el avance respecto al conocimiento del virus nos sitúa en otro escenario. Seguramente, hubiésemos actuado de manera distinta. En todo ámbito: no hubiésemos ido a un centro comercial, al cine, a un restaurante…”. 

-Aquella amenaza se interpretaba como un cuento chino…
“Lo que muchos países estamos viviendo es una situación jamás pensada, ni en nuestras mayores pesadillas”. 

-El Ejecutivo canario ha aprobado un ingreso de emergencia, como puente hacia la renta mínima vital. ¿Qué supone? 
“Habla muy bien del Gobierno de Canarias, del compromiso de las cuatro fuerzas que componen el pacto de las flores [PSOE, NC, Podemos y ASG], con Ángel Víctor Torres al frente.  Es una ayuda hasta que llegue la renta mínima vital, en la que trabajan los ministerios implicados bajo el liderazgo de José Luis Escrivá [de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones]. Es un objetivo prioritario Pedro Sánchez”. 

-¿Qué sensación generan en la exconsejera de Economía, Conocimiento y Empleo las consecuencias económicas de la pandemia de la COVID-19?
“Una enorme preocupación. En Canarias hay una afección grave al sector turístico, vital para nosotros. Lo positivo es que se actúa con decisión. Me quedo con las medidas que ha arbitrado el Gobierno de España como colchón frente a la crisis”. 

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