
Con una agenda abarrotada de reuniones, Antonio Olivera compatibiliza la viceconsejería de presidencia y la dirección del Servicio Canario de Salud (SCS), cargo que ocupa desde el pasado 27 de marzo tras aceptar la responsabilidad que le encomendó Ángel Víctor Torres en plena crisis del coronavirus. Ahora trabaja en poner en marcha todas las herramientas de seguimiento de la Fase 1 de la desescalada y prepararse para afrontar los problemas y actuar en corregirlos.
-Su comentario señalando que el virus no está en la calle ha generado un gran revuelo.
“De la respuesta sacaron esa frase fuera de contexto y puede tener muchas interpretaciones, por eso es normal que cuando se ve así se pueda entender como una imprudencia por mi parte, porque la advertencia la hacía inmediatamente después de esas palabras. En las últimas semanas hemos realizado muchas pruebas de forma masiva a colectivos vulnerables, y han salido muy pocos positivos, como los residentes y trabajadores de los centros sociosanitarios y a los sanitarios. Los contagios comunitarios han sido prácticamente nulos. Por eso, expresé que el virus no está en la calle, precisamente gracias a la capacidad técnica y sanitaria de los profesionales sanitarios y al ejemplar comportamiento de la sociedad canaria durante el confinamiento, pero ahora hay que ser muy prudentes para evitar que hayan rebrotes, que nos descuidemos y relajemos en la seguridad”.
-¿Estaban confiados en que las Islas recibirían la aprobación para pasar de Fase 1?
“Sí, en la reunión bilateral con el Ministerio para evaluar los cinco documentos siempre tuvimos buen feeling, sin detectar elementos especialmente negativos ni preocupación por alguno de los parámetros. Salimos satisfechos, por eso comenzamos a trabajar en las medidas que entrarían en vigor este lunes. Teníamos que prepararnos para poner en marcha las herramientas de seguimiento y para actuar en caso de incumplimientos, y estar listos para afrontarlos activamente y corregirlos”.
-Hay dudas entre la población y también entre los empresarios y autónomos por las diferentes informaciones que han recibido.
“Es bueno difundir al máximo toda la información para aclarar las dudas de la gente. Si en el confinamiento ya las había, ahora en la desescalada se multiplican. Intentamos adelantarnos todo lo posible, pero la casuística es tan variada que tenemos que establecer mecanismos para resolverlas ágilmente. La colaboración de los departamentos de comercio y turismo del Gobierno es muy importante porque muchas cuestiones tienen que ver con normativas sectoriales y de prevención de riesgos laborales. Hay más dudas en las actividades económicas que entre los colectivos sociales”.
-En la Fase 1 llegará un trabajo extra para los profesionales del Servicio Canario de la Salud.
“Somos conscientes de que en este período inicial de la crisis del coronavirus, la carga sobre el sistema sanitario recayó sobre la hospitalización y los profesionales que realizaban las pruebas, y en estas nuevas fases incidirán sobre la Atención Primaria en su labor de vigilancia. Debemos disponer ahí de más recursos, que estén pendientes de los casos sospechosos, hacer las pruebas, y si se confirman poder aislar los casos e identificar sus contactos para realizarles las pruebas. En el Pacto por la Reactivación Social y Económica de Canarias planteábamos como segunda línea prioritaria el refuerzo de las capacidades sanitarias y sociosanitarias. Si queremos que la actividad económica pueda desarrollarse con normalidad, debemos tener un sistema sanitario muy capaz de identificar rápidamente los sospechosos”.
-¿Cómo está la situación de los centros de mayores de Canarias?
“En todos los centros sociosanitarios hemos hecho un cribado para identificar los casos positivos, y la prevalencia en este ámbito en Canarias ha sido muy baja, lo que nos ha permitido tener una situación relativamente controlada. Pero esas labores de control y seguimiento van a reforzarse. Vamos a establecer mecanismos para realizar una vigilancia activa e implantaremos muestras aleatorias de forma recurrente, y representativas de los diferentes centros. Las nuevas prácticas de reducción del riesgo son fundamentales”.
-¿Ya saben por qué en Tenerife el coronavirus ha tenido esta virulencia tan grande?
“La verdad es que Tenerife acumuló muchos casos desde el principio. No tenemos una explicación robusta para este fenómeno, lógicamente en este período nos hemos centrado más en luchar contra la Covid-19 y en los próximos meses tendremos ocasión de estudiar qué ha sucedido, ya que será de gran interés para ayudarnos a evitar que suceda de nuevo. Se barajan muchas hipótesis, pero no tenemos una teoría que permita descartar o refutar alguna. También pudo ser la vuelta de algunos estudiantes por Carnavales o tras el cierre de las Universidades en Madrid por el coronavirus. Por motivos del azar pudieron regresaron más contagiados. Hay muchas explicaciones y esta tiene un concepto de azar, pero también sería una opción factible. Esperaremos los resultados de los estudios que se realicen. El problema de Canarias siempre será lo que viene del exterior, tenemos que ver cómo poner garantías y reducir los riesgos a unos futuros contagios”.
-¿Y qué explicación tienen al alto porcentaje de sanitarios contagiados en las Islas?
“Se ha incidido en que hay un porcentaje alto de contagiados entre los sanitarios, pero todo es en función de con qué lo comparemos. Lo cierto es que el número de sanitarios contagiados, 586, en relación con el total de trabajadores sanitarios, 31.000, es un porcentaje bajo (1,89%), mientras que si los comparamos con los casi 44.000 contagiados que hay a nivel nacional es el 1,33%. La falta de elementos de protección pudo ser uno de los factores de contagio, sobre todo al principio que hubo alguna limitación de medidas de protección, pero también pudo haber un contagio que nos trasladaron desde las gerencias hospitalarias, y fue no tanto del desempeño profesional de los que trabajaban directamente con la Covid, sino en los espacios de convivencia como vestuarios, en los que coincidieron sanitarios de zonas Covid con los no Covid. Por eso se incidió en los circuitos diferenciados tanto de pacientes como de profesionales, para que no se produzcan esas interacciones, que todo parece apuntar que fue el elemento de mayor infección entre los profesionales”.
-Canarias ha abierto dos vías de transporte de material con China. ¿Hemos tenido contratiempos en su compra?
“Cuando se decidió centralizar las compras a través del Ministerio y su empresa encargada, esa vía que parecía muy razonable para hacerlo de forma masiva, más barato y con mejores canales, y después se distribuirían entre las Comunidades Autónomas, pero es mecanismo no funcionó, porque el conocimiento de los proveedores ya lo manejan las Comunidades Autónomas o porque llevaban tiempo sin hacer compras. Tuvimos que salir tarde a comprar directamente en un mercado ya muy complicado, porque los proveedores locales y nacionales tenían el material vendido y entregado. Los proveedores internacionales nos enviaban las ofertas, las estudiaban los servicios de previsión y prevención para ver si cumplían las previsiones técnicas y luego se formalizaba el pedido. Muchas veces se tenía que fabricar y el proveedor o la fábrica en China nos pedía el pago por adelantado. Después surgió el problema de que teníamos que ir a buscarlo, porque los sistema de distribución de transporte de mercancía no estaban funcionando bien, las aerolíneas cargueras tenían pocos espacios para comprar, y tuvimos que recurrir a establecer rutas y corredores aéreos propios. Lógicamente cada vez que se recibió mercancía se comprobó, y así se identificaron algunas discrepancias con lo que se había formulado, y se reclamó al proveedor. De todo esto hemos aprendido que, independientemente de las necesidades que tengamos ahora para seguir atendiendo los casos, tenemos que tener en reserva material necesario para que si vuelve un brote no nos coja sin stock y evitar volver a salir a un mercado tan complicado”.

– ¿A qué se debió que se apostaran por las pruebas PCR y no por los test rápidos, e incluso no se facilitaban al Ministerio los datos de los test rápidos realizados?
“El departamento de Microbiología identificó que los test rápidos eran poco fiables en su indicador IGM, que es el que determina la carga viral. Por tanto, para mantener máxima fiabilidad hacíamos un PCR de comprobación para verificar si la persona estaba contagiada. Sin embargo, los test de anticuerpos si son rápidos para determinar si los tienes porque has tenido el virus, se han mostrado fiables y nos han informado sobre las personas que lo han pasado y pueden tener una inmunidad. Canarias siempre tuvo un criterio de prudencia y nunca nos fiamos de los positivos detectados por los test rápidos, nos mantuvimos en los PCR y al final el Ministerio vino a confirmar nuestra posición, como en otras cosas en esta crisis del coronavirus. Sobre todo se ha demostrado en el cribado de los centros y residencias de mayores, que hemos utilizado los dos criterios y comprobamos que los test rápidos dan falsos positivos y negativos”.
-El documento de desescalada exige a Canarias tener además de camas hospitalarias y de UCI, disponer de plazas y lugares para atender posibles repuntes. Apostaron por las plazas alojativas (hoteles, apartamentos, etc.).
“Sí, además de las camas de hospitalización y de agudos, estamos realizando obras en nuestros centros para ampliar camas de hospitalización y de UCI, y también contamos con las plazas de las clínicas privadas. También tenemos a nuestra disposición espacios singulares como el Recinto Ferial, con su hospital de campaña, y por último establecimientos hoteleros medicalizados, como el protocolo con los Hoteles Escuela y al que podrían incorporarse otros establecimientos con las características necesarias. Nuestra intención es que no tengamos que utilizarlos nunca, pero ahí estarán disponibles, que es lo que quiere el Ministerio, que tengamos plazas en previsión, pero trabajaremos para que con las plazas sanitarias se resuelvan los repuntes”.
-¿Ya comenzaron a atender a los canarios que vieron aplazadas sus consultas, pruebas diagnósticas o intervenciones no urgentes por la crisis del coronavirus?
“Estamos trabajando en ello. La atención especializada ha comenzado a citar a pacientes, y estamos planificando la vuelta a la normalidad de una manera segura, retomando muchas citas y pruebas porque la salud de la población está en juego. Desde la Consejería estamos empeñados en que haya la mayor coordinación posible. Para evitar masificaciones en las salas de espera habrá que planificar muy bien el trabajo y utilizar nuevas herramientas y tecnologías, como la teleconsulta, que tienen que jugar a nuestro favor. Es importante aprovechar todo el aprendizaje y la práctica de estos meses para continuar las inercias e implantar nuevas costumbres.”
-¿Utilizarán los recursos de la sanidad concertada?
“Será un complemento a la pública. Del mismo modo que tendremos que aprovechar la telemedicina y desdoblar turnos, tendremos que ver cómo podemos implantar a la concertada para atender a más ciudadanos. Hay que maximizar los recursos sanitarios en esta vuelta a la normalización. Todos los recursos van a ser imprescindibles para atender a los canarios”.
-¿Se plantean iniciar las negociaciones para renovar un nuevo concierto sanitario?
“No, son elementos estructurales que se tendrán que abordar específicamente por el nuevo equipo de dirección de la Consejería. Tanto el Consejero como yo estamos de forma temporal, y aunque no podemos renunciar a abordar los problemas, aquellas cuestiones que se pueden planificar y abordar como estrategias de largo o medio plazo lo lógico es que las inicien y las traten el nuevo equipo que tome las riendas de Sanidad. Ambos volveremos a nuestras obligaciones principales, que no hemos perdido ni mucho menos, pero esta es una situación transitoria que se ha alargado, incluso más de lo que me gustaría, pero esperamos que en un plazo lo más breve posible, dentro de lo razonable, tomen las riendas los nuevos responsables”.