Las posibles repercusiones en la política estatal de la moción de censura en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, donde el Partido Popular se suma a una tránsfuga de Ciudadanos para darle la Alcaldía a Coalición Canaria en detrimento del PSOE, ha motivado un comunicado por parte de los tres ediles capitalinos del PP en el que retan a la dirección estatal de su propia partido, a tal punto que sostienen que “se conjuran y anuncian que no se echarán atrás, aunque se les aperciban de lo contrario desde la dirección nacional de su formación política”.
Dichas palabras chocan con lo manifestado por el portavoz de los mismos, Guillermo Díaz Guerra, quien en una grabación publicada recientemente reconocía que considera a los dirigentes de Coalición como “malos gestores” y que la orden le llegaba desde Génova. A este respecto, es sabido el ascendente de Fernando Clavijo sobre el número dos del PP, Teodoro García Egea, lo que ya ha llevado al fracaso de estos partidos conservadores en las negociaciones para llegar a pactos de gobierno tras las elecciones de 2019, y que ahora, como reconocía Díaz Guerra en dicha grabación, amenaza con convertir al PP (todavía más) en una mera muleta de Coalición Canaria en las Islas.
Sea como fuere, los tres ediles santacruceros del PP dicen ahora que “van todos a una” manifestando que votaran afirmativamente a la moción de censura contra la alcaldesa socialista, Patricia Hernández en el pleno previsto el próximo lunes en el Consistorio capitalino. El portavoz popular, Guillermo Díaz Guerra, ha sido claro en dicho comunicado, al señalar que “tenemos la certeza y dudamos de que nuestro partido nos diga que tenemos que dar marcha atrás desde la dirección nacional del PP, porque como siempre ha quedado demostrado somos un partido serio, que medita sus decisiones, respeta lo acordado por sus concejales desde la autonomía local y cuida por el bienestar de sus cargos públicos para que ejerzan su labor política, tanto en el gobierno como en la oposición”.
Sobre la moción de censura en la capital tinerfeña también se manifestó ayer el secretario general del PSOE en Tenerife, Pedro Martín, quien en los micrófonos de Radio Marca Tenerife sostuvo que “hay algunos gobiernos que estamos centrados en gobernar y otros partidos en enredar. Me consta que Coalición está intentando mover sillas en otros lugares. Ellos durante la pandemia aprovecharon bien el tiempo en Santa Cruz y van a seguir haciéndolo. Es legítimo y evidente”.
Para Martín “es evidente que mientras decían que no estaban preparando una moción, la estaban hablando por detrás. Es legítima, yo he hecho una en el Cabildo, pero hay diferencias. Cuando la hice todo el mundo sabía que me había reunido con distintas formaciones y llegamos a acuerdos programáticos. Sin embargo, ahora no conozco ningún acuerdo con la edil de Ciudadanos [en referencia a la tránsfuga Evelyn Alonso] que sea en base a una propuesta. Yo no voy a descalificar a Evelyn Alonso, pero echo en falta una disculpa de PP y CC, porque recuerdo cómo descalificaban constantemente a los miembros de Ciudadanos que decidieron apoyarme. Ahora cuando lo hacen ellos, no pasa nada. Ese tipo de comportamiento no me gusta. La moción tenemos que asumirla, pero me disgustan los modos y el momento. Ahora mismo no hay ningún documento que me diga en qué se han puesto de acuerdo para justificarla”. Sobre la posibilidad de un acuerdo entre los populares y los socialistas, el también presidente del Cabildo dijo que “fácil no es. La rivalidad nacional entre PP y PSOE no ayuda. Aún así, hemos ofrecido alternativas. Ellos siguen teniendo la opción de mantener su palabra durante la campaña. Pueden repensar este tema y darle un cambio a Santa Cruz”.
Se abre la veda a que Ciudadanos tome represalias en otras plazas
El comunicado de los ediles del PP santacrucero da idea de hasta qué punto esta moción de censura tiene consecuencias en la política estatal. La clave radica en las represalias que pueda tomar Ciudadanos en las plazas donde comparte gobierno con el Partido Popular. La primera de ellas en la Comunidad de Madrid, donde las aguas ya bajan turbias entre ambos partidos.