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Afectados de Spanair ven la apertura de la comisión en el Congreso como una “oportunidad” para llegar a la verdad

Decenas de familiares y amigos afectados por el accidente se han reunido este jueves en un acto de conmemoración del 12º aniversario de la tragedia
El consejero de Vivienda y Administración Local de la Comunidad de Madrid, David Pérez. EP
El consejero de Vivienda y Administración Local de la Comunidad de Madrid, David Pérez. EP
El consejero de Vivienda y Administración Local de la Comunidad de Madrid, David Pérez. EP

La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 de Spanair ha señalado en la conmemoración del 12º aniversario de la tragedia que la apertura de la Comisión de Investigación en el Congreso de los Diputados sobre uno de los sucesos aéreos más graves en España, en el que fallecieron 154 personas y otras 18 resultaron heridas, supone una “oportunidad para llegar a la verdad”.

Decenas de familiares y amigos afectados por el accidente se han reunido este jueves en un acto de conmemoración en el Olivo con las placas de bronce del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas donde han depositado ofrendas florales y han leído poemas en homenaje a las víctimas.

Desde la Asociación han denunciado que 12 años después los afectados siguen “sin justicia, verdad ni reparación” y es que según han señalado continúan luchando contra el Informe Oficial de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Aérea (CIAIAC) porque “no señala la cadena de errores que provocaron la tragedia del vuelo”.

“Nos toca demostrar que no fue independiente, riguroso y no buscaba la verdad, sino hacer una apariencia de investigación que benefició a cualquier parte menos a las víctimas”, ha criticado la presidenta de la Asociación, Pilar Vera, durante el acto al que han acudido la subdelegada del Gobierno en Madrid, Elena Bernardo, y el consejero de Vivienda y Administración Local de la Comunidad de Madrid, David Pérez, quien ha transmitido en nombre de la región las condolencias y la solidaridad con los familiares.

Ante esta situación, las víctimas pidieron la desclasificación del expediente de la CIAIAC para acceder a la documentación que el Estado, el fabricante aeronáutico Boeing, compañía aérea y aseguradora conocieron como parte implicada, recurso que fue desestimado por la Audiencia Nacional, pues los documentos a los que piden tener acceso no tienen consideración de secretos oficiales ni han sido declarados materia clasificada y no están, por tanto, incluidos en el ámbito de la ley a la que se ampara la asociación demandante.

No obstante, el Pleno del Congreso de los Diputados aprobó el pasado abril retomar la Comisión de Investigación sobre el accidente que se abrió en julio de 2018 y que se vio interrumpida por el adelanto electoral.

En este sentido, Pilar Vera espera que se aproveche la apertura de la Comisión el Congreso de los Diputados esclarezca la verdad sobre el accidente “por la memoria de los muertos y la seguridad de los vivos” y espera que se haga llegar a la Fiscalía General del Estado y se depuren responsabilidades.

COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN

Los afectados por el accidente mantienen firme su postura para que se mejore la asistencia a las víctimas y critican que Spanair no estuvo a la altura al no mostrar sensibilidad y proporcionar la lista de pasajeros con celeridad.

El fallo técnico del accidente del sistema de advertencia sonoro (TOWS) del avión de Spanair no podía detectarse al renovar su certificado de aeronavegabilidad, pues no era un requisito esencial para los MD-82, un modelo que protagonizó otro accidente en Detroit en 1987 con muchas similitudes con el de Spanair –con el sistema de alarma y los ‘flags’ no desplegados que se saldó también con 154 víctimas– y en Lanzarote en 2007.

El fabricante de la aeronave, Boeing, sostiene que no se concluyó que este sistema sonoro fuera el culpable del accidente. De hecho, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac) determinó que fue “contribuyente, no determinante”, aunque asegura que los investigadores siguen “frustrados” por no saber qué falló.

Los pilotos del vuelo de Lanzarote en 2007 detectaron que el avión volaba en pérdida y rectificaron, mientras que los de Spanair no lo hicieron.

Por su parte, el aeropuerto de Barajas asegura que el tiempo de respuesta para atender el accidente fue “razonable”, que la orografía no afectó al operativo –aunque no se habían realizado simulacros en la zona del arroyo– y que la complejidad de la asistencia a los heridos fue la propia deflagración del accidente.

No obstante, los afectados consideran que fue el rescate “caótico” y los testimonios del personal de emergencias que actuó en primera instancia apuntaban a fallos de coordinación.

Además, los afectados lamentan que no se haya asumido ninguna responsabilidad y que el fabricante no aportara pruebas para comprobar si existía un fallo de diseño obviado en la investigación.

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