
El Cabildo de Tenerife cuenta desde ayer con nuevo consejero de Cultura. O para ser más precisos, con un vicepresidente primero y consejero insular de Carreteras, Movilidad e Innovación que a partir de ahora también lo es de Cultura: Enrique Arriaga, en sustitución de Concepción Rivero. La noticia, adelantada ayer por DIARIO DE AVISOS en su edición digital, la dio a conocer a media mañana el propio Enrique Arriaga de una forma, cuando menos, poco convencional: a través de un artículo titulado Cultura e innovación, pilares de una nueva era.
Además, en dicho texto de opinión el también recientemente elegido coordinador autonómico de Ciudadanos (Cs) en Canarias informaba de que el cargo de director insular de Cultura (vacante desde que en el pasado mes de julio el Consejo de Gobierno de la Corporación insular cesase a Leopoldo Santos, tras menos de un año de labor) lo va a ocupar Alejandro Krawietz, escritor, poeta, gestor cultural, crítico de arte y de literatura, así como hasta ahora director del Festival y Mercado Internacional de Cine Documental MiradasDoc, que tiene su sede en Guía de Isora.
“No ha existido ningún desencuentro en el pacto con el PSOE ni con mi compañera Concepción Rivero (también de Cs), simplemente, se trata de una reorganización que hemos acometido en el reparto de áreas y de cargas de trabajo para asumir mejor la gestión de los distintos departamentos”, asegura Enrique Arriaga a DIARIO DE AVISOS. “No es que hasta ahora tuviésemos abandonada la cultura, ni mucho menos”, puntualiza el consejero, “sino que, según han ido avanzando las tareas del Gobierno insular y la legislatura, hemos considerado necesario afrontar este reajuste”.
EDUCACIÓN, JUVENTUD, MUSEOS Y DEPORTES
Enrique Arriaga confirmó a este periódico que Concepción Rivero continuará desempeñando sus responsabilidades en las áreas de Educación, Juventud, Museos y Deportes. DIARIO DE AVISOS intentó ayer contactar con la consejera para conocer sus impresiones sobre su relevo al frente del departamento insular de Cultura. Concepción Rivero declinó hacer declaraciones.
Enrique Arriaga, preguntado acerca del nombramiento de Alejandro Krawietz como director insular en la consejería que acaba de asumir, se muestra convencido de que juntos van a “hacer una buena labor”.
“Es una persona que viene del mundo de la cultura y, además, es de la confianza de Pedro Martín (el presidente insular), con quien ha trabajado desde hace años. Estoy seguro de que se incorporará a nuestro equipo con muchas ganas de sacar adelante este reto”, manifiesta. “Es un nombramiento que le correspondía al PSOE -agrega-, pero siempre hemos tenido claro que aquí no hay dos partidos que trabajan cada uno por su lado, somos un equipo cohesionado y el apoyo que me brinde Alejandro Krawietz será fundamental”.

REACTIVACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL
Las líneas trazadas por el plan de reactivación económica y social puesto en marcha por el Cabildo van a ser, en buena medida, según explica Arriaga, una de las premisas que caracterizarán su gestión al frente de la Consejería insular de Cultura en un momento tan complejo como el actual, cuando las consecuencias sociales y económicas de la crisis sanitaria del coronavirus se han cebado con el sector.
“Nuestra voluntad es continuar con las ayudas que se han contemplado y trabajar entre todos para volver, poco a poco, a recuperar la normalidad”, indica el consejero insular. “No vamos a dejar de impulsar iniciativas que puedan ayudar a todas las personas que integran el sector cultural a subsistir en una situación tan delicada, prestando especialmente atención a los problemas con los que se encuentran para desarrollar su actividad”, asevera Enrique Arriaga a este periódico.
De igual modo, el nuevo consejero insular de Cultura adelanta que ya se están gestionando encuentros con los agentes culturales. “Queremos reunirnos en breve y conocer de primera mano sus inquietudes y demandas, y, por supuesto, intentar darles una respuesta”.
“Aquí no hay dos partidos trabajando cada uno por su lado, sino un equipo cohesionado”
“UNA VUELTA DE TUERCA”
“Si están leyendo estas letras, es porque ya se habrá producido mi nombramiento como nuevo consejero insular de Cultura del Cabildo de Tenerife”. Así comienza su artículo (que puede leerse al completo en www.diariodeavisos.com) Enrique Arriaga, quien al inicio agradece a Concepción Rivero la “importante labor desempeñada”. A continuación indica que asume su nuevo cargo con ilusión y subraya que está dispuesto a trabajar en esta nueva etapa “mano a mano” con Alejandro Krawietz “para aportar nuevas soluciones a un modelo de gestión” que el coronavirus COVID-19 “nos ha mostrado que precisa darle una vuelta de tuerca”. A este respecto, Arriaga señala que, a pesar de que la cultura constituye desde siempre un elemento vertebrador de las sociedades, “lamentablemente, considero que nunca ha recibido la suficiente atención por parte de las Administraciones, siendo relegada en muchas ocasiones al furgón de cola de sus políticas”.
Más adelante hace hincapié en la necesidad de afrontar todo lo relativo a sus nuevas competencias desde “una visión global de conjunto” y, por ello, avanza su voluntad de contar con el Área de Innovación del Cabildo, que también gestiona, “para abordar nuevas soluciones tecnológicas que posibiliten una pronta recuperación de la cultura”. “Quiero afrontar esta etapa como un periodo de resiliencia donde pretendo devolver el protagonismo a quienes nunca lo debieron perder, que son los artistas, los productores, los comisarios de obras y los gestores culturales”, explica casi al final del texto.

Las carreteras de la cultura pasan por la innovación y el diálogo
Llama la atención que el actual consejero de Carreteras, Movilidad e Innovación sume ahora a sus responsabilidades el área insular de Cultura. Pero Enrique Arriaga pone el énfasis en la transversalidad y en vincular la nueva gestión que afronta al área de Innovación. Así, en su artículo habla de “una etapa de diálogo, donde debemos entender que hay que impulsar nuevas soluciones tecnológicas que posibiliten la difusión, mejoren el alcance y aumenten la rentabilidad de los procesos culturales. Una etapa en la que la cultura y la innovación deben trabajar de la mano para convertirse en pilares de una nueva era”.