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La piel del Sur se arruga; la población mayor de 65 años no deja de crecer en ocho municipios de Tenerife

La población mayor de 65 años no deja de crecer en ocho municipios; Fasnia, Vilaflor y Santiago del Teide marcan los índices más altos de vejez, frente a Adeje, el porcentaje más bajo de la Isla
La población canaria superará los 2,6 millones de personas en 2037
En los municipios turísticos el proceso de envejecimiento de la población es menor por su atractivo migratorio, aunque la pandemia ha alterado esta dinámica. Sergio Méndez

El sur de Tenerife se hace mayor. La población de la comarca ha acelerado en el último decenio su proceso de envejecimiento, lo que se aprecia en un incremento del porcentaje de habitantes mayores de 65 años.

Hasta ocho municipios han visto engordar el segmento de residentes a partir de la edad que marca actualmente la frontera de la jubilación (Adeje, Arona, Candelaria, Granadilla de Abona, Guía de Isora, Güímar, San Miguel de Abona y Vilaflor), mientras que en tres ha descendido mínimamente (Arafo, Arico y Fasnia) y en uno se percibe de forma más pronunciada (Santiago del Teide).

Según la última actualización del Instituto Canario de Estadística (Istac), con datos a enero de 2020 (justo antes de la pandemia), el envejecimiento de la población es más acusado en los municipios de menor población, Fasnia y Vilaflor, donde el 23,70% y el 21,92% de sus habitantes, respectivamente, supera la barrera de los 65 años.

Le siguen Santiago del Teide, que hace 10 años lideraba el ranking de las comunidades de mayores, (18,27%), Arafo (18,06%), Arico (17,41%), Güímar (17,19%) y Candelaria (15,96%). En cambio, los municipios con menor peso de la población de edad más avanzada son los de Arona (12,28%), San Miguel de Abona (11,03%), Granadilla de Abona (10,48%) y Adeje (10,31%). La media de la isla de Tenerife se sitúa se sitúa en el 16,53%.

el imán turístico

Expertos en demografía, que consideran “respetable” un porcentaje de mayores de 65 años por encima del 10% en el padrón municipal, destacan la estrecha relación entre la dinámica económica y la demográfica, y en ese sentido vinculan el peso del turismo con el atractivo migratorio que representan zonas como el sur de la Isla.

Por ese motivo, subrayan que municipios turísticos como Adeje, Arona, San Miguel de Abona, Santiago del Teide o Granadilla de Abona mantienen una media de edad relativamente joven, debido en gran medida a la llegada de mano de obra en edad de formar parejas y tener hijos, una dinámica que, a falta de que los datos lo certifiquen, ha alterado la pandemia.

Esta circunstancia provoca que aumente la base de la pirámide poblacional, al contrario de lo que sucede en los lugares donde no existe un atractivo laboral, lo que trae como consecuencia un envejecimiento de sus habitantes y además a una gran velocidad, como ocurre por ejemplo en el norte de Tenerife y especialmente en la Isla Baja.

Sin ir más lejos, cuatro municipios del norte de la Isla comandan la clasificación de municipios con mayor número de residentes mayores. Son Buenavista (23,92%), Garachico (24,11%), Los Silos (24,96%) y el Puerto de la Cruz (25,22%), todos muy lejos, por ejemplo, de la localidad tinerfeña con menos población envejecida, Adeje (10,31%).

crece la Edad media

En los últimos 10 años, solo Santiago del Teide, que en 2010 comandaba el listado de municipios más avejentados, ha visto cómo ha descendido la edad media de sus habitantes, según la última medición recogida por el Instituto Canario de Estadística. Al resto de municipios le han salido más arrugas.

Seis localidades superan la media de Tenerife, fijada en los 42,3 años. Además de Fasnia (46,9), Vilaflor (45,9) y Arafo (43,6), también se acercan Arico (43,2), Santiago del Teide (42,8) y Güímar (42,6). Al otro lado se sitúan los municipios por debajo de la media insular: Candelaria (41,8), Guía de Isora (40,7), Arona (39,9), Adeje (38,7), San Miguel de Abona (38,4) y Granadilla de Abona (38,3), el más joven de la comarca.

Como curiosidad, Candelaria encabeza la lista de municipios que han acelerado el proceso de envejecimiento de sus habitantes en el último decenio (3,7 años más que entonces), seguido por Vilaflor (3,3 más).

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