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Sara, tinerfeña que reside en Reino Unido: “Ya estoy recibiendo invitaciones a fiestas en discotecas”

El Gobierno de Boris Johnson ha anunciado que a partir de mañana, 12 de abril, el país alcanzará la tan ansiada inmunidad de rebaño con más del 70 por ciento de la población vacunada con primeras dosis
Sara González, que reside desde hace dos años en Reino Unido, espera recibir la vacuna en verano. | DA

En medio de una intensa carrera por contener los contagios de coronavirus e inmunizar a la población, podría afirmarse que a día de hoy Reino Unido comienza a divisar la línea de meta. A principios de año, cuando los líderes de muchos países del mundo debatían acerca de campañas, farmacéuticas y grupos de población, el equipo de Boris Johnson apostó por su propia estrategia: vacunar con la primera dosis del antídoto al máximo número posible de adultos. En cambio, en Europa se optó por aplicar la pauta completa, es decir, administrar ambas dosis comenzando por las personas mayores y más vulnerables. Hasta el día de ayer, 32 millones de británicos y residentes habían recibido la primera inyección y casi siete millones habían culminado el proceso de inmunización. De hecho, el gobierno inglés ya ha anunciado que mañana lunes, 12 de abril, el país alcanzará la tan ansiada inmunidad de rebaño -también conocida como colectiva o de grupo- con más del 70 por ciento de la población vacunada con primeras dosis.

En este sentido, queda patente que la táctica escogida por los Estados miembros ha sido lenta y deficiente. En concreto, en Canarias se ha vacunado a poco más del seis por ciento (117.530 personas) de la población, tal y como anunciaba este viernes la Consejería de Sanidad, siendo el Archipiélago una de las comunidades con el menor porcentaje de inmunizados del país. A la cabeza, se encuentran Asturias y Castilla y León que tan solo rozan el 11 por ciento. Además, las autoridades sanitarias han tenido que reorganizar las agendas de estas próximas semanas, adaptándolas al cambio de la pauta de administración de la inyección de AstraZeneca, que ahora está indicada para los mayores de 60 años. Y es que, aunque parece que el ritmo de la campaña se ha acelerado en estas últimas semanas, sobre todo gracias a la llegada de nuevas remesas, el contexto apenas ha remado a favor.

Los británicos, por su parte, continúan con su hoja de ruta y se preparan ya para la segunda fase de la desescalada a partir de mañana, que permitirá la reapertura de comercios no esenciales, peluquerías, salones de belleza y gimnasios, entre otros. Incluso podrán celebrarse bodas a las que asistan hasta un máximo de 15 personas. No obstante, y muy a pesar del sector turístico en las Islas, de momento no se podrá salir del país por vacaciones hasta el 17 de mayo.

El Gobierno de Boris Johnson optó por vacunar con la primera dosis del antídoto al máximo número posible de adultos. | EUROPA PRESS

Una medida que también impide a Sara González visitar a su familia en Tenerife, a la que lleva más de tres meses sin ver. Esta diseñadora gráfica de 26 años, procedente del municipio de La Orotava, desempeña su labor desde hace dos años en una multinacional tecnológica situada en Londres. Allí ha vivido el temor y la incertidumbre de un principio de pandemia que afortunadamente parece tener los días contados; al menos, tal y como la hemos conocido hasta ahora. Y a pesar de que la tinerfeña aún no ha sido vacunado, sí sabe cuando lo hará. “Pertenezco al grupo 12, que es el último de los adultos, y supuestamente mi turno de vacunación sería en torno a los meses de verano, siempre y cuando no ocurra ningún retraso”, cuenta a DIARIO DE AVISOS en una entrevista telefónica. “A principios de año, recibí un mensaje de texto por parte de la NHS (National Health Service in England), lo que equivale al Sistema Nacional de Salud en España, que me avisaba de que estaba en lista y me contactarían en un futuro cuando fuese mi turno”. La joven asegura sentirse tranquila porque “tienen mis datos y cuentan conmigo aun siendo de fuera”.

Sara reconoce que el Gobierno de Boris Johnson ha gestionado “muy bien” la campaña de inmunización, a pesar de su percepción en un principio por la “poca conciencia de la población, las escasas medidas de contención del Covid-19 o la falta de exigencia en cuanto al uso obligatorio de la mascarilla”. Según explica, durante los primeros meses de pandemia España actuó mucho mejor que Reino Unido, donde “no se lo tomaron tan en serio”. “Con el tiempo, se pusieron las pilas y hoy se han convertido en uno de los países con el mayor porcentaje de vacunados de todo el mundo”, agrega.

En alusión al vínculo confirmado entre el antídoto de AstraZeneca y la aparición de trombos, la tinerfeña indica que en el país también ha habido casos, pero muy pocos en relación a la gran cantidad de vacunados. La BBC publicaba esta semana que de 20 millones de personas inmunizadas con la farmacéutica AstraZeneca, 79 pacientes sufrieron coágulos y 19 de ellos perdieron la vida. Por ello, Reino Unido ofrecerá una alternativa a la vacuna de la Universidad de Oxford a los menores de 30 años. “Lo cierto es que las autoridades británicas han hecho bastante hincapié en transmitir a la población que, independientemente de los casos registrados, los beneficios son mucho mayores y, por ende, merece la pena recibir las dosis”.

La tinerfeña también ha pintado su corazón en Londres en homenaje a las víctimas mortales del coronavirus. | DA

La diseñadora gráfica afincada en Reino Unido espera que la declaración de inmunidad de rebaño prevista para mañana suponga la esperanza económica para el país. Al ser preguntada por el regreso de la normalidad -no la nueva, sino la anterior-, siente menos euforia: “Empezaremos a vivir una nueva normalidad con muchos cambios y aprendizaje”. Para Sara, el más notorio sería el relacionado con el teletrabajo. “Se están empezando a implementar modelos híbridos de trabajo en los que los empleados acuden tan solo una o dos veces por semana a su oficina con el mero propósito de reforzar los equipos de trabajo, convirtiendo así las instalaciones en un lugar de reunión y encuentro”, puntualiza Sara, quien cree que este sistema debería haberse desarrollado mucho antes del fatídico marzo de 2020. “Ha tenido que ocurrir una pandemia para que las empresas se den cuenta de que pueden confiar en sus trabajadores”, añade.

También admite que los sucesivos confinamientos han pasado factura en el panorama laboral británico, sobre todo en el sector de la hostelería. Afortunadamente, el Ejecutivo de Johnson ha facilitado “muchas ayudas económicas y la gente se muestra más tranquila, si lo comparamos con España”. En Reino Unido, el Plan para la retención de empleo, popularmente conocido como furlough, consiste en que el Estado pague un ochenta por ciento de los sueldos de los trabajadores fijos, hasta un tope de 2.900 euros al mes; el resto, la compañía.

Sea como fuere, entre la población británica se respira estos días mucho optimismo. “El Gobierno tiene previsto que todos los comercios estén en pleno funcionamiento a finales de junio y principios de julio”, explica la tinerfeña, que a su parecer aprecia demasiado entusiasmo. “Con decirte que ya me están empezando a llegar mensajes de discotecas que están preparando fiestas de reapertura…”, cuenta entre risas. Pero Sara prefiere ser prudente y actuar de forma sensata sin olvidar el año que deja atrás. Eso sí, la esperanza, como muchos británicos a partir de mañana, la tiene.

Oleada de amor por las víctimas del Covid

En pleno centro de Londres, junto al Palacio de Westminster, una oleada de amor ha llenado de color uno de sus muros en homenaje a todas las víctimas del coronavirus. La iniciativa, llevada a cabo mediante una campaña de crowdfunding, consiste en dibujar corazones con mensajes y ha recibido el respaldo de los británicos. “Es una imagen preciosa a la par que impactante y escalofriante porque muchos de los corazones tienen nombre propio y nos hace empatizar aun más con todo lo ocurrido”, cuenta Sara, quien agrega que “a pesar de la tristeza, no deja de ser una muestra de amor y respeto a toda la gente que hemos perdido”. La tinerfeña ya ha dibujado el suyo.

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