
Varios medios de comunicación han informado en los últimos días de que Tomás Gimeno, el padre de las niñas desaparecidas en Tenerife, Anna y Olivia, había contratado los servicios de una agencia de detectives con la supuesta finalidad de controlar los movimientos de Beatriz, la madre de las pequeñas de 1 y 6 años de edad, después de que la pareja se separase definitivamente y, asimismo, de que la Guardia Civil no habría logrado localizar al citado investigador privado o presuntamente no colegiado.
No obstante, la propietaria de la empresa de detectives que Tomás Gimeno contrató en julio de 2020 ha aclarado en un comunicado, que se ha hecho público este miércoles en RTVC, que este “solicitó un servicio legítimo en el que existía un vínculo entre él y la parte investigada para poder llevar a cabo la investigación”.
Del mismo modo, la responsable afirma que su agencia de investigación “se encuentra colaborando activamente con las autoridades que llevan el caso”, presunto secuestro parental, que se encuentra bajo secreto de sumario.