
-¿Qué fue lo que la llevó a la política y qué la condujo a abandonarla?
“Pues fue un poco fruto de la casualidad. Tenía una empresa pequeñita que se dedicaba al equipamiento municipal y fui a venderle un proyecto al Cabildo de Tenerife. Cuando me di cuenta ya estaba dentro, por eso le digo fue un poco fruto de la casualidad y de la edad también porque me pilla con otra edad y seguramente no hubiera hecho lo mismo, pero desde luego no me arrepiento, porque hoy soy lo que soy gracias a los más de 20 años que le dediqué a la política. Los años del Cabildo fueron fantásticos, los del Gobierno, un poco más difíciles, precisamente porque se empezaba un poco a ver en lo que se iba a convertir la política. Y aquí empato con la segunda parte de su pregunta de porqué decidí marcharme. Fueron varias circunstancias las que me llevaron a dar este paso. Como sabe, Adán estaba enfermo, y también me dí cuenta de que ya empezaba a tomar más fuerza la posición del partido que el proyecto que presentabas. Fue una combinación de temas personales con la decepción porque los proyectos eran lo que menos importaban. Además, después de 20 años, era el momento de darle paso a otro”.
-Después de tantos años fuera de la vida pública ¿lo echa de menos?
“Es difícil, porque el cerebro te funciona a nivel global, pero no nunca lo eché de menos. He intentado siempre no hacer declaraciones políticas para que a quien le tocase la responsabilidad de gobernar tenga libertad y no a la antigualla que ya se fue machacándole la oreja”.
-¿Cómo ve la deriva de la situación política actual?
“La política se ha convertido en un tema cortoplacista. Y yo, pues probablemente por el jefe [Adán Martín] que tuve, siempre veía las cosas muy a largo plazo, por eso yo, hoy en día, en la política me sentiría muy incómoda y estresada”.
-¿Qué cree que diría su ‘jefe’, Adán Martín, si viera en lo que se ha convertido la política ahora?
“Mire, había momentos en los que Adán me decía: ya tienes plena madurez y ya no tengo nada que enseñarte, pero cada vez que debatíamos o hablábamos sobre algún tema, me volvía a sorprender con su visión. Por tanto, me cuesta mucho decirle qué pensaría Adán, pero sí le digo que, con toda seguridad, que me volvería a sorprender con su respuesta. Por eso no me atrevo a contestarle, pero por decirle algo, seguramente tampoco estaría a gusto. Adán era una persona de largo plazo, de sumar esfuerzos, de llegar a acuerdos, de sumar ideas… y eso hoy en día no se da. Cuando uno está en política está obligado a entenderse con todos y eso no significa no defender lo que uno cree. La política es el arte de lo posible. Trabajar para que todo el mundo reme en la misma dirección. Adán me decía siempre: No puedes correr mucho porque cuando mires atrás tienes que encontrar gente. Y con esto se refería a que tenía que coger ideas e ir sumando para que sea un proyecto de todos. Hoy, por desgracia, los proyectos no son de nadie. ¿Cuántas cosas se anuncian al día que después no se vuelven a oír más?”.
-Usted fue viceconsejera de Turismo del Gobierno canario ¿no se ha planteado qué hubiera hecho si tuviera que echar a los turistas de la Isla?
“Nunca me lo hubiera planteado. He vivido todo esta situación, pero desde el otro lado y en una noria constante. Desde luego, lo siento por quienes han tenido que lidiar con una situación dramática. Debe ser de lo más frustrante a lo que te enfrentas estando en la administración: un cero turístico”.
-Adán fue un político que siempre dio protagonismo a la mujer colocándolas en puestos de responsabilidad. ¿Qué opina de la deriva del feminismo?
“Es cierto que sigue habiendo posiciones a las que a la mujer le cuesta más llegar, pero no me gusta la deriva extremista que esta cogiendo el feminismo. No me siento cómoda en ese feminismo radical. Sin duda hay que seguir luchando por la igualdad de oportunidades, pero creo que los extremos no ayudan en nada al feminismo ni a que las mujeres estemos donde nos corresponda, sino a enfrentar posiciones”.
-Bueno usted fue pionera porque en cierta medida apostó por la política dejando a un lado a su familia.
“Si, bueno ahora mis hijos lo entienden, pero me decían que querían tener una madre como los demás, que estuviera en los partidos de futbol, en las cenas, en el parque… No fue fácil”.
–Cuando dejó usted y Adán la política ¿se dieron cuenta de quienes eran sus amigos?
“Bueno, nos llevamos alguna desilusión. Pero si le digo la verdad me siento una persona afortunada. Dejé la política hace más de 15 años y sigo teniendo amigos en todos los partidos políticos”.