
A todos nos ha afectado, de alguna u otra manera, la pandemia de la COVID. No solo a la salud física, sino también a nivel psicológico y emocional. Lo dicen los expertos. La pandemia ha marcado un antes y un después en la vida de todos.
Lamentablemente, son muchas las personas que han perdido la vida durante este último año y medio. Otros han superado el virus. Algunos, tiempo después, siguen con síntomas y secuelas. Y otros se han visto perjudicados económica y laboralmente.
Hay muchos canarios que durante este tiempo han perdido sus empleos. Otros se han visto en la obligación de reinventarse para poder sobrevivir.
Es el caso de Alberto Plaza, un chicharrero de 40 años y conocido DJ, que hasta antes de la declaración del estado de alarma en nuestro país, se dedicaba a poner música, a amenizar bodas y eventos, en Tenerife. Su vida ha dado un giro de 180 grados y ahora trabaja como agente de seguros en una importante empresa a nivel nacional.
Reconoce que durante este tiempo ha sentido miedo y que no ha sido un camino fácil, pero que la situación, sin duda, le ha hecho crecer como persona.
–¿Cómo ha vivido esta situación provocada por la crisis de la COVID?
“Al principio me encontré con que tuve que parar todo, como todo el mundo. La previsión eran unos meses, pero como sabemos, no fue así. Se alargó demasiado. En mi sector estábamos fuera de temporada y pensábamos que en verano se reactivaría todo, pero en mayo de este año vimos que seguían las restricciones y que no nos permitían hacer bodas. Ahí ya sentimos mucho miedo, además de empatía hacia las parejas, que tenían mucha ilusión y todo planificado desde hacía años, y se veían obligados a aplazar o cancelar sus bodas. A día de hoy, todavía no se ha recuperado toda la actividad y es una pena”.
–¿Cuándo decidió tomar esta determinación y buscar una alternativa al que había sido su trabajo hasta ahora?
“Llega un momento en el que empiezas a ver que la situación no mejora y que la expectativa es que no ocurra. Te empiezas a dar cuenta de que esos ahorros, ese remanente de dinero, que siempre tenemos guardado empieza a desaparecer y que las ayudas del Gobierno son insuficientes. Yo era autónomo. En ese momento buscas una alternativa. En mi caso me la propusieron. Hasta hace 10 años que empecé con la música, siempre había sido comercial y me surgió la oportunidad de empezar una carrera como agente de seguros. Aunque te planteas muchos cosas, me lancé. Hasta ese momento creía que el sector de los eventos siempre iba a tener salud, pero esto nos ha dado un golpe de realidad a todos. Y lo peor es que sabemos que esto puede volver a ocurrir. Por eso yo sabía que tenía que buscar un plan de futuro con más garantías y más estabilidad. Aposté por ello y lo conseguí. Fue una forma de levantar cabeza en el momento y una apuesta por el futuro”.
–¿Le ha hecho crecer esta situación?
“Sí, porque antes de tomar esta decisión, aprovechando el tema de la pandemia, intenté sacar otro negocio, en paralelo, que tenía que ver con el mundo de las bodas y al final no salió. Intenté una alternativa, no salió adelante y opté por esto”.
-¿Ha tenido el apoyo de su familia y amigos en todo momento?
“Sí, mi familia y amigos han sido clave siempre. Tanto hace cinco años cuando comencé con la música, como ahora. Me han ayudado mucho. Siempre han respetado mis decisiones y me han apoyado, se han volcado la verdad. Han acudido a mí para darme trabajo y me han recomendado, y eso se los agradezco mucho”.
-¿Pensó alguna vez verse en esta situación?
“Nunca. Nadie pensaba que algo así fuera a pasar. Mi sector era fuerte. Yo creía que esto nunca me pasaría, sobre todo, porque piensas que siempre hay alguien que se quiere casar o celebrar algún acontecimiento, pero la vida tiene estas cosas. La vida sorprende y hay que afrontarla como viene. Yo me veía dedicándome al mundo de la música, jamás pensé que volvería a ser comercial, pero la situación te hace tomar decisiones y cambiar de pensamiento también”.
–¿Le gustaría recuperar su antiguo trabajo o hacerlo como algo complementario?
“De momento, salvo que algo se tuerza en donde estoy, no. Intento compaginarlo, porque yo la verdad es que tengo esa suerte. Los últimos cinco años me dediqué solo a la música, trabajaba todos los días, de domingo a domingo, y económicamente me compensaba, aunque fuese autónomo. Podía pagar mis cosas y podía vivir. Pero ahora la reducción de trabajo ha hecho que esto se haya quedado en un segundo plano. Ahora, gracias a dios, tengo estabilidad y capacidad de crecer. Y ahora compagino mi trabajo principal, que es el de los seguros, con la música”.
–¿Conoce a más gente que ha tenido que reinventarse como usted?
“Conozco a muchos compañeros en la misma situación. Hay fotógrafos que hacían bodas y se han tenido que reciclar. Se han tenido que pasar a la fotografía gastronómica o corporativa, por ejemplo. Hay otros compañeros que han montado empresas de creación de contenidos. Conozco a una organizadora de bodas que durante la pandemia creó una tienda online de decoración. Hay muchos, y también hay otros que se han quedado en el camino. Ha sido muy difícil. Yo paré la actividad, tenía mi material pagado, pero es verdad que muchos compañeros mantenían alquileres, naves y estudios y no podían hacerle frente a esos gastos. También conozco a mucha gente que tiene negocios de hostelería y que, al no poseer terraza, con cada cambio de nivel de alerta por la COVID, han tenido que cerrar. Esto es muy duro. Esa gente tiene el cielo ganado”.
–¿Qué le diría a la gente que está pasando por esta misma situación y que tiene miedo de emprender o apostar por otro trabajo que nunca ha desarrollado?
“Que si quieren emprender, que no se lo piensen, aunque no sea nada fácil. Es cuestión de tener la iniciativa. Y si quieren cambiar de sector, que no tengan miedo. Sé que en muchas ocasiones la incertidumbre y el miedo paralizan, pero si piensas que se te puede dar bien y te puede gustar, adelante. Al final hay que buscar la felicidad y te aseguro que se encuentra. Yo lo soy. Yo tengo suerte y estoy haciendo algo que me encanta. Hace cinco años ser comercial me hubiera parecido algo aburrido y monótono, pero cuando pasa algo así y tienes una oportunidad, te termina gustando. Estoy muy contento. Pienso en el futuro, pero con ganas e ilusión. Los miedos son inevitables porque vas a ciegas, pero luego te das cuenta que eres capaz, porque descubres otra cosa que te gusta, que te hace feliz, y que te permite vivir”.