sanidad

Un biomarcador en la sangre permite detectar la fase inicial del alzhéimer

Un estudio revela que ciertos niveles de una proteína cerebral en el plasma indican alteraciones asociadas a la etapa preclínica y abre la puerta a nuevos sistemas de diagnóstico precoz no invasivos
Una imagen de archivo de una personas anciana. EFE
Marc Suárez-Calvet, jefe del grupo de Biomarcadores en Fluidos y Neurología Traslacional del BBRC.

Con la participación de La Caixa, especialistas del centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, el Barcelonabeta Brain Research Center (BBRC), han detectado que la proteína acídica fibrilar glial (GFAP) es un biomarcador muy preciso para diagnosticar las fases iniciales de la enfermedad de Alzheimer en la sangre. “El hallazgo permitirá mejorar la precisión diagnóstica de la fase preclínica del Alzheimer a través de un análisis de sangre, combinando la detección del biomarcador GFAP con otros descubiertos recientemente”, explica el doctor Marc Suárez-Calvet, jefe del grupo de Biomarcadores en Fluidos y Neurología Traslacional del BBRC y coordinador del estudio.


Los resultados del ensayo se han validado en cerca de 900 participantes provenientes de tres cohortes dedicadas a la investigación en prevención del Alzheimer. Una es el Estudio Alfa, impulsado por La Caixa en Barcelona. La investigación se ha publicado en la revista JAMA Neurology y ha contado con la colaboración de profesionales de la Universidad de Göteborg, la McGill University, de Montreal, la Universidad de París; el Hospital Lariboisière Fernand-Widal -también, de la capital francesa-, el Hospital del Mar y el Institut Hospital del Mar de investigaciones Médicas (IMIM), el CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (Ciberfes), y el CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN).


La GFAP es una proteína cerebral específica de las células de la astroglía. Estas están implicadas en diferentes procesos funcionales, como dar soporte a la actividad de las neuronas y en la regulación de la barrera hematoencefálica. Cuando hay algún tipo de daño cerebral, se produce una reacción de estas células, la llamada astrogliosis. Con esta reacción se trata de contener el daño cerebral y se eleva la expresión de GFAP y de otros marcadores.


En el caso de la enfermedad de Alzheimer, la GFAP es un biomarcador que habitualmente se medía en el líquido cefalorraquídeo, después de efectuar una punción lumbar al paciente. La novedad es que se demuestra que la GFAP medida en el plasma sanguíneo es mejor que la del líquido cefalorraquídeo para determinar, con más precisión y de forma menos invasiva, en qué punto del alzhéimer se está.


“Hemos visto que los niveles del biomarcador GFAP son más elevados en las personas que se encuentran en la fase asintomática del Alzheimer, y que nos permiten diferenciar los individuos con o sin patología amiloide en el cerebro, que es el estadio previo a la enfermedad”, comenta Marta Milà-Alomà, del grupo de Biomarcadores en Fluidos y Neurología Traslacional del BBRC.


Los resultados del estudio se han verificado en personas que están en las distintas fases del continuo de la enfermedad de Alzheimer, y que participan en tres cohortes internacionales independientes. En primer lugar, los investigadores analizaron las muestras de sangre de 387 personas sin alteraciones cognitivas y con cierto riesgo de desarrollar alzhéimer, provenientes del Estudio Alfa. Asimismo, investigaron el plasma de 300 asintomáticas y con deterioro cognitivo que forman parte del TRIAD, en la McGill. Y, finalmente, analizaron las muestras de 187 pacientes con deterioro cognitivo del Hospital Lariboisière. Todas las pruebas del ensayo fueron analizadas en la Universidad de Göteborg.

“Podríamos probar un tratamiento antes de que el daño sea irreversible”

El equipo que lidera Marc Suárez-Calvet en el BBRC identificó en noviembre de 2020 biomarcadores de la proteína tau para las fases iniciales del alzhéimer, un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja (atrofia) y que las neuronas mueran. “En solo dos años”, resalta, “la investigación en el campo de los biomarcadores en la sangre está avanzando a tal ritmo que estamos convencidos que en un futuro próximo podremos detectar los cambios silenciosos con un simple análisis de sangre solicitado por el médico de cabecera”. Esto “permitirá probar un tratamiento antes que el daño sea irreversible”.


Cada tres segundos se diagnostica un caso de demencia en el mundo y se calcula que actualmente hay 50 millones de personas afectadas; en la mayoría, debido al alzhéimer. Esta cifra se traduce en España en más de 900.000 personas. Con la esperanza de vida en aumento, si no se encuentra un tratamiento para prevenir o frenar el curso de la enfermedad, la cifra podría triplicarse en 2050, y llegar a dimensiones de epidemia. Así se desprende del informe World Alzheimer Report 2018.

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