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Un alumno irá a prisión tras agredir a policías e insultar a maestros por la nota de un examen

"En actitud violenta le arrebató su examen negándose a devolverlo" hasta que no se revisaran sus notas y comenzó a proferir todo tipo de insultos tanto al director como a la jefa de estudios y al secretario del centro
Clases presenciales. | EUROPA PRESS

La Audiencia de Granada ha condenado a un año de prisión a un estudiante granadino que a raíz de sacar una mala nota en un examen profirió todo tipo de insultos a sus profesores manteniendo una actitud violenta hacia ellos y acabó agrediendo a los agentes de la Policía Local que acudieron a requerimiento del centro para mediar en la situación ante el “agresivo” comportamiento del alumno.

Este estudiante, que en el momento de los hechos cursaba sus estudios en un instituto de la capital, ha sido condenado por un delito de atentado a agentes de la autoridad, así como por dos delitos de lesiones por los que deberá abonar una multa, además de indemnizar a los policías en 290 euros, según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press y contra la que cabe recurso.

Los hechos se remontan al 26 de junio de 2019. El joven, que es mayor de edad, no estaba conforme con las calificaciones que había obtenido en un examen y cerca de las tres de la tarde de aquel día se personó en el despacho de la profesora que impartía la asignatura.

“En actitud violenta le arrebató su examen negándose a devolverlo” hasta que no se revisaran sus notas y comenzó a proferir todo tipo de insultos tanto al director como a la jefa de estudios y al secretario del centro. El tribunal da total credibilidad al testimonio de los académicos que sufrieron y presenciaron el “lamentable espectáculo” provocado por el alumno, el cual “estaba fuera de sí, no atendía a razones, se negaba a devolver los exámenes y porfiaba una y otra vez sobre lo mismo, así durante más de una hora” en la que llegó incluso a destrozar su móvil lanzándolo al suelo.

El director del centro avisó a la Policía Local para que les auxiliara en la recuperación de los exámenes, pero la actitud de “hostilidad” del acusado no cesó, es más, se incrementó ante la presencia policial cuando “cerró en las narices a los dos agentes la puerta del despacho donde se encontraba”.

Los agentes intentaron sin éxito hacerle entrar en razón requiriéndole la entrega pacífica de los exámenes y cuando uno de ellos se acercó para quitárselos se abalanzó sobre él, lo acorraló contra unas cristaleras y se originó un forcejeo ante la “lógica reacción” del agente de neutralizarle, según mantiene la Sala.

El alumno acabó mordiéndole en el brazo para tratar de zafarse, ante lo que intervino la otra agente para auxiliar a su compañero y separarle del estudiante tratando por la espalda de colocarle un grillete en una mano, cayendo en ese momento los tres al suelo. Los agentes trataron de inmovilizarlo con “grandes esfuerzos” porque no cesaba de patalear y moverse, pero al final tuvieron que pedir refuerzo policial para colocarle los grilletes y detenerle porque entre los dos no podían con él, según se desprende de los testimonios de los policiales sumada a la de los profesores.

Uno de los agentes sufrió una mordedura en el brazo izquierdo y traumatismo en la rodilla izquierda; y el otro, distensión lumbar, contusiones en ambas rodillas, arañazos y dolor en los miembros superiores. El Juzgado de lo Penal 5 de Granada condenó al estudiante a un año y medio de prisión por un delito de atentado que, tras el recurso presentado por el acusado, la Audiencia provincial ha rebajado a un año de cárcel y ha fijado en 200 euros la multa que deberá abonar por los dos delitos de lesiones leves, mientras que la indemnización ha sido fijada en 290 euros para cada uno de los agentes.

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