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Valeria Castro, la cantautora palmera que se abre paso con sonidos de su tierra

Nació hace veintidós años en Los Llanos de Aridane, lugar de donde toma los sonidos que inspiran las canciones de su primer álbum, Chiquita
La artista canaria estrenó su primer álbum, Chiquita, en Gran Canaria y Tenerife, en medio de la gran acogida que su música tiene en el panorama musical a nivel nacional | Foto: Fran Pallero

La cantautora Valeria Castro nació hace veintidós años en el municipio palmero de Los Llanos de Aridane, lugar de donde toma los sonidos que inspiran las canciones de su primer álbum, Chiquita. Aunque se dio a conocer compartiendo versiones de éxitos de otros artistas a través de las redes sociales, reconoce que prefiere abrazar lo presencial y ver en concierto “las caras de la gente” cuando canta, sobre todo, en actuaciones como las que dio hace unos días en Gran Canaria y Tenerife, donde se sintió “como en casa”. Su música bebe, en sus propias palabras, “de la pureza y de la verdad”, señas de identidad que ya le permiten abrirse paso en el panorama musical a nivel nacional. Recientemente deslumbró con su voz al público en el especial de Buenafuente ‘Late Motive x La Palma’ y también en el festival Vinagrenéfico a favor de los damnificados por el volcán celebrado en Madrid el pasado 28 de octubre.

  • Trae por primera vez su EP Chiquita a Canarias, ¿qué sensaciones tiene tras estrenar su álbum en las Islas?

“Es una sensación muy bonita. Al final yo venía de cantar canciones de otros, pero en el momento que empiezas a contar historias que vienen de tu cabeza, de lo que has querido trasladar al papel y a la música, se vuelve algo diferente. Y más cuando esas canciones nacen un poco de aquí, de esta que es mi casa, que son mis Islas. Al final, hay una conexión porque algunas melodías vienen de aquí y creo que igual la gente entiende estas melodías de una forma diferente que como se entienden en el resto de el territorio español, quizás más de cerca”.

  • ¿Qué tal ha sido la acogida del público?

“Cantar en Gran Canaria fue increíble. Se nota cuando todo es como en casa, tanto por el acento como por el calor del público. Yo creo que cantar aquí es muy diferente a hacerlo en cualquier otra parte de España. Aunque no fuera exactamente mi casa, ya notaba que estaba mucho más cerca y lo disfruté muchísimo. Y cantar en Tenerife me hacía incluso un poquito más de ilusión porque sabía que estaría mi familia, porque les quedaba más cerca que Gran Canaria”.

  • Hablaba antes de la conexión de su música con su tierra. ¿Hasta qué punto existe esa inspiración?

“Eso es algo en lo que yo misma estoy ahondando. Creo que todavía no tengo todas las nociones sobre el folklore canario, pero es algo que siempre he estado escuchando. Desde pequeña he cantado en el coro de la Escuela Insular de Música de La Palma y, al final, es eso lo que se queda en la recámara de tu cabeza y esas melodías de repente las aplicas a lo tuyo. También es verdad que me dejo influenciar por otras músicas, pero el sonido de mi infancia ha sido la música canaria y creo que eso de alguna forma se refleja y que poquito a poco se irá viendo cada vez más”.

  • ¿Qué artistas escucha Valeria Castro?

“A lo largo de mi vida he escuchado mucha música y eso crea un imaginario que viene desde que eres pequeña. Pero también, evidentemente, he ido escuchando nueva música para saber qué me llena. Me gusta escuchar a Silvia Pérez Cruz, que precisamente la vi en directo por primera vez en Gran Canaria, en el Alfredo Kraus, donde toqué estos días. También me gustan Jorge Drexler y Natalia Lafourcade. Cuando les escucho me emocionan y yo siempre intento que mi música emocione. Me gusta esa gente que canta con pureza, con verdad”.

  • Antes recordaba su pasado haciendo versiones de éxitos de otros artistas en redes sociales. ¿Cómo ha sido utilizar esa herramienta para darse a conocer?

“Ha sido fundamental, evidentemente, pero sí que es verdad que yo tengo un amor-odio con las redes sociales. Al final, como me di a conocer ahí, toda mi vida musical ha estado ligada a ellas. Entonces ahora, cuando ya he podido salir más y ver las caras de la gente, ya me aburren las redes. Es como, ¡jolín!, con lo divertido y maravilloso que es ver a la gente, ¿cómo es posible que a la gente le gustan las redes? Al final, en internet solo hay mensajes que parecen todos iguales. Cuando de repente alguien me escribe y me cuenta algo y luego en el concierto me ve y me lo vuelve a contar, es como que para mí adopta otro significado. Es el mismo mensaje, pero se vuelve más real. Luego está mi madre, que se ha hecho cuarenta y cuatro cuentas para animarme. Y bueno… yo no reniego de las redes, pero creo que cuando vas a un escenario y ves a las personas, que son reales y que han ido ahí a escucharte, todo se vuelve más bonito”.

A Valeria Castro le gusta la música que se canta “desde la pureza y la verdad” | Foto: Fran Pallero
  • ¿Cómo está llevando la proyección?

Creo que lo estoy llevando bien. La gente dice “vaya, qué éxito tienes”, pero al final soy como muy de valorar cada gesto, cada detalle. Así que estoy disfrutando de ver las caras de la gente en el directo e intentando tener siempre los pies en el suelo. Es muy importante disfrutarlo todo pero sabiendo de dónde vienes, porque todo como sube puede bajar. Estoy muy contenta, sobre todo de que la gente ya no solo escucha mi voz, sino también las historias que quería contar”.

  • ¿Prefiere cantar en escenarios pequeños o grandes?

“Yo me atrevería a todo, pero sí es verdad que disfruto mucho en los teatros. Me gustan los sitios pequeños, chiquitos, porque al final, como yo empecé en redes sociales, siempre he vivido como esa parte en la que hay gente escuchando pero yo no les estoy viendo. Entonces, cuando empecé a actuar me tocó la época postpandemia y es ahora cuando empiezo a ver las caras, los ojos, pero me faltan las sonrisas. Cuando se pueden quitar las mascarillas ya va a ser como un revulsivo”.

  • Días de conciertos, grabaciones, festivales… ¿da tiempo para componer?

Sí, totalmente. Al final parece que en los hoteles es donde más se compone y, de hecho, estos días he compuesto una canción nueva. Pero lo que más me cuesta entre concierto y concierto es compaginar la universidad”. [Valeria Castro estudia Biotecnología en Madrid].

“Pero al final es un reto, tienes que asumirlo y a mi me gusta. Ya estoy acostumbrada a esta dualidad de hacer música y también ser estudiante. Es difícil, pero bueno, creo que vale la pena”.

  • Ha adelantado que tiene una nueva canción, pero… ¿qué más está por llegar?

“Todos los días curro para lo próximo. Hay cositas hechas y hay alguna colaboración a la vista. Estoy trabajando despacito -pero espero que con mucha buena letra- en mi próximo disco, que quiero hacerlo con calma, sobre todo para estar orgullosa de ello. Yo siempre digo que no se puede sacar por sacar, sino que hay que estar orgullosa de lo que estás haciendo y contenta con el resultado”.

  • Hace poco participó en el festival Vinagrenéfico celebrado en Madrid a beneficio de los damnificados por el volcán. ¿Cómo fue la experiencia?

“Fue precioso porque me hizo ver cómo puede haber alegría en medio de una desgracia y, sobre todo, cómo puede haber gente tan lejos que quiera ayudarnos. Al final éramos unos cuantos grupos de aquí, de La Palma, Los Vinagres, Baldosa y yo. Y fue muy bonito ver a gente de Madrid que de repente quiso ir a apoyar. Todo el mundo de alguna forma está concienciado con lo que pasa y quería venir”.

Comprometida con su gente, la artista participó en el festival solidario Vinagrenéfico a favor de los afectados por el volcán el pasado mes de octubre | Foto: Fran Pallero
  • Se crió en uno de los municipios más afectados por el volcán, Los Llanos de Aridane. ¿Cómo lo está viviendo?

Yo espero y deseo con todo mi corazón que el volcán pare y que deje de hacer daño para que afecte a mi gente lo menos posible, porque ya ha afectado mucho. Y espero que el después sea más fácil de llevar que el presente, que está siendo duro para mucha gente. Quiero que la vida se porte bien con todos nosotros, con los palmeros, y que la gente no nos olvide. Ahora todo es muy impactante, pero lo que vendrá después es lo más importante y es donde necesitamos que nos ayuden y estén con nosotros”.

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