
Pasar las fiestas navideñas confinado por la COVID-19 seguramente no estaba en los planes de ningún tinerfeño a estas alturas de la pandemia pero, con los altos índices de contagios que se están registrando, esta es, por desgracia, la cara B de la Navidad en Tenerife, donde casi 13.000 personas han dado positivo en coronavirus y otras tantas son contactos estrechos o tienen síntomas. Por eso, en DIARIO DE AVISOS hemos querido hablar con dos de las personas que pasarán las fiestas confinadas en la Isla, María Montelongo y Ceci Wallace, para que nos cuenten cómo vivirán estas fechas en casa.
“Para nosotros, que la Navidad es una época súper bonita, familiar y divertida, este año se nos ha truncado”, cuenta la influencer tinerfeña de body positive, maquillaje y moda Ceci Wallace. Aunque ella no se ha contagiado de la COVID-19 y no está obligada a realizar aislamiento, pasará las fiestas en casa después de que su marido diera positivo en un test de antígenos el pasado viernes. Además, la situación le ha afectado personalmente ya que ha tenido que cancelar dos viajes de trabajo.
No obstante, ella mantiene su característico optimismo: “Para nosotros no es ningún problema estar en casa, somos muy caseros y mientras haya internet tenemos entretenimiento ilimitado. Lo que sí echamos mucho de menos es el gimnasio, pero yo lo estoy compensando con limpiar toda la casa a fondo. Él lo tiene más complicado para moverse porque está aislado en su cuarto”, cuenta.
Respecto a la celebración de los días más fuertes de la Navidad, la creadora de contenidos señala que lo peor será Nochevieja, cuando estará “cada uno solo en una habitación”. Eso sí, ya está pensando en tirar de ingenio e “inventar algo” para que no sea una noche tan solitaria.
Para sobrellevar los días también recurre a las videollamadas con sus seres queridos y las conversaciones a través de las redes sociales: “No podría vivir sin estar conectada”, confiesa. Y es que se siente “muy arropada virtualmente” por su familia y sus amigos, así como por la cantidad de seguidores que les envían mensajes de apoyo a través de Instagram tanto a ella como a su marido.
Similar es la situación de María Montelongo, periodista tinerfeña que hace unos días comenzó a tener síntomas compatibles con la COVID-19 y que, tras realizarse una prueba, constató que se había contagiado del virus, aunque todavía no sabe muy bien en qué momento. Ella está viviendo las fiestas aislada junto a su pareja: “Por suerte, pasaré estos días con mi chico. <<Por suerte>> entre comillas, porque no me alegro de que él se haya contagiado, pero habría sido más duro pasar por esto sola”.
La periodista adelanta que estarán los dos “aquí, tranquilitos, y serán unas Navidades diferentes, sin muchas expectativas más allá de pasar una cena juntos. Tampoco es que las Navidades del año pasado fueran muy distintas porque todo estaba ya bastante limitado”, recuerda.
Además, explica que está llevando la enfermedad “mejor de lo que esperaba” porque se reconoce “un poquito hipocondríaca”. Ha pasado por síntomas similares a los de una gripe y asegura que “la vacuna ha hecho su trabajo”. Eso sí, se siente “muy cansada” tras días de mocos, tos y fiebre.
Al igual que Ceci, María es optimista y trata de dejar de lado la frustración que supone estar confinada en casa llenando el tiempo libre con pasatiempos como “retomar la lectura de aquel libro para el que siempre decía que no tenía tiempo”.
Para hacerle los días más fáciles, los familiares de ambos les han acercado todo lo que han necesitado a la puerta de casa y también han tenido tiempo para videollamadas: “Muchos conocidos se han preocupado y han querido ver cómo estábamos”.
13.000 tinerfeños contagiados de la COVID-19 en Navidad
Las Navidades de Ceci y María serán muy parecidas a las de los 13.000 positivos que ayer jueves había en Tenerife, así como las de sus contactos estrechos. Quedarse en casa, para María, supone “ser consciente de que por lo menos estamos pasando la Navidad en casa y no estamos contagiando a nuestras familias. Todo pasa y no podemos olvidar que tras esto nos quedarán todos los días y noches del año para compartirlas con las personas significativas”.
En la misma línea, Ceci pide a los confinados “que se apoyen estos días en las personas que quieren y estén en contacto virtual con ellas”, que aprovechen para hacer todas esas cosas para las que nunca tienen tiempo como leer y que, “si tienen gusto y olfato, ¡coman rico!”.