El Papa Francisco ha enviado un mensaje de aliento y apoyo a los damnificados por la erupción volcánica en La Palma al término de la audiencia mantenida con los obispos de diversas diócesis españolas, entre ellos el de Tenerife, Bernardo Álvarez.
“Es duro, pero no bajen los brazos. Una reconstrucción significa dar siempre un paso más adelante. Significa que la derrota no tiene la última palabra. Significa no cansarse de mirar el horizonte”, les ha comentado.
El Papa ha señalado que estuvo “muy cercano” a los palmeros en el momento de la erupción del volcán y lo sigue “estando ahora”, rememorando que había “ceniza por todos lados” y que “debe ser muy duro” ver la casa o el “campito” cubierto de ceniza y hay que “escapar” para salvar la vida y lo que se pueda.
“Los acompañé en esos momentos y los sigo acompañando ahora en la reconstrucción”, ha indicado.
El Papa ha insistido en que está “cerca” de los afectados y reza por ellos.
“Les deseo todo bien y, por favor, les pido que recen por mí. Y el que no reza, que me mande buena onda, que también la necesito. Que Dios me los bendiga a todos”, ha apuntado.