la palma

Gregorio Hernández, afectado por el volcán: “Mi intención es recuperar la finca que mi abuelo creó en el 39”

Gregorio Hernández, afectado por el volcán, quiere su suelo y la oportunidad de hacer lo que ya hicieron sus antepasados
Gregorio Hernández, productor de plátanos en el Valle de Aridane. DA
Gregorio Hernández, productor de plátanos en el Valle de Aridane. DA

Replantar la platanera sobre colada. Sorribar y recuperar el medio de vida con el que se pagaron estudios, viajes, casas y se creó, además, empleo en las bases de los plátanos, luego las cooperativas y el reconocimiento y la puesta en valor de la dignidad de un profesión, la de agricultor. A finales del siglo XX se puso de moda el regreso al medio rural y a una actividad que, aderezada con la industrialización y la mejora de los sistemas de producción, se convirtió en una tarea más amable.

El concepto entonces se alambicó en la generalidad del sector primario. Gregorio Hernández es productor, administrador de una sociedad de ocho fanegas de plátanos que daban trabajo a nueve personas. De toda la superficie cultivada de esta sociedad, solo ha quedado en pie un estanque de agua, todo lo demás permanece bajo la colada volcánica que no tardará meses, sino años, en enfriarse.

“La intención es reconstruir la finca, que se compró en el año 1939, en la que estuvieron 10 años trabajando 25 personas a mano, día tras día sin medios mecánicos, utilizando barras de hierro y martillos, y después dinamita, luego entrando tierras para plantar”, una tarea que hacían “mujeres, niños, hombres, todos los que podían porque había mucha necesidad. Era justo después de la guerra”. Es una finca histórica del municipio bagañete, una de las cientos de producciones que han desaparecido en La Palma.

Aunque cuando Hernández espera el apoyo institucional, tiene claro que “quiero reconstruir mi finca, la de mi abuelo en el año 39, tras haber comprado un mar de piedra y 10 años después tener una finca modélica y ejemplar; a mí ahora me queda esa labor por delante, lo que sería un orgullo”. Si bien el Cabildo ya plantea destinar una gran zona de más de 540 hectáreas para la recuperación de la platanera perdida, muchos piensan como el productor Gregorio Hernández. “Yo quiero recuperar mi finca aquí, donde estaba, que es donde están mis terrenos”, explica mirando el mar de lava.

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