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Rebaja de la velocidad en el centro de Santa Cruz para facilitar la circulación de bicis y patines

El Ayuntamiento de Santa Cruz prepara una red ciclable en una veintena de calles en las que se reducirá la velocidad a 30 kilómetros por hora, y para la que espera obtener financiación de la UE
calle de La Rosa
Entre la veintena de calles en las que se va a rebajar la velocidad está la de La Rosa. DA

Es una vieja deuda del Ayuntamiento con la capital, la de contar con una red de carriles bici que haga la ciudad más sostenible. La creación de una red ciclable es uno de los proyectos que se ha presentado por parte del área de Infraestructuras para obtener fondos Next Generation de la Unión Europea. Con él se pretende rebajar la velocidad a 30 kilómetros por hora en una veintena de calles del centro de la ciudad, para que bicicletas y patinetes eléctricos puedan circular por las mismas vías que los coches. Según explicó el concejal de Infraestructuras, Dámaso Arteaga, “con el proyecto de la red ciclable pretendemos abordar una serie de calles en las que se les va a bajar la velocidad a 30 kilómetros la hora para que las bicicletas, patinetes y coches puedan circular por la misma vía”. El edil señaló que aún hay qué definir las calles, pero, “ya tenemos una primera propuesta para aplicar en el centro, pero se tendrá que hacer el estudio para ver si son las convenientes. De momento, el perímetro escogido es el más prudente, y la intención es ir ampliándolo”.


Dentro de ese perímetro se encuentran calles como la de La Rosa, San Isidro, Santa Rosalía, Villalba Hervás o Emilio Calzadilla. También es cierto que son vías que ya tienen una velocidad reducida, pero que, hasta el momento, no están definidas como ciclables. En caso de ampliar esta red ciclable más allá de la zona centro, las calles que se proponen son la de San Sebastián, Ramón y Cajal, y Porlier. También la calle Calderón de la Barca, hasta conectar con un tramo de Tomé Cano, y de allí, un enlace peatonal con la avenida Reyes Católicos.


Esta red ciclable también prevé la implantación aceras-bici, que por su ancho permitirían el paso de peatones y bicicletas, como, por ejemplo, el paseo central de la avenida Tres de Mayo.


A este proyecto se une otro complementario denominado Carril bici ciudad 5’. Que según explica Arteaga, “se trata de que en los cinco distritos exista una carril bici con el que se pretende que se pueda llegar desde cualquier punto de la ciudad al centro en tan solo cinco minutos”. Inicialmente, se comenzará por la creación de un carril de este tipo en el entorno de la Rambla de Santa Cruz y se irá extendiendo hasta los distritos.

Zona de bajas emisiones


El tercer proyecto que Infraestructuras ha presentado a los fondos Next Generation es el de la creación de una zona de bajas emisiones también en el centro. En este caso, “se trata de restringir en una serie de calles en el centro, de forma que solo se permitirá el paso de vehículos solo a los garajes, carga y descarga y vehículos eléctricos”. La fórmula para conseguir esa restricción de vehículos es a través de la colocación de cámaras de reconocimiento de matrícula y el objetivo es reducir las emisiones de CO2. De momento, se barajan cuatro perímetros dentro de la zona de Gran Afluencia Turística.


La implantación de esta zona viene derivado de la normativa europea mediante la cual, las ciudades de más de 50.000 habitantes están obligadas a adaptar su normativa para cumplir con la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética. La fecha tope para contar con esta Zona de bajas emisiones es 2023.


Esto se traduce en que deberán ser zonas delimitadas dentro de las urbes donde se restringe el tráfico, ya sea en cuanto a circulación, acceso o aparcamiento y en base a la clasificación medioambiental, es de decir, discriminando por la etiqueta de la DGT. Junto a Santa Cruz de Tenerife, también deberán contar con ZBE los de Las Palmas de Gran Canaria, Telde y La Laguna.


A estos tres proyectos se suma el ya presentado en su momento de la calle 100% sostenible, que en este caso sería la avenida de Anaga mediante energías renovables y la instalación de parterres y jardines regados con aguas depuradas. “Este es un proyecto que cuenta con financiación del Programa MOVE: en el marco del programa de incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible, cofinaciado con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder)”, explicó el edil de Infraestructuras. Placas fotovoltaicas, aerogenadores, cargadores para coches eléctricos o el cambio de toda la luminaria por tecnología led son los principales hitos del proyecto. El monto total de los cuatro proyectos presentados para obtener financiación de los fondos para la recuperación de la UE, Next Generation, es de 5,9 millones de euros.

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