La aparición de restos de lava azulada junto al volcán de La Palma sorprendía en los últimos días a los científicos que continúan trabajando en el entorno de Cumbre Vieja.
“De nuevo las lavas de la erupción de La Palma nos sorprenden. ¿O no tanto? ¿No habíamos quedado que cuando se enfríen tienen un color entre marrón-gris-negro? Pues a ver qué opinan”, retaba este mismo fin de semana el vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN) Stavros Meletlidis a sus seguidores de Twitter.
Al reto que planteaba la misteriosa lava azul expulsada por el volcán de La Palma se apuntaba también otro científico del IGN, Itahiza Domínguez, quien añadía al hilo la fotografía de una bomba volcánica hallada junto al cono principal el 26 de diciembre y que también presentaba ese color azulado.
¿Esta bomba al este del cono principal cuenta? (foto del 26 de diciembre) pic.twitter.com/64RledzoOQ
— Itahiza (@ita_dc) February 13, 2022
Tras las incógnitas planteadas por Meletlidis fueron muchos los usuarios que en las redes dieron distintas explicaciones al color azulado de la lava, apuntando cosas como que la lava hubiera arrastrado otros materiales al avanzar por el terreno, algo que descartó el propio Meletlidis.
La ansiada respuesta, no obstante, ha llegado este mismo martes de la mano del científico del IGN, quien ha dado la respuesta fundamentada al motivo del color azul en la lava: “Cuando las superficies de las coladas de lava o fragmentos piroclásticos se enfrían rápidamente, los minerales no tienen tiempo para formarse, y se genera una sustancia amorfa (vidrio). Estas superficies vítreas pueden volverse iridiscentes”, explicaba Meletlidis acabando con el misterio.
Asimismo, el científico añadía que el color azulado de la lava “es causado por una capa de vidrio extremadamente delgada, que difracta la luz que pasa en diferentes colores (azul, dorado, púrpura, etc.) en lugar de absorberla o reflejarla. Algo similar al fenómeno producido por pequeñas cantidades de aceites de motor sobre el agua”.
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