Dos chimeneas, eso es lo único que ahora mismo puede verse de la casa de Vicente, donde hasta el pasado 19 de septiembre, día de la erupción del volcán de La Palma, vivían su hijo Saúl y su nuera María. La vivienda, de tejado de cuatro aguas y muros de piedra, es una de las más cercanas al cono y sobre ella hay en torno a cinco metros de ceniza: “La prueba de que la casa fue bien construida es que ha resistido”, confirma Vicente, quien tiene la esperanza de poder ‘desenterrarla’. Eso sí, los trabajos para eliminar la ceniza, afirma, “durarán semanas”.
La primera vez que la familia de Vicente pudo acudir a buscar la casa, ubicada en la ladera sur del cono volcánico, en la zona de Los Pelados (San Nicolás), fue el pasado mes de enero. Durante aquella visita a la zona de exclusión descubrieron que lo único visible eran las chimeneas, que sirvieron “de guía” para dar con la edificación: “Si no fuera por las chimeneas ahora habría sido mucho más difícil orientarnos porque en esta montaña solo hay tres casas y una bodeguita”, cuenta Vicente.
“Estamos a unos 150 metros de ese monstruo, de ese volcán sin nombre“, contaba ayer a DIARIO DE AVISOS Vicente mientras coordinaba los trabajos para tratar de recuperar su vivienda. El porche acristalado cedió ante el peso de la ceniza y se desconoce cuál será el estado de un estudio anexo, así como de los muebles, las paredes y techos. Vicente espera que la casa por dentro esté “intacta” pero señala que “todo se verá cuando consigamos llegar hasta el interior”, que será cuando comiencen a “valorar y a sacar cosas”.
Los trabajos para eliminar la ceniza comenzaron este miércoles, día en el que la familia se vio “desbordada”: “Es que es una barbaridad, hablamos de miles de toneladas de ceniza y por eso sabíamos que esto no lo íbamos a poder retirar solos”. Por eso, Saúl y María pidieron ayuda para recuperar su hogar, una demanda que no quedó sin respuesta ya que ayer unas cuarenta personas aparecieron con chalecos y palas para unirse a la retirada de ceniza.
La imagen de decenas de personas caminando en fila para ‘desenterrar’ la casa de Vicente fue difundida ayer por fotógrafos de I love the world y es un testimonio que refleja el momento post-eruptivo que se está viviendo en la isla de La Palma, en el que los isleños ya luchan para revertir el daño ocasionado por el volcán.
“Gracias a dios hoy han venido más personas y también gente del Ayuntamiento y del Cabildo de La Palma. Hoy había un montón de gente que está haciendo un trabajo inmenso, porque aunque tenemos una retroexcavadora pequeñita, la máquina no puede situarse encima de la casa, así que la mayoría del trabajo hay que hacerlo con las palas”, explica Vicente.
Este vecino de San Nicolás cree que deberán pasar al menos dos semanas para poder acceder a la vivienda: “Lo primero es limpiar los techos, luego los laterales y, ya después, abrir una ventana y ver qué sorpresa encontramos dentro”. Por lo pronto, y tras meses de incertidumbre, para él ya es “un milagro” que la casa esté allí.