
La fuente del conocido como Monumento a Franco lleva casi 20 años sin funcionar. Dejó de hacerlo aproximadamente en 2003, y desde entonces no ha vuelto a circular ni una sola gota de agua por el entorno del conjunto escultórico que firma Juan de Ávalos. El Ayuntamiento de Santa Cruz quiere revertir esa situación y poner en funcionamiento la fuente, y para ello, el área de Servicios Públicos, que dirige Guillermo Díaz Guerra, ha encargado un proyecto para conocer las necesidades y el coste de su puesta en funcionamiento. Junto a esta fuente, otras dos también contarán con un proyecto para que el agua vuelvan a fluir en ellas. Se trata de la fuente de la plaza de Weyler y la del Castillo Negro. Díaz Guerra defiende que, en el caso de las tres fuentes, se trata de patrimonio municipal que necesita ser reparado y puesto en uso, “no entro valoraciones políticas de ningún tipo”, explicó a DIARIO DE AVISOS en relación con la polémica que rodea al Monumento a Franco o Monumento de La Victoria, tal y como se le conoce de forma oficial.
“Estamos hablando de una fuente que lleva parada unos 20 años, y no se le ha hecho ningún tipo de mantenimiento”, detalló Díaz Guerra sobre la fuente del Monumento de La Victoria. “Según los primeros análisis técnicos, las tres fuentes son reparables, pero lo que me dicen los técnicos es que la peor que está es la fuente de Almeyda, que es como siempre la he conocido, y de la que tengo un recuerdo espectacular cuando estaba en funcionamiento”.
Admite el edil que la fuente que acompaña al monumento de Ávalos “está totalmente destrozada, con las bombas rotas, por lo que habrá que reponerlas, al igual que las conducciones. Incluso, apunta Díaz Guerra que “el ingeniero agrónomo del servicio nos ha explicado que uno de los motivos que está detrás de la muerte de los laureles de la Comandancia de Marina fue la pérdida de agua que se produjo cuando se cortó esta fuente, ya que dejaron de beber de las pérdidas que tenía”.
Detalla el concejal de Servicios Públicos que los técnicos le han trasladado que las dudas sobre el Monumento a Franco, si es BIC o no (que no lo es), y si está afectado o no por la Ley de Memoria Histórica, les han llevado a retrasar cualquier tipo de intervención en la fuente. “Yo considero ese conjunto escultórico como parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad, y en tanto en cuanto no haya una resolución que impida actuar o poner en marcha esa fuente voy a dar los pasos para ponerla en funcionamiento”.
Proyecto de rehabilitación
Esos pasos han consistido en el encargo de un proyecto a la empresa Ircare Canarias, una de las cuatro a las que se invitó a participar en la licitación, en el que se detallen las actuaciones que pudieran ser necesarias para la puesta en funcionamiento de la fuente escultórica de Almeyda, y que van desde la sustitución de la instalación eléctrica, hidráulica, incorporación de iluminación ornamental e impermeabilización del vaso, hasta la adecuación del entorno. El coste de este contrato es de unos 12.000 euros.
“Mientras tanto, lo que procede, y hemos recibido alguna petición de alguna asociación cultural que nos recuerda que esa fuente está valorada en 41 millones de euros, lo que la convierte en la más valiosa de Santa Cruz, es que por lo menos deberíamos mantener el ornato y corregir el vandalismo que ha sufrido. Con lo cual voy a encargar que se adecente al menos el aspecto”, añadió el primer teniente de alcalde.
Insiste Díaz Guerra en que no quiere despertar ningún tipo de polémica con este arreglo. “No entro en ningún tipo de valoración sobre su afección por la Ley de Memoria Histórica. Para mi es parte del patrimonio y de la historia de Santa Cruz, yo nunca la he vinculado a ningún significado político, para mi es un espectáculo verla en funcionamiento en ese entorno, y creo que es mi obligación como responsable del mantenimiento y de los servicios públicos de la ciudad, es mi responsabilidad, que las fuentes estén en funcionamiento, y voy a dar todos los pasos para que así sea”.
En cuanto al proyecto para la fuente de la plaza Weyler, “en este caso tenemos un problema de filtraciones y rotura continua de las bombas. Será la Fundación de la Universidad de La Laguna la encargada de realizar el proyecto, que tendrá que obtener el visto bueno del Cabildo al encontrarse dentro del conjunto histórico de Los Hoteles-Pino del Oro.
Hidrocarburos en el Castillo Negro
De las tres fuentes a poner en uso, la del Castillo Negro es la que más retrasada va en cuanto al encargo del proyecto para su recuperación. Y es que como explica Díaz Guerra, “aunque también tenemos un problema de bombas, aquí, además, hay una actuación en el entorno que es la descontaminación del suelo por parte de Cepsa, que nos impide actuar hasta que eso se defina”.
Según detalló el edil de Servicios Públicos, “junto al Auditorio hay una pequeña instalación industrial a la que va a parar todo lo que se recoge a través del sistema de tuberías que está bajo el Castillo Negro, y que aspiran el hidrocarburo que por gravedad está bajando de la Refinería hacia el mar. Lo recoge, lo trata en esa planta, y se saca de ahí cubas”. “Cuando llegué de concejal -continuó- me dijeron que había un proyecto de ampliación de esa red de saneamiento, entonces autoricé la ocupación de vía pública, y eso ha permitido que se duplique toda esa red de saneamiento y absorción”.