Pese a que la solidaridad de la mayoría del resto de comunidades autónomas ha brillado por su ausencia a la hora de acoger a los menores de edad no acompañados que han llegado a las Islas a partir del repunte de las pateras acaecido desde agosto de 2019, Canarias no ha dudado en sumarse al esfuerzo español a la hora de acoger a refugiados ucranianos y, ayer mismo, llegaron a Fuerteventura 16 menores de edad -entre ellos, un bebé de menos de dos años- procedentes de un orfanato ubicado a 30 kilómetros de Kiev, que han logrado huir de los estragos de la guerra provocada por la agresión rusa ordenada por el dictador Vladímir Putin.
Junto a tres trabajadores del orfanato, los menores salieron hace dos semanas de la zona, en una auténtica odisea, hacia la frontera escapando de los ataques de las tropas rusas y en Fuerteventura serán acogidos en el albergue de El Cohombrillo, dentro del término municipal de La Oliva.
No es la única actuación a este respecto en las Islas, dado que Cruz Roja está prestando asistencia a 243 ucranianos que se encuentran en Tenerife y no pueden regresar a su país tras la invasión rusa (por lo que también son técnicamente desplazados). La mayoría solicita información sobre protección internacional y la tramitación de peticiones de asilo, y de ellos 116 personas se encuentran en situación de vulnerabilidad y han sido acogidas en recursos alojativos temporales gestionados por la ONG, que detalla la presencia de 35 menores.
Mientras tanto, y dado que Putin no contempla una salida negociada del conflicto, la guerra se recrudece con nuevos ataques a las ciudades ucranianas, con la novedad de que ayer estos bombardeos se ampliaron a varias localidades del oeste del país, lo que acerca los combates armados a las fronteras con los países miembros de la OTAN, aumentando así el riesgo de acabar derivando en lo que el presidente de EE.UU., Jose Biden, garantiza que sería “la Tercera Guerra Mundial”.
Por su parte, la UE aprobó ayer estrechar el cerco contra las élites rusas al ampliar la lista negra contra oligarcas y personas que se benefician del Gobierno Putin, con nuevas sanciones que hoy entran en vigor y que contemplan asuntos como las criptomonedas, evitando así que sean un refugio para los mismos.
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