Los empresarios canarios exigen bajar impuestos por el alza de los precios

Una de cal y otra de arena. La XXVI Conferencia de Presidentes celebrada el pasado domingo en La Palma acabó con un anuncio de Pedro Sánchez de una rebaja impositiva a los sectores afectados por la guerra en Ucrania, pero, al mismo tiempo, con una declaración devastadora por parte del presidente del Gobierno: “La guerra va a ser larga”. Algo que los empresarios evitaban a toda costa. Y es que la prolongación del conflicto es lo que hará que la repercusión sobre la economía sea más o menos profunda, reconocen a DIARIO DE AVISOS.

En los dos primeros meses de 2022, el IPC creció, al menos, un 6,85%, tres veces más. El precio del pan en febrero de 2022 aumentó un 6,4% anual; los aceites y grasas, un 28,1%; la leche, un 8,8%; la carne de ovino, un 9,5%, y los cereales o sus derivados (que pueden subir más por la guerra de Ucrania) han subido un 8,2%. Por no mencionar la electricidad y los carburantes.

Las perspectivas no son nada positivas. Los peores pronósticos indican que la inflación podría superar el 10% para el verano. Con estas cifras, la confianza empresarial está por los suelos. La única esperanza que queda es que finalmente el Gobierno de España se decida a reducir los impuestos y se garanticen precios asequibles para que las empresas puedan seguir trabajando y creando empleo. “Si no se adoptan medidas ya”, dicen, “la destrucción de empleo será inmediata”.

El economista y socio de ASSAP José Ramón Barrera lo tiene claro. “No sé a qué está esperando el Gobierno para bajar el impuesto al consumo, el tramo autonómico del IRPF y quitar el impuesto a la importación (AIEM). Con la situación como está, es perverso no bajar la carga impositiva de las empresas y pedir, al mismo tiempo, moderación salarial y recorte de beneficios a pymes y autónomos”, señaló en referencia a las recientes declaraciones del presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres.

En este sentido, desde CEOE-Tenerife piden un plan específico para Canarias, puesto que, al ser “región ultraperiférica, depende en mayor medida de la energía y el transporte para el abastecimiento”. El presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, habló en la misma línea, pero lanzó un mensaje tranquilizador, ya que hay que tener en cuenta que estamos en una economía global, “con lo que será muy raro que haya desabastecimiento de algún tipo de productos. Otra cosa es que, al haber más demanda y menos oferta, el precio suba”, matizó.

Construcción, turismo, comercio, industria, alimentación y ganadería y agricultura son sectores seriamente dañados de forma indirecta por el conflicto bélico. El 62% de las empresas tinerfeñas vinculadas al metal y a las nuevas tecnologías se están viendo afectadas. De ellas, un 34% lo siente “en gran medida”. Según una encuesta realizada por la patronal del metal, el 54% está sufriendo limitaciones “debido a la falta de suministro o materias primas y al aumento de los costes”. Al mismo tiempo, un 67% expresa sus “problemas con las importaciones y exportaciones de productos o materias primas”. Además, un 98% declara que le ha subido la factura de la luz y/o del gas, de ellas el 20% confirma que el incremento ha sido en más de la mitad. Para enfrentarse a esta situación económica, un 30% de las empresas reconoce que durante los últimos días ha subido los precios, y un 25%, que ha realizado acopio de suministros o materias primas.

Con todo, los empresarios se muestran prudentes. No se puede hablar de desabastecimiento,, aunque seamos Islas, porque se podrá acudir a otros mercados, pero sí habrá subida de precios.