No hay quien lo pare. A pesar de que la incidencia del Covid no termina de irse de nuestras vidas, está claro que hemos decidido desembarazarnos de su cinturón y entrar en la normalidad. Una normalidad como la de celebrar el Día de Canarias de la mejor y de diferentes maneras, para lo que, por ejemplo, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife dispuso ayer de un programa de actos digno de sus mejores fiestas, como colofón a un mayo tan significativo como mes de la fundación de la capital tinerfeña.
Así, chicharreros, tinerfeños y visitantes de todas partes del mundo pudieron disfrutar ayer de un amplio número de eventos culturales, deportivos, gastronómicos y folclóricos para todas las edades, que concluyeron con un gran concierto de Los Sabandeños en la plaza de La Candelaria, que contaron con notables invitados, como el tenor santacrucero Celso Albelo o la cantante lanzaroteña Almudena Hernández. Elfidio Alonso quiso agradecer “el trato que ha tenido esta ciudad y que ha sido un enorme orgullo el poder actuar ante miles de personas”.
Desde el viernes, la Alameda del Duque de Santa Elena acogió la Feria AgroCanarias que reunió a 46 expositores de productos agroalimentarios y 10 de gastronomía. Además, hubo un espacio Market donde se pudo adquirir productos locales y una zona infantil con deportes y juegos tradicionales canarios, huerta y granja, como un guiño a ese sector primario que, aunque parezca mentira, también existe en los límites del municipio de Santa Cruz de Tenerife.
Además, tanto el domingo como ayer se celebró la Feria de Gastronomía Tradicional, que reunió en el entorno de calle de La Noria a un total de 11 carpas con una selección de alimentos elaborados con productos de kilómetro cero. Toda estas muestras de gastronomía canaria y de folclore de nuestras islas se aderezó con música de todos los géneros. Asimismo, la gastronomía tuvo una cita especial con el regreso del tradicional Concurso de Comidas Típicas, que abrió las puertas al público a las 14.00 horas en la plaza de la Iglesia de la Concepción, una hora después de la entrega de premios, en la que se distinguió a la mejor mesa presentada, al mejor conejo en salmorejo, a la mejor cazuela de pescado, al mejor postre o al mejor licor. La jornada festiva prosiguió con más música folclórica, algo que se sintió no solo en La Noria, sino en casi todo el núcleo histórico de la capital tinerfeña, bajo un día radiante de sol y sin que llegara a ser efectiva la amenaza de lluvia.
Ayer también hubo un acto emotivo con la entrega por parte del alcalde José Manuel Bermúdez, repuesto de la COVID, del Premio Día de Canarias-Ciudad Santa Cruz 2022 al CD Tenerife. La vicepresidenta segunda de la entidad blanquiazul y coordinadora del Programa del centenario, Milagros Luis Brito, reconoció “una enorme alegría el que el Ayuntamiento nos reconozca con un premio tan importante en un día como el de Canarias y viene a validar el matrimonio entre Santa Cruz y el Club Deportivo Tenerife, que está a punto de cumplir 100 años”. Igualmente, añadió que “esta ciudad es la casa del Tenerife”.
Coches antiguos
La gran novedad este año en el Día de Canarias en la capital fue la presencia de una veintena de los coches antiguos mejor conservados de Tenerife. Vehículos matriculados entre 1922 y 1939 que recorrieron la ciudad desde el parque García Sanabria hasta el Real Club Náutico, con una exposición durante una hora en la Alameda del Duque Santa Elena, que impresionó a propios y extraños, demostrando una vez más el gran patrimonio automovilístico con el que cuenta la Isla y que mantiene vivo los propietarios de esas joyas motorizadas y el Club de Automóviles Antiguos de Tenerife, que cumple este año su 52 aniversario y que suele realizar esta salida tan emotiva los domingos de Piñata del Carnaval. Fue tal el éxito el de ayer que su presidente, Abel Febles, ya piensa repetir esta fecha para el próximo año.
Se cumplieron así 51 ediciones del concurso, uno menos de los que cumple el Club de Automóviles Antiguos de Tenerife, al no poderse celebrarse en 2021 debido a la pandemia. De los 52 años de historia del club, casi la mitad ha estado presidido por Abel Febles, un apasionado de los coches desde muy pequeño hasta que se convirtió casi en una manera de vivir, al recibir en herencia varios automóviles y rescatar del olvido otros muchos hasta acumular, entre antiguos y clásicos, una quincena de modelos casi exclusivos, como el Overland que volvió a conducir ayer, junto a una veinte de vehículos, entre Ford A, Chevrolet o Cadillac, cuando los primeros coches llegados a Canarias, casi sin carreteras, lo hacían de Estados Unidos, lo que al fin y a la postre ha dejado un patrimonio de incalculable valor, como reconocía ayer el concejal Dámaso Arteaga, quien representó al Ayuntamiento en la ceremonia final.
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