El sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN) Itahiza Domínguez, ha señalado este viernes que el enjambre sísmico del Teide detectado esta madrugada con casi medio millar de pequeños sismos es “peculiar” pero también “esperable” dada la actividad magmática de Tenerife pero ha dejado claro que “no hay que preocuparse”.
En declaraciones a Europa Press ha apuntado que todos los terremotos son pequeños, no sentidos por la población, con magnitudes medias de 0,5 y a profundidades que oscilan entre los 10 y 15 kilómetros, y en un intervalo de poco más de tres horas.
Ha apuntado que los sismos se han detectado en una zona donde “siempre” hay sismicidad –al suroeste de Pico Viejo– y de hecho, ya hubo otros dos ‘enjambres’ en 2016 y 2019.
Domínguez ve “normal” esta situación porque en la isla se detectan cada año en torno a un millar de terremotos –no todos se localizan– pese a que “no está activa” desde el punto de vista vulcanológico, algo que la “diferencia” de La Palma o El Hierro, que apenas tienen sismicidad al margen de etapas preeruptivas.
Enjambre sísmico del Teide sin origen exacto del eventi
En esa línea ha indicado que Tenerife tiene una capa magmática y un sistema “más activo en periodos de calma” y aunque no conocen el origen exacto del evento sostiene que “puede que tenga que ver con la actividad y los gases”.
No obstante, ha aclarado que no hay deformación del terreno y precisado que si hubiera una actividad preeruptiva “habría más actividad”, de ahí que lance un mensaje de “tranqulidad”.
“En principio no es nada”, ha comentado, si bien ha resaltado que no se puede “adivinar” cuando la isla podrá tener una erupción volcánica.
Ha indicado que este ‘enjambre’ era “esperable” y no supone ninguna “sorpresa” por lo que no hay que “alarmar” ni activar ningún tipo de plan de contingencia –salvo que, por ejemplo, los terremotos pasaran de magnitud 2 o 2,5–.
“No hay nada más, la cuestión es seguir vigilando por si surge algo nuevo”, ha indicado.