medio ambiente

El Teide que viene, bajo control

El Plan Rector del Parque Nacional, aún en proceso de información pública y pendiente de aportaciones y alegaciones, eliminará el acceso en coche, limitará el número de personas y actividades deportivas e incrementará las sanciones por el vandalismo
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La Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias tiene a disposición pública la información referida a la aprobación provisional del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional del Teide (PRUG). Las personas y entidades interesadas podrán consultar el documento, así como realizar observaciones y sugerencias hasta el 5 de julio. A pesar, por tanto, de no estar cerrado el plazo, muchas han sido las voces que se han opuesto a las limitaciones que contiene el plan, en especial deportistas -ayer mismo hubo una manifestación en los Roques de García-, empresas turísticas y grupos audiovisuales, mientras mayoritariamente ha sido bien recibido por los ecologistas.

El consejero responsable del área, José Antonio Valbuena, ante las críticas recibidas, advierte que “se trata de una propuesta provisional y en el documento final se tendrán en cuenta las aportaciones que nos lleguen, siempre hemos defendido una participación real y efectiva en este y otros documentos que hemos tramitado. El documento final no se parecerá al que está expuesto actualmente y las diferencias radicarán en las aportaciones que recibamos por parte de la ciudadanía, entidades, colectivos y administraciones públicas, siempre conciliando el uso público del parque nacional con la protección de este entorno privilegiado”.

El sentido principal del nuevo plan es la ordenación de las visitas en coches al parque, como recoge el artículo 5.3.1 del borrador del PRUG que establece que “se llevará a cabo la ordenación del acceso y de la movilidad en el parque nacional, lo que tendrá como resultado un nuevo sistema de movilidad sostenible que condicionará la forma de realizar la visita”.

Básicamente se prohibirá el acceso en vehículos particulares y se dispondrá de guaguas lanzaderas de entrada al parque. Algo similar a lo que ocurre con el parque nacional de Timanfaya, en Lanzarote, o en la punta de Teno, en Tenerife. Así lo explica el director del Parque Nacional del Teide, Manuel Durbán: “Lo que se pretende es impulsar la visita en transporte colectivo con guaguas discrecionales o lanzaderas que saldrían desde las áreas de servicio con aparcamiento subterráneo que se situarán en Chío, Vilaflor y el Portillo, entre las 9.00 y las 17.00 horas”.

Eso sí, la circulación -no el estacionamiento- por carretera será libre para cualquier vehículo en el parque nacional, por lo que se garantizará el derecho de tránsito de quienes deseen utilizar cualquiera de las carreteras TF-21, TF-24 o TF-38 para acceder de un lugar a otro de la Isla, pero se prohíbe todo acceso a las pistas forestales -utilizadas ahora por grupos de deportistas de 4×4- con excepción del que responda a razones de emergencia, para labores de vigilancia y de gestión.

Otro de los puntos más destacados de la nueva normativa es el relativo al ciclismo, pues solo podrá realizarse por vías asfaltadas, siendo incompatible en las pistas y en la red de senderos del parque nacional. Por otro lado, está prohibido el tránsito en todo el parque nacional con patinetes, monopatines y otros medios similares.

En cuanto al estacionamiento, se realizará en lugares habilitados a tal efecto, estando prohibido el aparcamiento de cualquier vehículo que no sea de transporte colectivo (guaguas), con las excepciones de los trabajadores del parque nacional, las empresas contratadas y las administraciones públicas, aquellos que realicen actividades autorizadas, personal del teleférico y del parador.

Una de las voces más discordantes al borrador es la de los deportistas. Lamentan que se acabe con la práctica de la carrera de montaña por los senderos, que el ciclismo solo se permita por las vías asfaltadas y que se prohíba incluso el traslado de mascotas. También estará prohibido el vivac (campamento improvisado o refugio).

En contra y a favor del nuevo Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional del Teide

Alberto Hernández, presidente de la Federación Canaria de Atletismo, señala que “afectará negativamente al turismo deportivo en Tenerife y Canarias y la economía que esto genera, que no es poco, dado que al no poder organizarse carreras de trail que discurran por el parque se perderá el principal aliciente turístico a deportistas que actualmente se desplazan desde todo el mundo. En el día a día a los deportistas residentes tinerfeños y canarios, el hecho de poder entrenar únicamente por las pistas y no por los senderos homologados es una faena para los entrenamientos de algunos de ellos que forman parte de las selecciones canarias y española de trail running”.

Sin embargo, nuestro mejor alpinista y además geógrafo, Juan Diego Amador, entiende que el PRUG sea restrictivo.”Tenerife se ha convertido en un laboratorio social, único en el mundo; en muy pocos sitios conviven intereses conservacionistas con una densidad de población tan alta. No debemos olvidar que desde el año 1994 tenemos el 45% de nuestro territorio protegido bajo alguna de las distintas figuras; en algunos casos la conservación es óptima, pero en otros ha sido pésima”.

“Por ello debemos ordenar y regular, no soy partidario de prohibir o sancionar, pues siempre he creído que el mejor camino es la educación; sin embargo, cada día se producen actos vandálicos e impactos de todo tipo. Quizás cuando todos (políticos y ciudadanos de a pie) nos sintamos suficientemente responsables y actuemos en consecuencia, podremos disfrutar de los espacios sin tantas restricciones”, sentenció.

Añade Amador que “honestamente, lo que he aprendido durante mis viajes a lo largo y ancho del planeta es que todo gira en torno a un concepto: lo público. En lugares que son referentes de conservación y gestión, como Canadá, Noruega, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, lo público se respeta porque se siente de todos y no mío; sin embargo, observo que aquí la tendencia es a considerar que en lo público podemos hacer lo que nos da la gana y de aquellos barros, estos lodos”.

Sin duda, añade, “me gustaría recuperar el Parque Nacional del Teide que yo viví, moviéndome en libertad absoluta, pero a los hechos me remito y creo que ahora es imposible por los principios básicos de la conservación: capacidad de carga, actuaciones de alto impacto y espacios altamente sensibles. En definitiva, creo que el PRUG es un buen documento de trabajo, al que tenemos la oportunidad de añadir nuestras alegaciones para que podamos seguir disfrutando de una manera lo más sostenible posible”.

De la misma opinión, pero con matices, es Jaime Coello, de la Fundación Telesforo Bravo, que lleva el nombre de su abuelo y gran naturalista, que se recuerda en el sendero 10 que sube hasta el pico del Teide: “Aprobar un nuevo PRUG es necesario pero llega tarde y en un mal momento porque se ha dejado por parte de la entidad gestora que se deteriore demasiado la situación del parque. Estamos en contra de que una de las áreas de servicio para aparcar los coches y situar las lanzaderas se haga en El Portillo con el añadido de una zona comercial, está demasiado cerca del Parque Nacional”.

“En cuestiones de conservación nos parecen correctas muchas de las medidas planteadas, porque los bienes a proteger son muy importantes y sensibles, pero seguimos demandando al Cabildo y al Gobierno de Canarias que destinen más medios materiales y personales a la vigilancia y protección del Parque. Si no, el nuevo PRUG será papel mojado”, sentencia Coello.

Clúster Audiovisual de Canarias (CLAC) ha mostrado su preocupación ante el nuevo borrador del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional del Teide, que establece, según refieren desde el CLAC, la prohibición de las actividades audiovisuales con fines publicitarios, así como la instalación de cualquier elemento fijo o desmontable que suponga la ocupación del espacio público, y reduce a dos personas el número de miembros del equipo de trabajo.

“El texto solo considera algunas excepciones para trabajos audiovisuales que tengan carácter informativo o de divulgación de los valores” de este espacio. “Pero, en resumen, estas restricciones conllevan la prohibición casi total de los rodajes en el Parque Nacional del Teide”.

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