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Antonio Cabrera: “La COVID se convertirá en crónica, muchos que la sufrirán tendrán secuelas”

El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la ULL reflexionó sobre el concepto de transmisión de las patologías catalogadas como crónicas

El Campus África recibió a Antonio Cabrera León, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la ULL, que reflexionó sobre el concepto de transmisión de las patologías catalogadas como crónicas. Aseguró que “la COVID-19 se convertirá en una enfermedad crónica, porque muchas personas que la sufrirán tendrán secuelas”.

Además, explicó el estudio realizado sobre la diabetes entre 1980 y 2012. “En Canarias, las cifras se disparan a lo largo de estos años y de ahí que fuera necesario iniciar una campaña de concienciación y educación en este sentido. Educación en nutrición y educación deportiva para reducir el sedentarismo”.

El ictus, otra de las patologías a señalar en Canarias, “provoca una diferencia de hasta ocho días de estancia en centros hospitalarios” respecto a la Comunidad que registra menos días. “Esto se genera principalmente porque no hay centros de crónicos suficientes en las Islas y las familias no pueden hacerse cargo de ellos, así que la estancia hospitalaria se alarga”, añadió.

Por su parte, Luis Ortigosa Castillo abordó las enfermedades inmunoprevenibles y los calendarios de vacunaciones. Tras desarrollar los tiempos de desarrollo de las vacunas de la COVID y su acortamiento como resultado de los estudios realizados previamente con vacunas de ARN para otras patologías, indicó que “más de 11 millones de personas están vacunadas, elemento clave para el control de la pandemia” en la actualidad.
Igualmente, afirmó que el gran reto sigue siendo “hacer llegar las vacunas a los países en desarrollo” para poder finalizar la fase pandémica en la que estamos. Resaltó la importancia de las vacunas “en el desarrollo de la humanidad” y la necesidad de “concienciar a la sociedad”.

La doctora de la Universidad de Valencia, Cristina Mas Bargués. DA

Añadir vida a los años

Por su parte, la doctora Cristina Mas Bargués abordó las terapias antienvejecimiento y salud: “El envejecimiento nos afecta a todos y de ahí que en los últimos años se esté estudiando y dando más importancia”. De hecho, la pirámide prevista para 2050 ya está “completamente invertida, lo que supone un gasto elevadísimo para los sistemas sanitarios”. La experta de la Universidad de Valencia habló de las “terapias con células madres, capaces de restaurar los tejidos”.

En el caso de personas mayores, dichas células “no son capaces de dividirse, por daño acumulado” y, por lo tanto, no pueden reparar el tejido. “El oxígeno es uno de los principales elementos que provocan su degeneración, se produce por acumulación de radicales libres y eso las deteriora”, añadió.

Mas centró su exposición en la “importancia de las vesículas extracelulares”, estructuras rodeadas de membrana que permiten la “comunicación intercelular de proximidad”, que, a diferencia de las células madres, ofrecen la facilidad de “controlar la dosis que se introducen” en el paciente, además de ser más estables y no ofrecer rechazo inmunológico. “Uno de los estudios que hemos realizado en ratones con aplicación de vesículas de individuos jóvenes nos ha permitido comprobar que la fuerza de estos roedores aumentó”, dijo. La finalidad de este estudio y su aplicación en humanos es “añadir vida a los años, no años de vida”.

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